Categoría: "Suprunaman"

Atrapado en la Game Cube. De Suprunaman

¿Una partida? −preguntó la máquina.
Mejor no −respondió Maity.
¿Acaso tienes miedo? −dijo esta vez.
¿Yo? Venga comencemos.
Las ranuras de la Game Cube se volvieron fosforescentes, la luz era tan potente que Maity tuvo que cubrirse la cara con su camisa. Al abrir de nuevo sus ojos aún chispeantes, se vio pisando un empedrado campo de fútbol repleto de espectadores.
Situado en el centro del estadio con un melón en los pies.
¡Pásala!le gritaba una tortuga vestida con sus mismas ropas, ─¡rápido, ya vienennnn!
Al darse la vuelta, vio una gran manada de búfalos en dirección a ellos.
¡Corre!Maity empezó a correr con el melón entre sus manos. ─Buf, buf, buf... ─Ya no oía el quejido de la tortuga que había sido aplastada por la manada.
Un bigotudo trataba de quitarle el melón.
Lo necesitooo ─dijo con una voz de ultratumba, ─quiero salir del olvido.
Maity no entendió muy bien su significado, pero siguió su camino hacia ninguna parte con el melón que se le antojaba su seguro de vida.
El clamor del público seguía resonando en el volátil aire. El campo era interminable, a su paso ranas, princesas, culebras todos trataban de quitarle el melón usando sus argucias traicioneras.
Al final de la tercera curva observó su destino. Un cocodrilo con los dientes bien afilados lo esperaba. Ya delante de él, intentó hacerle un drivling. Pero la suerte de Maity lo había abandonado, tiró con toda la fuerza que le quedaba esperando un resultado satisfactorio. Los ojos del cocodrilo brillaron y el melón quedó entre sus manos rodando. Maity quedó en el empedrado abatido, derrotado. Se hizo la oscuridad.
Al abrir los ojos se vio de nuevo en el campo empedrado. A su izquierda una joven que tenía un melón entre los pies. Maity miró hacia atrás y vio una nube de humo que se aproximaba.
¿Cómo te llamas? −preguntó Maity
Joana −dijo
No es por asustarte pero coooorrrrreeeeee.

/em>

Sueños de amor eterno. De Suprunaman

Rebuscaba en el altillo del armario un delantal horroroso que su madre le había regalado hacía mucho tiempo, cuando aún era soltera. Ya sólo quedaban las mantas del final que tocaban la pared del fondo. Al meter la mano bajo ellas encontró una pequeña caja de metal fría y amarilla. Las bisagras estaban oxidadas. Al abrirla, un pequeño chirrido sonó como si bisbiseara un gran secreto.
Moni-Pony se puso a otear las fotos del estuche, en ellas, se reconoció cabizbaja, con una sonrisa picarona, entretanto Pumpin con un bañador a cuadros verdes hacía posturitas mientras aspiraba las últimas caladas de un cigarrillo. Eran las fotos del 92, el año que se conocieron . Había un rollo de papel, parecía un pergamino antiguo de tan arrugado que estaba. Al desenrollarlo, con una letra estable se podía leer:

TeQuieroTeQuieroTeQuieroTeQuieroTeQuieroTeQuiero
TeQuieroTeQuieroTeQuieroTeQuieroTeQuieroTeQuiero.

También descubrió una carta secreta, olía a papel húmedo. Era una carta de amor, de rosas y de risas.
Pumpin había guardado egoístamente para él estos preciosos recuerdos.
Sonó la llave rodando la cerradura y Pumpin entró, vestido de negro y con su maletín de trabajo.
Pumpin, le dijo ella mostrándole la caja.
Sabes Moni-Poni, ahora te quiero tanto como entonces. Y sus labios se fundieron en un beso apasionado presagiando un desenlace feliz

Suprunaman 27/02/2007

Momentos intensos en una corta existencia. De Suprunaman

Os voy a contar amigos míos la verdadera historia de unos amantes que se abrazaron hasta la muerte.

El amor es un sentimiento intermitente, hoy te quiero, mañana me cansas, te deseo, no tengo ganas…Los que alguna vez habéis amado ya lo deberíais de saber.

Se amaron con locura la primera vez que hicieron el amor, se acoplaron formando el todo, la Unidad. Luego ya no.
El amor había sido intenso, pero fugaz. Tuvieron tantas ganas el uno del otro que su primer momento se convirtió en un estigma que los arrastraría a la muerte.

El quiso envenenarla, ella clavarle un cuchillo, la empujó por las escaleras, contrató a unos asesinos para que lo mataran, le preparó un baño con agua hirviendo, le echó mal de ojo, le metió serpientes en la cama… Al final, pelea cuerpo a cuerpo, él la agarraba por el cuello, ella le golpeó la nuez, hizo un gran esfuerzo por respirar, de aquí no te escapas, dijo él, y volvió a apretarle el cuello hasta que soltó su último aliento, por fin ella había muerto, pero cual fue su sorpresa cuando notó que su nuez se deslizaba por su garganta, sin aire que respirar él también expiró.

¿Y cómo se yo todo esto? Soy el diablo. Qué bonito es el amor, dijo con sorna

Suprunaman 14/02/2007

Las vicisitudes de la fortuna. De Suprunaman

Brassaï (pseudonym of Gyula Halász) (9 September 1899–8 July 1984)

Quietos todos, dijo la poetisa con voz masculina. Vivir, morir, hibernar. Un estado de ánimo, si. Cuando a vuestro alrededor veáis caldear el ambiente, no dudéis ni un instante. Quitaros esos harapos y dejad entrever vuestra desnudez.
Don Bartolo, de forma veloz se quitó los pantalones, se bajó los calzoncillos y mostró su culo en pompa. Doña Bartola empezó a sentir el ambiente caldeado y con cierto gesto de desvanecimiento, se quitó el sostén y presentó al grupo sus duros pechos. Doña Engracia imitó su gesto y arrojó su tetamen al viento. Pronto toda la congregación deambulaba en masa con su orgullo al aire. La beata de la primera fila, agarró al padre Benjamín, que también se vio arrastrado por esta abominación esperpéntica. El buen padre tocaba a la amiga de la beata e hicieron un trío amoroso. Dios mío, protégeme la carne es débil, mea culpa, mea culpa, mea culpa. Rezaba golpeándose el pecho.
La reunión había sido un éxito, todos cooperaban animosamente e intentaban ayudarse. La orgía no tenía límite. Sin duda alguna esta era la verdadera paz, la que todos deseaban para el resto de la humanidad; por ello, el padre Benjamín añadió. Sabed hermanos míos que el amor es Dios.

Suprunaman 01/02/2007

Sacrificio Humano. De Suprunaman

Se alistó en el séptimo de caballería creyendo que algún día vería en el nuevo mundo una sociedad próspera, hermanada con los nativos de la zona, laborando por el bien común.
Jonh formaba parte del tercer regimiento del ejército americano, estaban en alerta máxima. Se dirigían al Fuerte de San Jorge, los indios Shoshones habían atacado con insistencia este punto y debilitado a los soldados portugueses.
Al llegar al fuerte, Jonh se estremeció al ver una alfombra de cadáveres portugueses. Sus compañeros se despechugaban enterrando a sus compatriotas que yacían fríos como mármol.
Con el nacimiento del nuevo día el Fuerte de San Jorge fue presa de otro ataque indio, las flechas de fuego llegaron al polvorín y una nube de humo cubrió el cielo. Empezaron a saltar la baliza. Una vez dentro del fuerte, los indios pintados como si fueran demonios, empezaron a cortar las cabelleras de los vencidos. Aquellos salvajes disfrutaban con su acto y la decepción llenó el alma de Jonh al ver que los Shoshones eran unos meros salvajes que debían ser exterminados.
Al caer la noche, Jonh despertó atado a un gran tótem en forma de águila. Los indios bailaban alrededor de una gran fogata y cantaban, el sacrificio al gran dios águila les proporcionaría la victoria del invasor.

Suprunaman 05/01/07

La Experiencia Del 2007. De Suprunaman

Fuente de imagen Internet

Ya habían sonado las doce campanadas. Los granos de uva habían desaparecido de las copas. Los confetis hicieron su aparición y los matasuegras ensordecían el lugar.
Era tarde, ya todos habían abandonado el comedor y desfilaban hasta la discoteca animosamente.

Doce copas de gin y varias horas después. Los maromos se habían adueñado de la pista. No estaba dispuesto a desperdiciar el primer día del año; “lo que haces en las primeras horas del año será lo que tendrás el resto del año”. Todavía no había perdido la esperanza de trajinar con alguna chica guapa en aquella discoteca, aunque no abundaban.
Al fin, a lo lejos, vio un resplandor, su corazón rebosaba de ilusión al ver que una chica sonriente le guiñaba el ojo.
Corrió cuanto pudo y se plantó delante de ella y la abrazó, la besó, le tocó la rodilla y decidieron hacer el amor en el baño.
Se quitaron las camisas, la falda, el pantalón, los calzoncillos, la peineta…
¡Ei! ¿No te vas a quitar las bragas?
Ummm, sí, te va a gustar —dijo mientras se las quitaba.
De aquellas hermosas bragas rojas con puntilla, salió una polla como una olla y sin saber como lo sodomizó. Se intercambiaron los números de teléfono. Quedaron unas cuantas veces después del fin de año, al cine, a ver pelis y comer palomitas de maíz.
Seis meses después, Mari y Cosme están a punto de casarse.

Suprunaman 21/12/06

Mejor estarías muerto. Suprunaman

Fuente imagen Internet

Había llegado a clase cinco minutos tarde. María se sentó en el pupitre y sacó su cuaderno, haciendo el menor ruido posible para que el Padre Mariano no se diera cuenta de su retraso. Pero el Padre tenía unas orejas de elefante capaces de oír una mosca a doscientos metros. Rápidamente se acercó a María, la cogió de la trenza y la hizo levantarse de la silla:
Ya verás como aprendes a no llegar tarde nunca más. Dijo el padre cogiendo una vara.
Todos los niños veíamos al Padre Mariano como un ser codicioso que pretendía medrar a cualquier precio, quería llegar a ser el director. Deleznables eran sus métodos, en los cuales se le advertía cierta satisfacción cuando nos pegaba. Su rostro manifestaba placer en cada golpe propinado con rabia.
María era una niña delicada y mimosa, lo cierto es que yo estaba enamorado de ella. Al ver a aquel cura anormal intentando golpear a mi chica no pude evitar levantarme y atizarle un golpe en la cara con una silla. El Padre quedó tumbado en el piso y sin sentido, tal vez muerto. Tomé la mano de María y huimos del lugar. El resto de muchachos callaron y se convirtieron en nuestros cómplices al esconder al Padre en un recodo del sótano, cerca de la caldera.
Era la hora del ángelus.

Suprunaman 05/12/2006

Partida. De Suprunaman

Fuente imagen Internet

Los dos ajedrecistas estaban sentados el uno frente al otro. Tenían una postura semejante, los pies cruzados, el cuerpo torcido y la mano sujetando fuertemente la barbilla. Esperaban impacientemente a que su rival cometiera el error fatal.
Las piezas estaban esparcidas por el tablero. El desbarajuste era tal que Mihail tuvo la tentación de mover la dama, sin caer en la cuenta de que la torre de Korchnoi aguardaba como una zorra para hacerle el jaque. Pero advirtió cierto brillo en los ojos de Korchnoi y desistió de realizar la jugada.
Habían pasado varias horas de partida, Mihail tuvo antojo de un yogur; después de tomar una cucharada hizo una jugada que rompía los esquemas del aspirante. Korchnoi se quejó, presentando un sofisma. Argumentó que Mihail había recibido información codificada en el envase del yogur. El juez desestimó el comentario.
La partida tomó entonces otro cariz, empezó una guerra de guerrilla. Mihail, propinó una fuerte patada a Korchnoi por debajo de la mesa, éste perdió momentáneamente la concentración.
Por favor, —dijo esta vez —ahora toca patadas.
La partida se vio interrumpida de nuevo, los jueces decidieron colocar un badén que impidiera el contacto de ambos jugadores.
Hizo su aparición entonces un grupo de parapsicólogos, empezaron a hacer movimientos con las manos, a rezar en voz baja. Korchnoi no lo pudo evitar, se vino abajo. Agarró el rey, lo tumbó sobre el tablero, se levantó y se marchó sin felicitar si quiera a Mihail por su victoria. Su silueta se difuminaba a medida que se apartaba de las luces.
Mihail quedó allí, delante de las cámaras, con un gesto sonriente.
En la entrevista dijo, en una guerra, no sólo cuenta lo que está en el campo de batalla, también influyen los servicios secretos.

Suprunaman 29/11/06

La tentación. De Suprunaman

Brian Ballard (Irlanda 1943)

Y de la siguiente forma empezó a narrar ésta sofisma:

Sed sobrios y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; al cual resistir firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo.
Pedro 5:8,9

Creedme hermanos que aquella mujer, inteligente como una zorra me hizo dudar de mis ojos y provocó en mi mente tal desbarajuste que acabé pensando que las nubes eran humo, que los rayos del sol flechas, que mi hermano mi enemigo y su mujer la mía.
Creedme hermanos, no juzguéis mi acto como tal, fue una locura pasajera, si pudiera redimir mi pecado estad seguros que lo haría, pero… como devolver la vida a Esculapio.
Creedme hermanos que aquella mujer era una Diosa maligna, guió mi espada a su antojo, y yo como un títere.
Era bella aquella mujer, pero la silueta que proyectaba se asemejaba a una serpiente de cascabel susurrante, hipnotizante: ”Tu hermano Esculapio tiene todo lo que quiere y tú eres cobarde y necio. Mátalo, tuyas serán sus pertenencias, sus esclavas, sus riquezas y su esposa. ¿Vas a permitir que un pequeño badén te prive de poseer todo lo que el tiene, todo lo que deseas?"
Por favor hermanos, creedme que así fue como sucedió, me hipnotizó, por favor, no me colguéis como un vil delincuente.

¡Cloc!, sonó a crujir de vértebras, sonó a muerte de asesino.

Suprunaman 24/11/06

El doctor Livinstong en el país de los Kikis. De Suprunaman

Fuente imagen Internet

Era negro y alto, tenía una cara que sólo podía significar una cosa, estupidez aguda, llevaba una gran sombrilla. A todo el que pasaba le preguntaba:
¿Americano?
Hacía más de una hora que preguntaba lo mismo, al final dio en el blanco:
¿Americano?
Sí "siñor" —contestó aquel hombre que llevaba una maleta de cocodrilo y un sombrero de esos de safari.
El doctor Livinstong, supongo.
Sí "siñor" —dijo con una sonrisa.
Acompáñeme wana.
Subieron en un Jeep y fueron al poblado, donde una multitud lo esperaba ansiosa.
Al bajar del coche, aparecieron cinco negritos de 2x2 metros que lo subieron a una silla hecha de caña y lo acompañaron a su tienda. Ver a toda esta gente a sus pies le enaltecía el ego.
Por la noche y antes de cenar, el doctor Livinstong tuvo que demostrar ciertos dotes de fuerza y destreza. Conseguir ver el tesoro de los negros Kiki tenía un precio.
Lo primero fue matar a un cervatito con un arco que estaba hecho un ocho, pero el doctor lo consiguió
En América —explicó, —tenemos que fintar muchos contratiempos.
Y sacó de su bolsillo una foto de su querida esposa. Los negros Kiki se rieron de la broma. Cenaron el cervatillo y pronto se fueron a dormir, por la mañana, con las luces del alba, el doctor iba a ver aquella joya Kiki.
Cuando el doctor estaba empezando a dormirse, entró a su tienda una joven negrita muy guapa, que empezó hacerle cosquillas en los pies, al despertar pensó que era una simple travesura. En ese momento entró otra guapa negrita que se puso a acariciarle el pecho, entró otra y le besó en los labios, otra de las hermosas kikis empezó a acariciarle los genitales.
Dios mío —pensó, —he aquí mi perdición.
Al cabo de un momento el doctor Livinstong estaba a cien y las muchachas gritaron:
Kikiiiii
Y les hizo el amor, primero a una, luego a otra y a otra y a otra, había perdido la cuenta de cuantas negritas habían pasado por su tienda gritando kikiiiii. La cuestión es que el alba pasó y el doctor se quedo sin ver la sagrada joya kiki.
Antes de marchar a su país, el sabio doctor Livinstong, le prometió al jefe de la tribu que volvería al año siguiente a ver si podía por fin ver aquel magnifico tesoro Kiki.

Suprunaman 15/11/06

Pensamientos antes de dormir. De Suprunaman

Fuente imagen Internet

La vida consiste en fintar el máximo tiempo posible a la muerte. La estupidez humana nos hace pensar que sólo existen los malos momentos y esto nos lleva a la depresión, a la perdición.
La concienciación social también nos prohíbe realizar travesuras, actos en ocasiones alocados que enaltecen nuestra condición de seres pensantes. Hay que seguir la corriente.
Me quedan ciento cuarenta y dos palabras para terminar este texto y no se que decir además de que me falta la palabra arco. Menudo texto estoy haciendo. Monelle, lo siento, no lo haré más. Si queréis os puedo cantar la canción de “mi carro” de Manolo Escobar a ver si de esta forma acabo con el espacio que me queda. Por cierto, todo el mundo habla de las elecciones catalanas y el tripartito, de Marbella y las estafas inmobiliarias, de la próxima ejecución de Sadam Husein…
Si tuviera que escoger una verdura para describirme en estos momentos os diría que soy un tomate. Y si fuera un animal sería una hiena porque casi me estoy atragantando de la risa escribiendo este galimatías surrealista.

-¡Corten, corten! Hagan el favor de llevarse de aquí al perro verde que seguro que se ha fumado un poleo antes de venir.

Si os ha gustado me alegro y si no… así es la vida.

Suprunaman 07/11/06

De reyes y dragones. De Suprunaman

Había una vez un reino cerca de las montañas del Monte Perdido. Cierto día llegó a estas tierras un peregrino, tenía la tez muy blanca, sujetaba un cayado con la derecha, su vestimenta era lúgubre y sombría.
El peregrino iba adentrándose al reino en dirección a la plaza central, su paso era lento. Los ciudadanos lo seguían con la mirada. Al fin llegó a la fuente y elevó los brazos al firmamento:
¡Escuchad ciudadanos del reino!
Pronto a su alrededor se formó una multitud.
Sólo soy un mensajero, dijo.
Una gran nube oscura apareció entonces en el cielo cubriendo el iridiscente sol.
Una hecatombe está a punto de caer sobre vuestro pueblo. Pronto un ejército de hostiles guerreros invadirán vuestro reino, los que sobreviváis seréis sus esclavos.
¿Qué sabes tu de eso brujo? —dijo el rey que estaba entremezclado con sus súbditos.
Lo he visto en las estrellas Majestad —dijo éste.—La única manera de evitar este desenlace trágico es que desposéis a vuestra hija conmigo, yo haré un hechizo que hará infranqueables vuestras murallas.
Ah, ya te he descubierto, maldito calumniador. Apresadlo —ordenó el rey.
Pero el brujo hizo un sutil movimiento con su cayado y desapareció tras una nube de polvo.
Pasaron tres días, las trompetas dieron la señal de alarma, un ejército muy numeroso avanzaba con paso rápido hacia el castillo. El rey palideció. Desde su ventana pudo divisar al astuto mago seguido por un ejército de demonios. No pasó mucho tiempo desde la paz del reino a la lluvia de flechas que ahora lo sacudía.
La batalla llegaba a su fin, el ajado estandarte de reino estaba prácticamente rendido.
¡Oh! Dios, rogó el rey, no permitáis que caigamos en manos de estos despiadados demonios. En ese instante se oyó un grito desgarrador y desde el infinito apareció un ejército de ángeles montados en bellos dragones. Inmensas ráfagas de fuego impactaban en los agresores que ardían hasta desintegrarse. Una vez apaciguado el lugar, el capitán de los ángeles visitó al rey que les agradeció su ayuda. El brujo fue apresado por los ángeles y metido una caja hermética que se enterró bajo un monumento que el rey hizo construir en honor a los ángeles de la orden del dragón.

Suprunaman 01/11/06

El bueno, el malo y la princesa De Suprunaman

Hubo un tiempo en el que existieron princesas, caballeros y magos; esta historia viene a narrar uno de aquellos años.
Dícese que se, que detrás de una gran montaña, existía un reino iridiscente e inflanqueable por sus enemigos. Su monarca había llenado las arcas mediante la revalorización de terrenos y provocando una burbuja inmobiliaria; ello lo había convertido en uno de los reinos más prósperos del lugar en materia turística, aparta—hoteles, campos de golf, American Cup
Los jóvenes del reino se sentían ajados, pues su trabajo era recompensado con un aumento de los tributos y sin ni siquiera mejora de carreteras. Pronto no tendrían ni donde dormir porque la vivienda estaba cada vez más cara, una hecatombe se vislumbraba en el horizonte.
Hartos de tanto abuso, se reunieron los sindicatos y con gran hostilidad, con cantos y alzando enormes pancartas, se dirigieron a palacio calumniando al rey.
Al oir los cánticos, el rey se asomó al balcón y les dijo a los súbditos de forma sutil:
Queridos conciudadanos y conciudadanas, se que estáis irritados por el difícil momento económico que estamos pasando. Pero os prometo, por la gloria de Vic Shampras, que el año que viene el Madrid-Barça se podrá disfrutar en abierto, para todos, porque la verdad es que os quiero.
Los habitantes del pueblo empezaron a aplaudir de forma emotiva, algunos lloraban y se abrazaban, esa noche fueron todos a la plaza del pueblo para celebrarlo y organizaron un macrobotellón.
Aquel macrobotellón fue el inicio de una gran amistad entre el bueno, el malo y la princesa, que resultó ser comunista.

FIN

Suprunaman 31/10/06

Esperando el futuro. De Suprunaman

Tenía tres dimensiones gordo, gordo y gordo, lo llamaban señor Calumnia, aun no sé muy bien el por qué. Tenía una calva iridiscente donde era improbable hostilidad alguna.
Cierto día, el señor Calumnia fue a una de estas ferias medievales que hacen en los pueblos. Estaba plantado delante de una tienda que ponía: “Leo tu mano, leo tu futuro”. Le costó flanquear la cortina de la tienda, no se si he dicho lo de las tres dimensiones. Al fin, estaba enfrente de una gitana que hacía sutiles respiraciones como si de un trance se tratara.
Siéntese señor Calumnia, le estaba esperando.
El señor Calumnia estaba ya impresionado de los dotes clarividentes de la maga.
Mmmmmm… —canturreaba la gitana, —déme su mano. ¡Oh! Que veo —dijo poniéndose la mano en la frente como si estuviera deslumbrada—. Es posible que padezca usted una gran hecatombe señor Calumnia. Un consejo, no se aparte del numero siete. Eso es todo. Son diez mil.
El señor Calumnia salió de la tienda pensativo, qué sería aquella hecatombe que le podía suceder, como pudo, ya he dicho que era un tanto orondo, se sentó al suelo, ¿qué sería aquello del siete? Un papel ajado revoloteaba a su alrededor, lo cogió y leyó lo que había escrito en él; “¿tiene problemas de cabello?” Aquello parecía una señal, primero la hecatombe, luego lo del siete ¿Qué significaría lo del siete?, luego la señal. Empezó a rascarse la cabeza, a rascarse, a rascarse, a rascarse, hasta que llegó al cerebro y quedó allí tumbado y muerto. En su último aliento dijo ¿qué será lo del siete?

Suprunaman 27/10/06

Mundologia. De Suprunaman

Un largo pasillo tétrico y oscuro era el camino a recorrer para llegar al baño. Había que flanquear la pequeña puerta de madera, arrugada y arqueada.
Aquel baño no era pequeño, pero lo parecía. Tenía unas baldosas amarillentas y la sutil luz proveniente del espejo acentuaba aquel amarillo que se volvía verdoso. El suelo estaba pavimentado con baldosas hidráulicas de color negro jaspeado. Al lado derecho del lavabo una cortina salmón escondía una bañera con un desagüe oxidado. Al otro lado había un retrete con una tapa de plástico. Justo al costado de éste, se hallaba una especie de balsa de dos metros cuadrados de donde brotaba un agua iridiscente. Se podía ver el sucio fondo de la balsa. Un pez rojo grande y gordo calumniaba a un vecino mientras nadaba acompañado de una bacaladilla fina pero también enorme, había una serpiente enrollada en un tronco lleno de musgo, a su alrededor se adivinaban unas monedas de plata que parecían antiguas.
Eric oyó un chapoteo y se acercó a la balsa con temor, intentaba tener una vista general de todo aquel lugar que se le antojaba hostil. Fue entonces que de las profundidades del agua surgió una mujer desnuda que lo atrapó de los hombros. Estaban frente a frente, la cabellera rubia, la piel blanca, los ojos azules y los dientes plateados de donde le resbalaba sangre. Eric trató de dar un paso hacia atrás, pero con una fuerza sobrehumana, ella lo arrastró hacia el agua. Nadó con el muchacho entre sus zarpas hasta el fondo de la balsa. Eric palideció, el camino estaba lleno de cadáveres humanos, una auténtica hecatombe. Al fin divisaron un castillo de coral luminiscente, bajaron a las mazmorras y la sirena encerró a Eric en una jaula bastante pequeña, el chico quedó allí comprimido a la espera de su muerte.

Suprunaman 23/10/06

Un demonio en mi casa. De Suprunaman

Iba con el coche escuchando un programa de humor que hacen por las mañanas. Pulsé el mando y levanté la persiana del garaje. Una mancha negra traspasó raudo hacia el recinto. Aparqué y cogí la escoba para espantar a aquella criatura. Era un gato negro, estaba escondido detrás de la fotocopiadora, “chuso, chuso” le dije, arrastré el aparato, había desaparecido. Arrastré más la fotocopiadora y vi una pata y un rabo, inmóviles, cabía la posibilidad de que le hubiera aplastado la cabeza. “Recemos un padre nuestro por él”, pensé. Se movía, tal vez sólo se hubiera lacerado una pata y le agarré del rabo para sacarlo. Pero él corrió todo lo que pudo escondiéndose en un recóndito lugar, al fondo de una estantería, casi pude ver su estela. “Maldito gato de mierda”, le grité. Entonces decidí llamar a mi abuela:
Abuela, que ha entrado un gato negro en el garaje.
¿Y que quieres que haga yo?
… No lo se.
Volví dentro con la escoba y le aticé un par de golpes a ver si se marchaba pero… “Ffffffff” me dijo enseñándome las uñas. “Si no es por las malas, a lo mejor por las buenas…” llamé de nuevo a mi abuela.
¿Abuela, porque no me bajas un trozo de pan con leche? Pondré unas cuantas migas en dirección a la calle, tal vez esta sea la forma.
Pasaron quince minutos y subí las escaleras a ver que hacía la abuela. Preparaba un potaje con madalenas y zumo, parecía barro.
Abuela, que no quiero que se quede a vivir aquí.
Cogí el pan y la leche y volví a aquel lugar. “Fffffff” otra vez.
Joder, no voy a conseguir echar al gato. Ya lo tengo, llamaré a la policía.
Policía, ¿en que puedo ayudarle?
Es que ha entrado un gato negro en mi cochera y… -colgó el teléfono.
Entonces sucedió un milagro, apareció por allí una amiga.
Ten cuidado Ana, es un demonio.
Al acercarse al gato, este volvió a gruñir “ffffffffff”.
Tienes razón, habrá que exorcizarlo. Abandona este cuerpo de gato demonio. Yo te lo mando. ¡Abandónaloooo…!
El gato estaba ubicuo en todo el lugar, se mordía la cola, se retorcía de dolor.
¡Ten agua bendita!
Y empezó a mojarle la cara. Por fin el gato salió disparado hacia la calle y pude descansar de tan agotadora tarea.

Suprunaman 17/10/06

Viaje a Marte. De Suprunaman

Jonh se lo tomaba todo con humor, en la guerra es mejor así. Pero esta vez estaba jodido, habían buscado sin descanso las armas nucleares en una recóndita base en Corea. Recuerda cómo corría intentando huir de las ráfagas de las ametralladoras, al fin cayó al suelo. Todo el mundo se preocupaba por salvar su propio pellejo. Jonh se había lacerado una pierna, o las dos, no lo tenía demasiado claro. Había gritado y pedido ayuda a sus compañeros de armas, pero esto era una guerra.
Los militares coreanos se le acercaron de forma hostil, le insultaban y escupían, una lluvia de golpes y patadas le cayeron encima; malditos coreanos, parecía que tenían el don de la ubicuidad, estaban en todas partes. Se hallaba tirado en el barro, la posibilidad de llegar a su arma era nula. En los ojos de aquellos orientales pudo ver sus pocos escrúpulos. Un tiro no casual terminó con su vida en una recóndita base de Corea.
Varios días después despegaron desde Corea unos misiles nucleares en dirección a las grandes capitales del mundo; los imperios como Estados Unidos, Rusia, Francia y otros respondieron lanzando sus bombas. Los turcos creyeron que era una buena oportunidad para quedarse con el mundo así que también se fueron a la guerra.
Así fue como acabamos poblando Marte.

Suprunam 11/10/06

Esfuerzos de escritor. De Suprunaman

Estaba casi tumbado en la mesa de su despacho, desolado, esperando a que le llegara la inspiración.

“… y entonces le dijo que era pariente suyo y le dio un espada de acero. Le explicó que aquella arma había sido utilizada por el mismo Crom para vencer a sus enemigos y que la usara con honor.
¿Qué quien es Crom?, el Dios de la Guerra, Crom concede un don a todos los recién nacidos: fuerza de voluntad y tesón para luchar.
… El muchacho se había convertido en un hombre, y aquel pariente suyo que un día le dio su bendición, se había convertido en un ruin fantasma hipnotizado por los señores de la noche.
…Había hecho un escalo en el muro y había pillado por sorpresa a su pariente. Lo tenía rendido a sus pies, levantó la espada de acero para darle el golpe de gracia. Su pariente comprendió su sino y le dio su plácet para que terminara con su perra vida.”

Robert, sal, la comida está en la mesa, dijo su madre.
Robert salió a regañadientes, no había hecho ningún logro.

Era el años 1932, Robert E. Howard, había creado un nuevo personaje, un héroe con fuerza, un gigante bárbaro al que bautizó como Conan. Pero eso es ya otra historia.

Suprunaman 29/09/06

Conquistas y reconquistas.* De Suprunaman

El príncipe moro estaba desolado, había perdido una de las zonas estratégicas más importantes. Casi llorando, entró en el castillo de su padre y le explicó lo sucedido.
Le contó que el ruin Conde Bencagat, seguido por sus soldados hicieron un escalo en el muro y allí en el campamento los sodomizaron.
El padre entró en cólera y juró venganza.

Por otra parte, el Conde Bencagat llegaba satisfecho a su castillo, su logro merecía una recompensa. Inspirado por el jugo de la vid, le mandó una paloma mensajera urgente a la condesa que se encontraba en la torre norte haciendo sus labores. Al saber de su presencia corrió escaleras abajo. Ya delante de él puso las tetas sobre la mesa. El conde se las tocó. Ella le dio su plácet para que siguiera más abajo y juntos disfrutaron de la victoria.

Habían pasado tres días de sexo y desenfreno cuando sonaron las trompetas. El Conde, subiéndose los pantalones ascendió hacia la muralla.
¿Quién sois vos? Preguntó el Conde.
Soy el rey moro.
¿Y que queréis?
He venido con algunos de mis parientes en busca de venganza. Abrir la puerta.
Una merda. [una mierda]
Si no abris la puerta, entraremos por la fuerza, quemaremos vuestras cosechas y violaremos a vuestras donas. [mujeres]
Un altra merda. Trompeta, toca lo que sapies [toca lo que sepas]
Caguera de bou cuan plou se reballa, Caguera de bou... [mierda de toro cuando llueve se resbala, mierda de toro... ]
Al final los moros, vencidos y humillados se marcharon de la Península. La reconquista había finalizado.

Suprunaman 25/09/06

*Nota del autor:Este texto es la unión de varios cuentos que mis padres me contaban cuando yo era pequeño.

Situación inesperada. De Suprunaman

Nuestro cerebro es como un ordenador con capacidad de represión a aquellos pensamientos que no deseamos recordar. Pero en ocasiones, nos devienen un océano de imágenes reales, otras esperpénticas. Es difícil separar la realidad de la ficción. A veces, hasta puedes notar la humedad del musgo bajo los pies aún sin tenerlos sobre él.

No se si lo que voy a relatar lo leí, o si lo vi, tal vez fue un sueño o una realidad; lo cierto es que recordar aquellas imágenes me ofusca y me extenúa.
No deseo explicar aquella estampa con detalle, sólo pensarlo ya me da nauseas. Era un pequeño apartamento del centro de la ciudad, luminoso y agradable. Al mirar el mueble aparador no pude evitar vomitar en el parqué, perdí la lucidez. Intenté extrapolar mi pensamiento, pero la imagen era demasiado fuerte. Encima de este mueble había una mujer, joven, con el cabello largo; alguien le había amputado las piernas, y los brazos, y la lengua. Tenía signos de violencia. Ya todo esto era una barbaridad, pero la historia no terminaba aquí, aquella chica abrió los ojos de repente; no estaba muerta.

Me marché de aquel lugar corriendo y me fui a mi apartamento. Era un pequeño apartamento del centro de la ciudad, luminoso y agradable. Al mirar el mueble aparador me entraron nauseas y no pude evitar devolver en el mismo lugar que alguien había vomitado antes.

Suprunaman 19/09/06

11-S. De Suprunaman

Obstinación, fervor, fogosidad, entusiasmo, intransigencia, apasionamiento, exacerbación, intolerancia, exaltación, fanatismo.
Sucede de repente, sin más. Intentamos extrapolar el devenir. La sociedad misma extenuada observa la magnitud del suceso. La multitud se agrupa y unos a otros se reconfortan. El país de las oportunidades y de la libertad sufre un duro golpe. Un brote de violencia provocado, tal vez, por la prepotencia y por el abuso de poder mostrado a lo largo de los años.
Ofuscados por tal acto, les invade un océano de dudas, ¿Qué o quién les ha llevado a esta situación absurda? Inmediatamente se apresuran a buscar culpables. Han tenido suerte, su cabecilla, su guía es un líder lúcido. Inmediatamente traza un plan de venganza, ojo por ojo. Los tanques aplastan el musgo que crece cerca de la ciudad.
Un niño juega con su camión de cartón. Los soldados, vestidos de camuflaje invaden su hogar. ¡Sois unos asesinos!, gritan. No tienen piedad.
Los niños de la ciudad agarran sus pistolas y acentúan su odio. Viva la libertad ¡BOOM!

Desde entonces hasta ahora han muerto muchos padres y madres con familia, sólo quedan pequeños niños huérfanos llenos de odio, por ambas partes, ellos no entienden lo sucedido, nosotros tampoco.

Suprunaman 11/09/06

Un oscuro pasado. De Suprunaman

La portada del periódico lucía una gran titular “Complot contra el mito de la velocidad”. Louis de Funes estaba sentado en su oficina revisando las notas del caso Raymond. Había leído su historial y buscado las raíces del campeón. Su verdadero nombre era William Lauson’s. Sus padres se mudaron desde EEUU a la capital francesa. El Sr. Lawson’s era mecánico y la empresa Bugatti necesitaba uno experimentado para sus bólidos de carrera.
William no era un gran estudiante, le gustaba salir por los barrios bajos y flirtear con las chicas que indudablemente preferían salir con un joven adinerado.
Eran tiempos de exceso, el joven William tenía dieciocho años, había bebido demasiado, tonteaba con una chica que no paraba de reírse de sus bobadas y de sus muecas. Estaba a punto de conseguir su propósito con aquella hermosa chica, cuando se resbaló y golpeó al chico que estaba a su lado en la barra.
- ¡Tú, borracho, mira lo que haces!
William que era todo nervio no se lo pensó ni un momento, no iba a consentir que nadie le hablara de esas maneras, se precipitó al cuello de aquel muchacho y lo golpeó con el puño derecho, siguió con el izquierdo, sus puños parecían auténticas ametralladoras que no permitían reaccionar al censurador. Le había partido la nariz y el suelo estaba empapado de sangre. La policía pudo detenerlo a tiempo de que lo matara.
William pasó largo tiempo en la cárcel, su carácter se hizo más aséptico, aprendió mecánica de automóvil, era la única manera de sobrevivir, el olor de gasolina lo embriagaba.
Al fin Louis de Funes levantó la cabeza y vio a Lorenza que le traía una taza de café.
- ¿Todo bien? Preguntó Lorenza
- No tengo ni idea de por donde empezar la investigación.

Suprunaman 04/09/2006

Impacto. De Suprunaman

Raymond había salido de boxes a toda prisa, el Bugatti tipo 37 rugía con todo su nervio dejando tras de sí una humareda blancuzca en toda la pista.
Nancy en la camioneta del equipo seguía la carrera mordiéndose las uñas. Cuando el piloto alzara por fin la copa, el hombre mudaría a mito pues sería el primero en ganar cinco campeonatos consecutivos. Pero la verdadera excitación de Nancy venía por el hecho de que Raymon le había pedido que se casara con él.
Faltaban pocas vueltas para finalizar el Gran Premio de Francia, Raymond continuaba en primer lugar. A sus 38 años de edad se había transformado en aséptico y calculador, tomaba cada viraje como si fuera el decisivo de la carrera. El joven Tazio se había convertido en un peligroso competidor y su Alfa Romeo, un bólido amenazante que le hacía zozobrar su propósito.
Llegaban a la curva decisiva, el Bugatti no viró y se empotró contra la valla publicitaria, un chispazo prendió la gasolina que goteaba del depósito y el cuerpo de Raymond ardió como una cerilla. Se hizo el silencio entre el público que miraban atónitos el espectáculo de fuego.

Habían pasado varias horas desde el trágico accidente, y yo Louis de Funes, prefecto de policía era el encargado de cerrar el caso. Un caso extraño, pues los mecánicos del equipo aseguraron que el volante no estaba bloqueado, sólo podía ser un fallo humano.
Al llegar a mi despacho encontré un sobre con los resultados del forense. Causa del fallecimiento: impacto de bala. ¡Menuda sorpresa! Olía a complot, entonces pensé - este va ser un trabajo complicado.

Suprunaman 29/08/2006

Malditos ciruelos. De Suprunaman

Estaba un día de vacaciones, acostado en la cama, más feliz que el Guerra, cuando un terrible retortijón me hizo madrugar. Yo quería continuar en la cama pero entonces, otro terrible pellizco en los intestinos me dejó sin respiración. Me sentía morir, imaginé mi epitafio: “Cagado hasta las anginas, nos dejaste huella”. El colectivo familiar venía a recoger mi ataúd y me llevaban a hombros hasta el cementerio. El primo Manolo es más bajito que el resto, así que el ataúd estaba descompensado e iba cojeando, mientras yo allí dentro, más mareado que un ajoaceite.
¡No lo voy a permitir!, y como un relámpago me levanté y corrí sin descanso por el largo pasillo, ¡vamos Indurain! Me animaba yo mismo. ¡Fuera ropaaaaa! Y me senté en el retrete, un último jirón en el estomago, estertor, uuuuaaaaaagggggggg grité, sonó a caverna, parecía que estaba expulsando de mí un diablo malandrín; bonito día para un exorcismo. Uuuuaaaaaagggggggg, abandona este cuerpo demonio, abandona este cuerpo. Follatelo Carrac, follatelo. Al fin sonaron las trompetas, priiiiiiiiii-priiiiiiiiii, potlop, potlop, las almorranas me bailaban sevillanas y desde el zaguán se podía oler el pestilente olor a azufre.
Como pude me arrastré hasta la cama de nuevo, estaba orgulloso, era como si hubiese salvado al soldado Ryan.

Suprunaman 21/08/06

Despertando a la vida. De Suprunaman

Ya finaliza mi existencia y agotado como estoy os relataré los hechos que acaecieron en aquellos años cuando aún era joven e inexperto en la vida. Mi maestro, Wilie d’Afanar de quien me enorgullezco de haberlo aprendido todo, me hizo conocer el mundo a través de sus actos.

Empezaba a anochecer, mi maestro y yo recorríamos a zancadas una carretera de hierbas y piedras en busca de una posada acogedora. Al fin mi maestro me dijo:
Mason, ¿ves aquella luz de allí?
Yo asentí con la cabeza.
Es una posada, divirtámonos con conocimiento, mañana habrá que madrugar.
Ya en el zaguán de la puerta mi maestro dijo:
Espera Mason —y como un traidor malandrín me arreó una patada en las posaderas; yo no pude evitar cruzar la puerta rodando por los suelos. Hubo un sobresalto colectivo en el recinto y Wilie dijo:
Disculpen a mi hermano, es que tiene los huevos grandes y a veces tropieza con ellos, lástima que sea retrasado, pues las mozas no se separarían de él.
Wilie se sentó en una de las mesas y la guapa posadera le dijo:
¿Vais a quedaros a dormir?
No se cómo, contestó pues no tenemos ni un penique.
Es cierto lo del chico —dijo la posadera.
Sí, lo es, retrasado de nivel 50 creo yo —dijo Wilie.
No, digo lo de los huevos.
¡Ah, también! Menuda desgracia tiene —prosiguió.
Os daré de comer y de dormir, pero me gustaría comprobar lo de los huevos.
La posadera sacó una tarta de verduras y Wilie ofreciome un jirón.
Ten, muchacho, lo vas a necesitar.
La posadera, me agarro y me apretó contra sus mullidos pechos camino de la habitación. Descubrí el sexo en aquella estancia que por falta de palabras no puedo describir. Tras varias horas de erecciones, ya vislumbraba mi epitafio. Pero entonces la bella mucama abandonó la sala y pude respirar. Segundos más tarde otra muchacha, hermana de la primera sabedora de mis gestas vino a visitarme y también me obligó. Ya con la lengua fuera entró de nuevo la mayor y quisieron probar el trío.
A la mañana siguiente mi maestro Wilie d’Afanar andaba con el estomago lleno mientras yo me arrastraba. Las posaderas nos despidieron con lágrimas en los ojos. Aún yo las recuerdo con melancolía, pues fue la última vez que supe de ellas.

Suprunaman 15/08/06

Minué en los reinos. De Suprunaman

Libertad era un país con un gran poder económico, su ayuda había sido útil en momentos delicados de la humanidad.
El rey Jorge había subido al poder de este país gracias a unas elecciones generales, tenía un carácter fuerte, carismático y sus decisiones beneficiaban al conjunto del mundo.
Cierto día, el rey Jorge, después de iterar sus quehaceres matutinos, reunió a sus consejeros y les dijo:
-Queridos consejeros/as; en nuestro país, Libertad, podríamos considerar que somos el cargador del mundo, allí donde hay hambre acudimos para saciarla, donde hay guerra vamos a restablecer la paz, donde hay catástrofes llegamos con celeridad para socorrer a los damnificados.
Anoche, mientras disfrutaba de mi descanso, vino a mi memoria la idea de crear un mundo nuevo. Libertad es referencia en el mundo, así que enviaremos cónsules a todos los reinos a los que todos obedecerán porque en realidad el mundo quiere ser como Libertad; les daremos nuestra propia lengua, de esta forma todos nos podremos comunicar sin dificultad, les daremos nuestras ideas políticas para que mejoren su calidad de vida, disfrutarán de nuestras costumbres. Haremos del mundo un lugar más habitable y mejor.

Los primeros cónsules llegaron a sus destinos y cual fue su sorpresa al ver las negativas de los reinos a la visión del rey Jorge.
El monarca de Libertad se enfureció, ¿cómo es posible que se nieguen a formar parte del reino más grande y con más potencial del mundo? ¡Haced llamar a mis consejeros/as!
En unos minutos se encontraban de nuevo reunidos y el rey Jorge dijo esta vez: Todos los reinos del mundo formarán parte de mi imperio, si no es por las buenas será por las malas, yo les puedo ofrecer calidad de vida y la tienen que aceptar, mandaremos tanques, aviones y soldados, construiremos celdas y encerraremos a aquellos que estén en nuestra contra y de esta forma podremos hacer realidad nuestro sueño, libertad para toda la humanidad.

Suprunaman 07/08/06

El baile de las sombras De Suprunaman

Caía la medianoche. Estaba de pie frente al muelle, en mi boca un pitillo que aspiraba como si quisiera arrancarme la vida. Miré hacia el Cadillac, Jessica estaba repantigada en el asiento de piel con sus jeans cortos ajustados, sus largas piernas culminaban en unos zapatos de tacón de aguja que apoyaba en el salpicadero del coche; su blusa amarilla resaltaba su tez rosada.
Maldita sea mi vida, cuanto me gustaría poder retroceder en el tiempo y cambiar lo que pasó aquella noche. No se puede apartar de la memoria. Por aquella acción tengo negado el descanso y lo asumo con tristeza.
Llevé a Jessica al lugar que ellos me habían pedido. Me habían pagado una suma de dinero que iba a ser mi cargador, mi sustento por unas semanas; aunque no me preocupé por el desenlace final.
Con gran celeridad, unas figuras aparecieron de la sombra y se abalanzaron encima de Jessica que quedó inmovilizada en aquel vehículo.
Lenny, socorro, gritaba. Aquellas sombras iteraban una y otra vez sus acciones. Finalmente Jessica sucumbió ante aquel minué de muerte.
Preso en mi celda me arrepiento de haber cambiado su vida por un simple puñado de dólares. Su sufrimiento, su angustia y su dolor ahora forman parte de una tortura que me persigue sin tregua. Maldita sea mi vida. Jessica, perdóname.

Suprunaman 02/08/06

Y. M. C. A.. De Suprunaman

Érase una vez un pene superlativo, elegante, y solterón. No había noche que no saliera a triunfar por la ciudad, con su cabello negro y rizadito echado para atrás, en busca de las más bellas pin-ups, chochetes con ganas de marcha.
Se dice, que por error, este pirata del sexo llegó a un extraño lugar, donde era imposible no sucumbir bajo el ritmo de “Y M C A”, sus pies se movían sin cesar al igual que sus brazos, “Y M C A, Y M C A”, cubata tras cubata iba aumentando su alegría.
¡Viva los chochetes! —Gritó.
Se hizo el silencio por unos segundos, carcajadas y de nuevo música, al mirar a su alrededor, su gozo se vino al suelo. Un pene y otro, y otro, se abrazaban y se besaban “Y M C A”. Se tocaban y se frotaban “Y M C A, Y M C A”. Estaba en un garito gay. Hipnotizado por aquella música infernal, sin saber cómo, acabó en los brazos de un pene sarasa conocido por antonomasia como “La Chochona de Puerto Rico”.
¿Si lo vieran sus ancestros? Estaba en la cama con una loca que no paraba de cantar “Y M C A, Y M C A”.

Suprunaman 27/07/06

Una lagrima por bettie. De Suprunaman

Sus ancestros habían sido piratas, aventureros y bebedores natos, contagiaban su alegría a cualquier puerto al que desembarcaban.
Bettie no había perdido aquel legado, allá donde ella iba todo era diversión, glamour y juegos de seducción. Bettie era conocida por antonomasia como la “pin-up” por su actitud siempre provocativa y sensual.
El 5 de agosto de 1962, los periódicos dieron la noticia, Bettie había sucumbido tras una sobredosis de barbitúricos, todo apuntaba a un suicidio, aunque la verdad podría haber sido otra.
Sinclair —dijo —soy el encargado de la investigación.
Pase —dijo un pequeño agente, con actitud nerviosa.
¿Qué han encontrado Otis? —Dijo Sinclair
Sólo un bote de barbitúricos vacío. Lo tenía en la mano. Bettie se suicidó.
Sinclair se acercó a la cama donde todavía yacía el cuerpo desnudo de Bettie, y observó como una lágrima le resbalaba por la mejilla.
Sabes Otis, —dijo Sinclair —frecuentemente las lágrimas son la última sonrisa del amor.
¿Qué quieres decir?
Sinclair abandonó aquel apartamento y se dirigió a la comisaría, debía cotejar toda la información. Una chica como la “pin-up”, tan atractiva y glamorosa tenía amigos influyentes a los que seguramente no interesaba airear los trapos sucios. La muerte de Bettie podía salpicar a demasiada gente, habría que estar atentos.
Frankie había sido novio de Bettie, vivía con sus padres en una mansión, su padre era el propietario de uno de los bancos más importantes de Nueva York. Frankie no podía ser más que el hijo mimado de una familia que no era capaz de controlar sus vicios, adicto a la bebida y al juego, un hipócrita, que después de echar una lágrima por Bettie dijo:
Sinclair, es mejor que abandones el caso, es mejor así.—Sinclair quedó boquiabierto al oír aquella frase. —¿No quieres contarme nada?
Frankie empezó a sudar.
Lo siento Sinclair, no me encuentro muy bien. La muerte de Bettie es muy dolorosa para mí.
Ya nos veremos Frankie, ya nos veremos. No abandones la ciudad.
Sinclair no podía olvidar aquella imagen, el rostro de Bettie y la lágrima rodándole por la mejilla. Indudablemente alguien conocido la había asesinado.
Sinclair había llegado a las escaleras de su apartamento, cuando un fuerte golpe en la cabeza lo dejó sin sentido.
Al abrir los ojos se encontró sentado en una silla, maniatado. Sin lugar a dudas se estaba acercando al asesino.

Suprunaman 18/07/06

Cosas que pasan. De Suprunaman

Solía pasear por los parques, se sentaba en un banco y veía como paseaban las abuelitas.
Una viejecita se sentó a su lado, a echarle de comer a las palomas. La anciana miró a Mariano. De la comisura de los labios le resbalaba la baba, algo empezaba a repuntarle en la bragueta del pantalón.
¡Agüelasta! Gritó la vieja, y después de propinarle varios golpes con el bolso se marcho.
El tema era que Mariano se ponía cachondo al mirar a las abuelitas y verles la combinación, que siempre asomaba por debajo de la falda.
Cuando Mariano veía a una ancianita, entraba en un trance, una especie de sueño sexual que no podía controlar, por ello decidió acudir a un psicoanalista.
El doctor le miró a la cara después de haber examinado a Mariano.
Es usted un guarro insaciable —dijo el psicoanalista —es un “agüelasta”, son diez mil —agregó seguidamente.
¿Que puedo hacer doctor? -Preguntó Mariano
Marcharse inmediatamente, “agüelasta”, y córtesela.
Desconsolado, triste y desesperanzado, Mariano fue al parque a llorar su desgracia,
¿Dios, por qué me has abandonado? —Dijo.
Entonces se abrieron los cielos, una luz cegadora le dañaba los ojos.
Hola joven, me llamo Engracia, soy una abuelita muy “guarrindonga”.
Mariano se levantó del banco, miró a los cielos y dio gracias a Dios, después agarró a la viejecita y le dio un beso de tornillo.
Ambos marcharon del parque, cogidos de la mano, y fueron felices una temporada; hasta que se enteró el hijo de doña Engracia que era el psicoanalista.

Suprunaman 15/07/06

Un domingo cualquiera. De Suprunaman

Cada domingo Pedro y Marc se reunían en casa de Marc para ver el partido. A Pedro no le gustaba el fútbol, no era forofo de ningún club; no obstante, defendía los colores del equipo que no le gustaba a Marc. Era la manera en la que Pedro se sentía a gusto.
El partido estaba a punto de empezar, Pedro y Marc sentados en el sofá, los pies sobre un banco, con la cerveza y las papas.
Era un partido complicado Recreativo—Mallorca, si ganaba el “Recre”, el Barça era campeón, en caso de perder el Real Madrid alzaría el trofeo de liga.
El partido era de infarto, ambos equipos intentaban adelantarse en el marcador, indudablemente habían maletines de por medio. En una combinación entre los delanteros el Mallorca metió gol y Pedro se levanto a festejarlo:
¡Goooolllllllllll, gol, gol, gol, gol…!
Maldito hijo de puta, pensó Marc, este gordo cabrón, insaciable de papas, viene a mi casa y me jode la tarde”.
Ya repuntaban los últimos minutos de la primera parte cuando el Mallorca metió otro gol y Pedro volviéndose a levantar grito:
¡Goooolllllllllll, gol, gol, gol, gol,…! Era asqueroso ver aquella masa mollosa, botando, de la comisura de los labios le resbalaba la baba mezclada con las grasientas papas. El sueño de la liga del Barça empezaba a desvanecerse.
Marc fue a la cocina para intentar calmarse, pero desde allí seguía escuchando los gritos de gilipollas de Pedro. Marc cogió una barra de pan duro que había en la mesa, se dirigió a Pedro y le metió con la barra en la cabeza.
¿Pero qué haces? —Dijo Pedro
Marc le arreó otro golpetazo.
¡Venga di gol ahora!
Y le pegó otro golpe, y otro y otro. Cogió las papas ahora y con ellas intentó cortarle el cuello y las venas. Un charco de sangre empapaba la alfombra. Por fin Marc se sentó de nuevo en el sofá. Empezaba la segunda parte, en media hora el “Recre” remontó el partido y acabó ganando. "Final del partido el Barça campeón de liga", dijo el comentarista.
Marc se levanto y haciéndole un corte de manga a Pedro le dijo:
Ahora te jodes.

Suprunaman 10/07/06

Conseguido. De Suprunaman


Podía decir que estaba de mierda hasta el cuello. Estaba sentado en un banco, frente a un callejón sin salida. Comía pipas, parecía la única forma de parar aquella insaciable sensación de desánimo. Adiós a su sueño dorado de convertirse en un ídolo. Era un fracaso, fracaso en lo profesional, fracaso en lo familiar, fracaso en lo sexual.
Se quedó transpuesto, todo se volvió rojo. Un joven musculoso, aceitoso y desnudo le dijo:
Sígame.
¿Pero que dice usted?, ni loco. ¿Qué es esto? Estaba sentado en un banco, y de repente aquí estoy ¿Dónde?
En el infierno.
Dios mío, no lo puedo creer, estoy al borde del colapso. Se me están quemando hasta las pipas.
Iba siguiendo a aquel hombre sin saber dónde. Al mirar a su alrededor, vio que las paredes estaban repletas de gente, una pared humana que gemía.
¿Y toda esta gente, que ha hecho?
Gente que no cabía en el cielo —dijo el aceitoso.
Y ¿Qué hago yo aquí?
Es usted un invitado, es usted un fracaso profesional, familiar y sexual, jugador, vicioso, es usted un ídolo aquí en el infierno.
Pero bueno, si ni siquiera soy capaz de matar a una mosca, matar, eso si es un auténtico pecado capital. Yo, yo…
Hemos llegado.
Abrió la puerta. Salió a recibirlo un hombre vestido de color salmón, con una camisa pistacho y una corbata celeste.
Menuda combinación, ahora ya estoy seguro que estoy en el infierno. ¿Su nombre es? Porque creo que voy a poner una reclamación, me está usted jodiendo la vista
Lucifer me suelen llamar. Me gusta tu sentido del humor —dijo.
Quiero una explicación, no será gay.
Lucifer frunció la comisura de las cejas.
Estas muerto.
A mi no me tutees.
Dijiste que estabas jodido, hasta el cuello de mierda literalmente, y te hemos traído aquí, eres un invitado de honor. ¡Bienvenido al paraíso¡ —dijo Lucifer.
¿Honor? ¿Y que ventajas voy a tener si me quedo?
Juergas, mujeres y una habitación con aire acondicionado —le dijo.
Vaya, creo que estoy empezando a repuntar.
Tal vez este sea el principio de una buena amistad —dijo Lucifer.
¿Sabes Lucifer? Allí arriba serías un excelente vendedor
Y aquí abajo también —respondió este
Y desaparecieron entre la bruma y el olor a azufre.

Suprunaman 06/07/06

Que regreses. De Suprunaman

Ya repuntaba el alba, Vincent estaba sentado en un banco, con su caja de pinturas y sus pinceles desgastados, como si de un sueño se tratara, recordó a su buen amigo Paul, sus conversaciones, sus paseos por el campo… hacía meses que Paul lo había abandonado a causa de una ridícula pelea.
Vincent insaciable creador, cogió un lienzo y empezó a pintar la silla en la que Paul solía sentarse, encima de esta reposaban sus libros y su pipa. La combinación de colores era exquisita, verdes, rojos, ocres, se echó un poco para atrás y entornó los ojos, casi podía sentir el olor de su buen amigo. Ahora había cogido el amarillo y con una pincelada nerviosa esgrimió una luz con tanto ímpetu que echando el pincel hacia atrás se pintó hasta la comisura de los labios.
Había terminado el cuadro, acto seguido se puso a escribir una carta, estaba nervioso, alterado, no sabía que debía decirle a Paul para que volviera a la casa, en un acto de bloqueo emocional cogió su navaja y se cortó la oreja, la envolvió con papel de periódico y la metió en un sobre, luego escribió unas letras:

Querido amigo Paul, sólo te pido que me perdones y que regreses, eres mi único amigo.

Firmado
Vincent

Suprunaman 03/07/06

Noche de Fiesta. De Suprunaman

Jesús estaba sentado frente al ordenador viendo la película “Rocco Tarzán” y haciéndose una gayola, estaba a punto de eyacular cuando se abrió la puerta de la sala, de un salto quedó de pié encima de la silla de ruedas. Enfrente de él estaba su abuela, de pie y con camisón, con su piel arrugada, la boca desencajada y las cuencas de los ojos vacías, acercándose hacia el con un cuchillo en la mano. Jesús con la mano aún en su pene decía:
¡Coño, coño, coño!
El miedo y la excitación hicieron que su pene estallara en la cara de aquel zombi con cara de su abuela. La vieja empezó a gritar, a gesticular y su piel empezó a derretirse hasta que en el suelo sólo quedó un caldo verde y viscoso.
Ya estaba más sobrio y a oscuras, palpando por el pasillo tropezó con algo. Velozmente encendió la luz, su padre y su madre estaban allí, tenían el mismo aspecto que su abuela, y empezó una diatriba entre ellos
Noche de Fiesta, Noche de Fiesta, repetían una y otra vez.
¡Maldito José Luís Moreno!
Te vamos a matar Jesús.
¿A mi? Y una mierda, y cogiéndose de nuevo su porra les tiró un chorro de semen que también a ellos empezó a derretirlos.
El abuelo estaba sentado en el sofá, dormido, el abuelo siempre se dormía viendo Noche de Fiesta, así que era su esperanza.
Abuelo, abuelo despierta, necesito tu semen.
Vaya hijo, pues lo tienes crudo, yo ni con la Vinagra esa, que ya tengo 90 años.
Pero aún así y con la asiática que lo estaba matando accedió a ayudarlo.
Fueron al trastero, allí encontró una “recortá”, prepararon unos cartuchos con una mezcla de pólvora y semen.
¡Ahora verán esos malditos!
La calle era una nava, pasaron cerca del barrio chino, y una chinita con cara de zombi empezó a acercárseles, se quitó el sujetador, al parecer le apretaba y le cortaba la circulación. El abuelo se tragó tres visagras, se bajó los pantalones y dijo:
Vete Jesús, ya me encargo yo.
Dios en la puerta de la discoteca no cabía ni un alfiler, alguien se había encargado de enchufar Noche de Fiesta en la pantalla gigante y miles de zombis salían de aquella sala, el mundo estaba a punto de perecer. Jesús no iba a tener tanto semen.
¿CONTINUARÁ?

Suprunaman 30/06/06

El jardín de la luz. Suprunaman

Nació de madre muerta. Su cabello era del color de la luna y su piel pálida tan fría como el hielo. Pronto la vistieron con un negro crespón.
Vivía en tierra de navas donde gobernaba la oscuridad. Decidió entonces coger su larga guadaña y abandonar aquel siniestro lugar. Quería encontrar las flores más bellas, de colores vibrantes y aromas dulces; deseaba llevárselas a su jardín que ahora se le antojaba triste, sobrio, gris.

No es violenta, no le gustan las diatribas, su acto es como quien corta el hilo que aún pende del alfiler.
Un llanto de bebé se esconde entre la mugre de la calle, ella lo recoge, lo acuna y le da su amor.
Un hombre mayor ha vivido la guerra, a muchos amigos y patriotas ha visto morir. Ve llegar a la sujetadora de la guadaña, ni siquiera tiene que preguntar, ya sabe quien es y su calor lo llena de gozo.
Una hermosa mujer se palpaba la vena, la heroína hace el resto y con los brazos abiertos la espera la muerte.
Muerte, su nombre está unido a su destino, día y noche Muerte recoge incansablemente las flores más bellas, flores que iluminan su jardín.

Suprunaman 26/06/06

Recuerdos del pasado. De Suprunaman

Rick estaba sentado frente a Sam, bebiendo una copa de bourbon.
Tócala Sam, dijo.
Éste, mirándolo con ojos de tristeza comenzó a acaricias las teclas del piano, su voz ronca y armoniosa iluminaba el local con recuerdos del pasado, sus ojos se llenaron de lágrimas.
Hacía varios años que Ilsa había cogido aquel avión. Una vez más, Rick pensaba en la forma tan sobria en la que se despidió de Ilsa. Una diatriba había en su interior, tendría que haberle dicho a Ilsa que se quedara. “Ahora ambos seríamos felices, Laszlo hubiera continuado igualmente con su guerra, pero nosotros…”
Sam terminó su canción, y un silencio inquietante se cernió en la sala, era como una tierra de navas, vacía e inhóspita. Esta noche Rick también dormiría en su café.
Era por la mañana, en la barra lucían varias botellas de bourbon. A Rick todo le daba vueltas, se sentía como si miles de alfileres se le clavaran en el estomago, se palpó la cabeza para intentar que aquella gran noria dejara de rodar. No pudo evitar vomitar. Maldito Victor Laszlo.
Eran las nueve de la tarde y el café de Rick estaba a reventar. Casablanca es el sujetador de aquellos que no saben donde ir, un alto en el camino que a veces es demasiado prolongado.

Suprunaman 23/06/06

La chica de mi vida. De Suprunaman

Después de la diatriba en el casino, Rick salió de la sala de juegos escoltado por dos vigilantes que lo cogían por los brazos.
En el aparcamiento restaba su Mustang de color rojo fuego. No estaba demasiado sobrio, pero de igual modo se dirigió a casa de Mad.
Mad vivía en las afueras, en una casa rodeada de navas, un lugar donde sus matones eran jueces y verdugos.
Ya estaba cerca, así que apagó las luces del flamante Mustang y se acercó algunos metros más. Palpó bajo del asiento y sacó su revolver.
Uno hacía guardia en la entrada. Rick se abalanzó sobre él, un golpe con la culata dejó al vigilante sin sentido.
El chirriar de la puerta alertó a Mad que salió al pasillo. Fue entonces que se encontró con el cañón de Rick en la frente. Lentamente empezó a retroceder hasta la estancia.

Tranquilo Rick, dime, ¿que es lo que quieres, dinero?— y metiéndose la mano en el bolsillo sacó un buen fajo de billetes.
No quiero tu asqueroso dinero, he venido a por Wonderly.
¿Wonderly?, no está aquí.
Dile que salga, se que está detrás de la cortina, desde aquí le puedo ver sus zapatos.
Wonderly, sal.

Wonderly salió de su escondite metiéndose la mano en el sujetador, sacó una pequeña pistola y apuntó a Rick.

No lo harás Wonderly, tira el arma— dijo Rick — Déjame en paz. Eres un fracasado. — Rick prosiguió —¿No te acuerdas de nuestros sueños?, París, abandonar este asqueroso país...

Aprovechando su estado melancólico, Mad se echó encima de Rick, ambos forcejearon con el arma hasta que se les escapó de las manos; frente a frente empezaron una pelea. Rick mareado por su estado etílico lanzaba los puños al aire. Como si de un alfiler se tratara, Rick notó un pinchazo en la nuca y cayó al suelo.

Bien hecho Calatraba, borracho como estaba y casi no puedo con él, menuda mole. Deshazte de él.
No Mad, por favor, ya me tienes a mi que es lo que querías, —dijo Wonderly, —haré lo que tu quieras, pero no lo mates.

Al despertar, Rick estaba atado de pies y manos, Wonderly lloriqueaba frente a él.

¿Por qué lloras preciosa? ¿No tienes lo que querías?
No —dijo ella. —Lo que quiero es a ti.
Pues desátame y seamos felices para siempre.

Suprunaman 20/06/06

La cabina de Panchamon. De Suprunaman

Panchamon era un país muy amplio, kilómetros y kilómetros de extensión, pero tenía el problema que era muy estrecho, tanto, que las vacas, por poner un ejemplo, se mantenían con dos patas, o bien las derechas o bien las izquierdas.
Los panchamones, que así se llamaban los pobladores de este país, habitaban en una extensión de tierra que formaba un arco. Allí, el concejal de urbanismo consideró que debía colocar la cabina telefónica y alrededor todos los edificios de organismos públicos. Primeramente ubicaron la cabina y al ir a construir el resto de edificios se dieron cuenta que no cabían, así que se fueron a vivir todos en la diminuta cabina.
Mil panchamones en la cabina, se organizaban estratégicamente para no molestarse los unos a los otros.
El sr. Hole, fue el primero que entró en la cabina en sus tiempos de mozo, era un guripa. 90 años después, se encontraba refunfuñando en el fondo de aquel lugar que se le antojaba un zulo.
Llegaron las fiestas nacionales y los jóvenes decidieron montar un partido de fútbol, y a todos les pareció buena idea. La cuadrilla de futbolistas se encasquetó el equipaje de la selección, pantalones de boca de campana y camisetas con volantes, parecían unos lolailos.
El arbitro silbo el inicio del partido, a los dos minutos pitó falta, - si no lo he “tocao”, decía el jugador mientras era amonestado.
El alcalde estaba nervioso por la actuación del colegiado, - ¡ponte gafas!, le gritaba chupando su puro. La vieja doña Engracia que estaba sentada a su lado daba cabezadas, el alcalde en un momento de arrebato se acercó efusivamente a la vieja, y con el puro flameó el plateado cabello de doña Engracia.
Todo el mundo empezó a abuchear al árbitro, y el señor Hole, como pudo se metió la mano en el bolsillo y sacó un encendedor, - ¡ahora verás!, y lanzó el encendedor hacia el colegiado. Éste que estaba ojo avizor hizo un quiebro y lo esquivó. El objeto fue a impactar en el cristal de la cabina que se hizo añicos. El aire entro en el recinto; con la presión la cabina se fue al suelo, y se tuvo que suspender el partido.
Fue entonces que el concejal de urbanismo le dijo al alcalde: - Creo que deberíamos hacer la cabina más grande.

Suprunaman 13/06/06

Fiesta de cumpleaños. De Suprunaman

Me aburren los cumpleaños, siempre son iguales, besos y más besos, buena cara y pastelitos de fresa para toda la cuadrilla.
Este año iba a ser un año especial, la mayoría de edad estaba a la vuelta de la esquina y para celebrarlo papá me había preparado una fiesta por todo lo alto.
Vinieron mis tíos sicilianos, mis primos y algún amigo más, prácticamente la mafia de todo el mundo se encontraba allí, en mi casa.
A mi primo Beni le gustaba dar la nota, este año cantó el feliz cumpleaños vestido de lolailo mientras la tarta se flameaba, lo cierto es que más bien parecía “el coloso en llamas”. La gente estaba feliz, cantaban y aplaudían.
Antoine era el más refinado de mis primos, había estudiado en Oxford, era todo un atleta, campeón de arco en la universidad, esta cualidad le serviría para mucho en el futuro, indudablemente.
Mis primos favoritos, Beni y Antoine. Este año habían sido muy guripas y en secreto habían preparado el mejor regalo que yo podía imaginar.
Estaban todos bailando canciones de la Década Prodigiosa, fue el momento que ellos escogieron para darme su regalo.
Recorrimos prácticamente toda la casa, como si fuera un gincama. Al llegar al sótano me mostraron una puerta, y cual fue mi sorpresa que al abrirla, en aquel zulo encontré a Mateo Garramiola, el chico más guapo del instituto, atado y amordazado y sería mío para siempre. Gracias primos.
Mi nombre es Mafalda Aquarela, acabo de cumplir 18 años, hoy es mi cumpleaños y soy la chica mafiosa más feliz del mundo.

Suprunaman 12/06/06

Inesperado. De Suprunaman

Había cagado en un tiesto, tan guripa como era; únicamente esto había encontrado en aquel zulo al que llamaba casa.
Era un zurullo grande y hermoso, sin pensárselo metió las manos en el tiesto y empezó a amasar aquella boñiga. Primero hizo una pelotita, casi era redonda. De una de las estanterías sacó un tarro que contenía musgo, estaba recubierto por una gelatina viscosa, aquella planta resultaba milenaria. Hincó los dedos en la caca e hizo un surco, posteriormente escupió y la saliva resbaló por la pendiente que había realizado. Alzó el excremento a la luz de aquel sol que iluminaba el cubil, no estaba mal.
Pensó entonces que un lolailo que cantara por “soleares” le daría alegría y salero a aquella escultura y se afanó en crearlo, pero este se sentó a la sobra de unos hierbajos, se sentía solo, —ya lo tengo, le fabricaré una cuadrilla de gitanillos para que le hagan palmas— pensó, y así lo hizo; los dispuso alrededor de una hoguera flameante donde cantaron, comieron, bebieron y se regocijaron.
Pasaron siete días y aquel artista se cansó de ver el espectáculo de los “cantaores”, quería experimentar con otras materias, con otros sonidos… así que cogió la bola de mierda con una mano, hizo un arco de noventa grados y lanzó aquella esfera verde y azul a la que llamaba Tierra a un cubo, encima del recipiente cilíndrico, un cartel pegado y escrito con letras mayúsculas culminaba con la palabra ESPACIO.

Suprunaman 06/06/06

En busca de mi destino. De Suprunaman

Se mueve como una endiablada sombra en la penumbra, sube a su chopper y aprieta el botón, aquella casa salta por los aires. Me llamo Dennis Hopper y busco mi destino, roooommm, roommm, (suena la música de los Rolling Stones) A to be waaaaayyy.
Circulando por la carretera a velocidad anormalmente reducida pisa una serpiente con desdén, y aquel bicho empieza a retorcerse como si fuera los tentáculos de un calamar, se para unos segundos y mira el espectáculo. Sigue su camino tragando todos los insectos que salen a su encuentro, un sabor amargo le resbala por la garganta. Tras la curva unas luces fosforescentes le indican que ha llegado a un motel.
En recepción una preciosa muchacha hace pompas con el chicle, su perfume proyecta cierto maleficio que lo embriaga, al poco tiempo están en su habitación, ella lo halaga con su cuerpo juvenil.
Al despertar ella ya se ha marchado, se sienta desnudo en la cama y revisa su bolsa, allí está todo el dinero, un revolver culmina la montaña de billetes.
Se oyen a lo lejos el sonido de las sirenas, es la hora de marchar, baja por las escaleras del motel, recepción está vacía, se va sin pagar. De nuevo sube a su moto y vestido de negro desaparece tras una nube de humo (vuelven a sonar Rolling Stones).
Siente las sirenas detrás de él fuertes y ensordecedoras, ruega con preces que no lo busquen a él.
Deténgase en la cuneta —dicen por el altavoz, pero Dennis continua su marcha acelerando, los agentes se acercan aún más y Dennis saca una ametralladora que lleva escondida y dispara una ráfaga de balas que impactan en los agentes que se estrellan contra un árbol, se escucha un petardeo y el vehiculo policial prende en llamas. Se detiene para ver el espectáculo.
Rooooommmm, roooommmm, me llamo Dennis Hopper y voy en busca de mi destino. A to be waaaaaayyy.

Suprunaman 29/05/06

Muerte en la Iglesia Negra. De Suprunaman

Año 1689 Brasov, Rumania

Aquel endiablado cazador, me arrastró hasta el Templo Parroquial Protestante Luterano y aprovechándose de mi fragilidad al sol, no dudó en atarme fuertemente, me escupió a la cara con desdén y me dijo:
Ei, calamar, ¿no te apetece chupar sangre ahora? —se encendió un puro grande y mal oliente, mi cuerpo aun estaba ardiendo, yo le miraba con mi vista nublada, pues aquel vasto lugar estaba impregnado de preces, de crucifijos e incluso de maleficios.
Había rociado el suelo con una sustancia inflamable, ya en la puerta lanzó su puro y la iglesia empezó a arder conmigo dentro.

El 1670 fue un buen año, vivía en Transilvania, en una casona envuelta de espesos bosques teñidos de verde y pardo, sobre las colinas se dibujaban formas misteriosas a la luz de la luna. Cada noche me acercaba al pueblo donde las jóvenes me halagaban ofreciéndome su grácil belleza, y yo les correspondía con un viaje de muerte que las llevaba al éxtasis.
Fue entonces que todo el mundo empezó a hablar de maldiciones, de brujas, de vampiros, se organizaron grupos de caza, Transilvania ya no era segura.
Decidí entonces visitar mi querida Rumania, y fui a Bucarest, Targoviste, al llegar a Curtea de Arges me encontraba bien y lucía mi aspecto más noble y me encapriché de una joven, la hubiera hecho inmortal, pero alguien me había seguido los pasos desde Transilvania, Christopher Belmont, bisnieto de aquel que mató al Conde, yo no pude más que huir dejando morir a aquella que hubiera sido mi compañera.
Christopher dio conmigo de nuevo aquí, en Brasov, el 7 de agosto de 1689, cuando el día es más largo, no hay duda que me quería, yo había sido para él un auténtico quebradero de cabeza, difícil de atrapar. Encontró mi escondite cerca del cementerio y como una ráfaga de viento, sin dar tiempo a que el sol se escondiera de nuevo me arrastró hasta este infierno de santos y fuego, ahora sólo me queda morir.

Suprunaman 22/05/06

El día que fui al circo. De Suprunaman

Los carromatos invadieron las calles, la cabalgata mostraba un sinfín de criaturas, payasos, trapecistas todos ellos desfilando alegremente; la gente salió de sus casas para verlos y unirse a la música festiva y a la lluvia de confeti, había llegado el circo.
En un par de horas el circo mostraba un aspecto extraordinario y los primeros visitantes se acercaban con curiosidad.

Pasen y vean señores el hombre menguante, cada año se reduce más y más. La mujer de cuatro tetas venida del espacio exterior.
¿Y que le pasará cuando no pueda empequeñecer más? —preguntó una niña
¿Cómo?
El hombre menguante, ¿que pasará?
¿Has venido sola niña? —dijo el presentador
Si – contestó ella
Pues… que se convertirá en un prepucio y desaparecerá para siempre, venga niña, ves y compra una entrada —dijo el presentador

Mari se coló por debajo de una tienda y allí observó algo realmente insólito, ¿era una mujer o un pez? Sentada en una pecera cantaba una canción mohína sobre un marinero del cual se enamoró, entonces entró un hombre gordo, llevaba unas guatas que lo hacían más corpulento, vestía de rojo, un sombrero de copa le cubría la testa.

Te he dicho que no cuentes historias a nadie, ¿crees que te dejaré marchar?, ni en un millón de años, mi tesoro es mío.

La joven sirena se metió en la pecera llorando. Mari se aproximó a la sirena.

No llores, yo te ayudaré —le dijo
Este es mi sitio, no hay lugar donde pueda ir, ya no hay sirenas en la tierra.

Y Mari salió de aquella tienda llorando, corría tan sofocada que tropezó, y al alzar la vista se encontró con el hocico de un león homicida que le rugía en su misma cara.

Quieto Simba, —dijo el domador, — ¿que te pasa niña?

Y entre sollozos le explicó lo que había sucedido.

Esto es el circo pequeña, cada uno tiene su historia.

La acompañó hasta donde estaban reunidos todos los compañeros, el domador explicó al hombre gordo que la pequeña Mari los había oído, este se acercó a la pequeña y se disculpó, luego la invitó a sentarse con ellos junto a los carromatos donde una fogata crepitaba tacos de madera vieja, los gitanos a su alrededor cantaban y bailaban.
Poco a poco Mari fue cerrando los ojos, al despertar, ya estaba muy lejos del pueblo.

Suprunaman 16/05/06

Carta a Java el Brut. De Suprunaman

9 de Mayo de 2006

Luc CagantBroses
Planeta Naboo
CP. 1001
Ciudad: Kaguera

A la Atención del señor Java el Brut

Muy Señor mío:

Hace varias lunas mientras mis amigos celebraban un guateque espacial, les atacaron sus soldados, que como homicidas, violaron a nuestros droides y tocaron las tetas a todas nuestras amigas con la excusa de una inspección rutinaria.
Estoy un tanto mohíno también con usted señor Brut, pues me han llegado noticias de que a mi amigo Solo, la madre de vuecencia, le ha pegado un taco y le ha cortado el prepucio, no es que me sepa mal, pero al menos podrían haberle puesto Mercromina para curarle, digo yo.
Por otro lado, todos sabemos que a mi hermana Ralla (Snif) CagantBroses, le gusta mucho la fiesta y que sus soldados la encontraron con una guata húmeda en la frente, pasando la resaca en el puticlub “Cuarto menguante”, a mi y a la resistencia nos gustaría que nos la devolviera, pues no sabemos de donde sacar la coca.
Del mismo modo, espero me devuelva los droids violados, pues próximamente tenemos una “rave” gay y una de las principales atracciones es el sexo droid.
Sin otro particular y esperando no tener que penetrar en sus dominios por la FUERZA se despide afectuosamente.

El Julay Luc CagantBroses

Suprunaman 10/05/06

La primera mañana. De Suprunaman

No era consciente si era por la mañana, medio día o la noche, lo que sí sabía era que mi tiempo menguaba a pasos agigantados.
Estaba mohíno pues ahora veía el final de mi existencia, un taco de guata húmeda cubría mi afeitada cabeza. El guardia encargado bajó la palanca y una gran descarga me dejó frito.

Abrí los ojos y me palpé la cara, los brazos, el prepucio, al parecer todo estaba en su sitio. Me hallaba en un espacio oscuro, muy oscuro, no podía ver más allá de mis pies, empecé a andar con precaución, el camino era interminable, a cada paso, mis pies se hundían en una masa parecida al lodo, al fin vi a alguien: -¡perdone, perdone! -dije, un rostro cadavérico, con los ojos amarillos y la mandíbula desencajada se dio la vuelta, tal fue el susto que al intentar dar un paso atrás no recordé que estaba hundido en el lodo y caí sentado en la masa viscosa. –Homicida ¿eh? -Dijo el extraño personaje mirándome la cabeza y se acercó a mi cara tanto que pude ver hasta lo más hondo de sus cuencas, -ya verás, ya verás, ya verás -y soltó una carcajada.
Era la primera mañana después de mi muerte.

Suprunaman 08/05/06

Compañeros de viaje. De Suprunaman

Estaba en una de esas clases de mates soporífera y caí en el profundo sueño de la “última fila”, soñé con un viaje excelente al centro de la Calabaza, iba subido en una escoba aerodinámica rematada por un alerón, los algoritmos y las matrices daban forma a una ciudad de fantasía, vi a un uno que iba solo como la una, los “doses” iban a pares comentando el partido de los números primos, encontré también un viejo centenario que me habló de una montaña, donde un fotógrafo que no tenía un pelo de tonto tocaba un instrumento con el cual hipnotizaba a aquel que subía a su castillo y lo torturaba con películas de Manolo Escobar.
Yo que era valiente, pues este era mi sueño, decidí subir a dicho palacio, como Ulises quería escuchar el canto de las sirenas, fui a una frutería que había en el mercado y compré dos plátanos que me metí en las orejas y empecé el camino que llevaba al castillo del fotógrafo loco, subiendo por la senda, me tropecé con un Gringo que quiso acompañarme, pues no creía que pudiera llegar solo, -El camino es peligroso, dijo.
Al cabo de un rato de caminar se nos acercó un pequeño tren, -Locomotoro me llamo y os llevaré arriba de la montaña, también vimos a la reina de las palabras, Monelle nos dio una receta mágica con las que podríamos abrir la puerta aun sin tener las llaves, seguimos para arriba, ya divisábamos la puerta, nuestro aventura era ya algo dable.
Al llegar al portal dijimos las palabras que Monelle no había dicho “Carabirubí, carabiruba” y la puerta se abrió sin más, Horus nos esperaba armado hasta los dientes con sus soldados romanos –por la gloria de Roma, dijo y empezamos una batalla de chistes, agotados por la risa, Horus decidió unirse a nosotros para ver a Mon.
Al vernos, el fotógrafo loco tocó el instrumento mágico hasta que nos hipnotizó y enchufó la peli “El padre Manolo”, como yo llevaba los platanos en las orejas, conseguí salvar a mis compañeros de viaje.
Aquarella diosa del país, nos pintó una preciosa luna llena y un cielo estrellado, entonces sacamos el “Frangelico” y Mon se unió a la fiesta.
Mis fuertes ronquidos ya duraban tres minutos y el “profe” con su varita matemática me expulsó a la sala del director.

Suprunaman 01/05/06

El día del Astro. De Suprunaman

Mil doscientos islotes de coral esparcidos por el Océano Índico, un entorno natural, playas interminables y un clima excelente; esto son las Islas Malvinas.
Durante la Gran Guerra, este paraíso de fantasía se convirtió en zona estratégica para los ingleses quienes modernizaron su base de Gan y el aeródromo militar de Huele terminada ya la Guerra.
Una revuelta dirigida a los cabecillas y a la aristocracia que apoyaban la soberanía inglesa, propició la muerte de muchos argentinos que allí vivían.
El 22 de junio de 1986 es un día que los argentinos no podrán olvidar, Argentina e Inglaterra se veía las caras en la final del mundial y aunque los jugadores dijeron que el partido no tenía nada que ver con la revancha de la perdida de las Maldivas, podía ser un buen instrumento para humillarlos.
Él sería el ejecutor, fuerte y astuto, como si de un semidios se tratara maquinó sobre el césped una perfecta obra de arte, “diez segundos, diez toques, un héroe con el número diez”, Enrique jugó en corto para Diego que estaba cubierto por dos, sus pies se balanceaban adelante y atrás como lo hace el viento con el alerón de un avión, eran unos movimientos precisos, como un algoritmo, al ver que Reed corría y no podía alcanzarlo, a Diego le entraron unas ganas muy grandes de correr, ya solo delante del portero su gesta se convertía en dable ante la mirada atónita del público, la paró con la derecha y el portero se lanzó vencido fue entonces que cambió el balón de pierna y chutó un zurdazo que casi rompe la red. Fue el gol de su vida, era de esos goles que uno desea marcar jugando con los amigos, en cambio él había conseguido marcarlo en un mundial y por ello le daba las gracias a Dios.
El segundo gol fue de pase a la cabeza, pero iba tan lanzado que no pudo evitar ponerse la mano detrás de la cabeza y meterlo con el puño, los ingleses protestaban enérgicamente, no era posible que le hubiera quitado de las manos el balón al guardameta, y Diego no pudo evitar alzar el puño hacia el cielo, ahora podía decir que el gol había sido con la mano de Dios, mientras Valdano le decía Ssssshhhh con el dedo en la boca.
¿Qué más agregar? Sólo las palabras del mismo Maradona: “Yo soy Diego”.

Suprunaman 28/04/06

Entierro prematuro. De Suprunaman

Constantino Castellano era el menor de tres hermanos, sus padres siguieron el negocio familiar, el tráfico de alcohol. Constantino no llegó a terminar octavo curso, los algoritmos no eran lo suyo y empezó a integrarse en la familia.
No era un gran asesino, era más bien un negociador aunque no renegaba de las pistolas.
En poco tiempo la vida de Constantino se volvió excelente, su fama aumentaba y sus propuestas dables, cada vez gustaban más a los miembros de la familia, que veían aumentar sus cajas de caudales.
Vivía en una mansión enorme, fue entonces cuando Constantino conoció a Linn, una joven a la que contrató como asistenta. Pronto surgió entre ellos algo especial, a Constantino le parecía estar viviendo un cuento de fantasía.
Eran tan felices que hasta decidieron casarse, Linn empezó a preparar todas las cosas de la boda, en unos cuantos meses estaría todo preparado.
Pero los negocios de Constantino dieron un giro, todos sus envíos eran incautados por el FBI, empezó a perder puntos entre la familia, no acababa de entender que es lo que ocurría, probablemente había un chivato entre ellos.
Era el día de la boda, Linn estaba preciosa, vestida de novia, Constantino paseaba nervioso por toda la casa, al llegar a la cocina escucho unos pequeños zumbidos, la cocina era el lugar donde realizaba gran parte de sus negocios, y movido por un impulso miró bajo la mesa descubriendo un micrófono escondido, fue a la habitación de Linn y le preguntó:

-¿Qué es esto Linn? ¿De dónde ha salido?
-No lo se Constantino.
-¿Quien ha estado aquí? Dímelo. -dijo con un tono de voz alterado
-Vino un hombre, -dijo ella llorando
-Dios mío, ¿el FBI?
-Me dijeron que sabían de tus negocios y que te encerrarían a menos que tuvieran información de tus compradores.
-Dios Linn, te han utilizado como un instrumento en mi contra y ahora ya no hay solución.

Constantino hizo una llamada y aparecieron dos tipos en un coche familiar beige, rematado por un alerón.

- Vamos Linn -dijo Constantino
-¿Dónde?¿Dónde? -dijo llorando, su tez blanca tenía ahora unos chorreras negras que le resbalaban por la cara. Constantino le tapó los ojos con una venda y le dio un beso.

Estaba oscuro allí dentro, olía a tierra húmeda, estaba metida en una caja aterciopelada, por más que gritara, Linn ya estaba muerta.

Suprunaman 24/04/06

Implacable y mortal. De Suprunaman

Me hubiera gustado ser uno de esos fotógrafos de Playboy, estar todo el día contemplando hermosas señoritas desnudas, pero eso no les ocurre a los chicos como yo, la necesidad de buscarme la vida para sobrevivir me llevó a un callejón sin salida, siempre oculto, viviendo en el más absoluto anonimato.
Escondido entre las tinieblas de la noche preparo mi cámara, tan temible como un revolver.
Ahí está ese ministro con sus putillas, su coche elegante y su asqueroso rostro de arenque podrido.
Flash, flash, flash, una vez en la habitación no las trata con tanto mimo, en su maletín lleva ciertas herramientas, flash, flash, la escena es terriblemente asquerosa, flash, flash, prefiero no pensar en lo que está haciendo y aprieto el gatillo sin cesar. Cuando el muy cabrón vea esas fotos va a necesitar más de un orinal.
A la mañana siguiente.

Señor ministro, ha llegado éste sobre para usted.

Al abrirlo, su cara se descompone, pasa una foto tras otra, siente un leve mareo y despacio se tambalea hasta el sofá.

Necesita agua señor. —le dice el vigilante.
No, no, no es nada.

Y empieza a leer la nota:
“Siga estas instrucciones como si fuera un devoto y estas fotos no verán la luz. Intente jugármela y la ciudad será empapelada con estas preciosas fotografías artísticas.
Solamente quiero diez millones de euros, métalos en un a bolsa y déjelos en la estación del norte, tiene una hora.”

¡¡Maldito!! —Grita el ministro, lo prepara todo tan rápido como puede y sigilosamente abandona su despacho con una pistola metida en el bolsillo.

Está a la hora indicada en el lugar de la cita, deja la bolsa, me acerco y la cojo no sin antes mirar a aquel despreciable elemento.

Dame el carrete, venga maldito chantajista.
¿Se lo pasó bien anoche, señor? —le pregunta con cierta ironía.
¡Como trates de engañarme, no tendrás lugar donde esconderte!
Cree que sus amenazas causarán efecto.

Le doy un pequeño contenedor para que se calle, el muy idiota no sabe que yo disparo con digital.
Mañana por la mañana su carrera e incluso su vida se tambaleará, pues mis fotos cual mortero bombardearán toda la ciudad, ¿Crees que podrás hacer algo desde tu silla eléctrica maldito asesino?

Suprunaman 19/04/06

Historias del pollo pelado. De Suprunaman

Y se hizo la luz y todos pudieron verse las caras, los tomates estaban metidos en una bolsa, la lechuga empezaba a arrugarse, había un brik de leche abierto, fue entonces cuando llegaron nuevos vecinos, un pollo pelado y unas enteritas. Se cerró nuevamente la puerta del frigorífico.

Menudo frío hace aquí, —dijo la enterita, —yo pensaba que el agua del mar en otoño era gélida.
Pues yo estoy como el hielo, —dijo el pollo pelado, —yo vengo de Ávila, y no estoy acostumbrado a esta temperatura. ¡¡¡¡Ay!!!!, —dijo luego, — ¿Cómo me gustaría volver a estar en mi antiguo trabajo?
¿Y dónde trabajabas? —dijo el brik.
Pues trabajaba en un “puticlub”.
Venga pollo, eso no te lo crees ni tú, que va a hacer un pollo pelado en un “puticlu”.— Dijeron los tomates al unísono.
Me gusta que me hagáis esa pregunta, yo nací en un corralillo hecho de mortero y paja cerca de Ávila, no había ponedoras, así que se dispuso un orinal donde las pollas pudieran poner sus huevos y…
Corta el rollo y ves al grano que como nos tengas que contar toda tu vida te van a dar las uvas, —dijo la enterita.
Esta bien, lo cierto es que yo era muy mimoso y un poco viciosillo, devoto del sexo y buscaba siempre algún rincón para pasármelo bien, un día, vino la regenta del “Puti The Palmeiros” a comprar huevos y al ver lo que estaba haciendo, pensó que sería bueno incorporar a su espectáculo de muchachas un elemento zoofílico y así he estado durante seis meses ganándome el pienso.
¿Entonces eres un “puto” pollo pelado? —Dijo la lechuga pocha sacando pecho
No, no, yo soy un showman, yo lo que hacía era contar chistes verdes mientras las chicas se desnudaban y bailaban.
Venga pues, anímanos un poco la velada, que dentro de poco pasaremos a ser devorados y ya está… —dijo la enterita.
Venga, sólo os contaré uno, es mi chiste estrella, ahí va: “—¡Caperucita! ¡Te voy a comer algo que no te ha comido nadie!
- ¡Qué pardillo eres lobo! Como no sea la cesta.”

Todos empezaron a reír. En ese instante se abrió la puerta del frigorífico y cogieron al pollo pelado, seguro que habría pollo horneado para cenar y las tinieblas volvieron a invadir el pequeño frigorífico.

Suprunaman 17/04/06

Piratas. De Suprunaman

Todo el mundo lo conocía como el capitán Tiniebla, tenía una pata de palo, un garfio por mano y un parche en el ojo que mostraban la agitada vida que había llevado, tenía una perilla color violeta y un corte de pelo peculiar, pues parecía que le habían puesto un orinal en la cabeza y le hubieran recortado las puntas sobrantes.
Su tripulación no era menos peculiar, patas de palo, garfios por manos y parches en los ojos.
Un día, mientras Mortimer limpiaba con mimo el mortero de cubierta, el vigía divisó un barco inglés navegando velozmente.

Un baba, un baba
¡Español! —Grito Tiniebla
Ingginggg, —dijo el tartamudo vigía
Mi tesoroooo —pensó
— ¡¡¡¡Fuegoooooo!!!!

En ese momento se oyó una explosión y Mortimer ascendió y ascendió hasta el infinito donde desapareció.

Acércate timonel —vociferó, —izquierda y derecha, derecha e izquierda. —Un aparcamiento de sobresaliente. — ¡Ganchos fuera!

Clop, Clop, Clop, Clop

Arrimar
Buuuuabuuuabuuua
¡¡¡¡Al abordaaaaajeeeeee!!!!

Cincuenta piratas devotos del acero y sedientos de sangre se balancearon hacia el buque, a la luz de la mañana brillaban los garfios, las patas de madera exhibían su color caoba, los parches negros auguraban la muerte.
En una mano la espada, en la otra el garfio, chas, chas crujía el acero corsario.
John Smith, capitán inglés, salió de su camarote limpiándose los labios, acababa de tomar su desayuno, zumo de naranja, huevos fritos y tostadas con mantequilla, perezosamente sacó su revolver y disparó al aire, con el fragor de la batalla nadie se enteró del susodicho estallido.

¡¡¡Basta, basta!!! —Desgañitaba John con una voz ciertamente afeminada.

Expectación en cubierta.

Sois malos —dijo el capitán, — ¡¡¡Rústicos!!!! —Y volvió a su camarote cerrando las coritinillas.

Las risas invadieron el barco, carcajadas bárbaras.

Ups, ups, —dijo un pirata, —me ahogo.

Al verlo al otro le entró más risa y ups, ups, este también se ahogó, y el otro y el otro y el otro al ver el panorama un ingles dijo:

¡¡Se han ahogado!!

Y fue tal la risa que ups, ups, se ahogó un inglés, al verlo el otro, ups, ups y otro inglés y otro y otro y otro; por un momento se hizo el silencio, fue entonces que al mar le entro risa, y al sol, y a los vientos, y a todos los elementos de la tierra, hasta que ups, ups.

Suprunaman 13/04/06

El orinal del infierno, un mal sitio para morir. De Suprunaman

Que peor lugar para esconderse que el llamado “El Orinal del Infierno”, aquí te encuentras entre tinieblas, es un sitio en el que no me gustaría morir.
Una gran mayoría de gente, cuando muere acaba en el cementerio, otras son incineradas y arrojadas al mar, pero "el orinal" está lleno de esquizofrénicos, sus muertos son enterrados en el jardín, otras veces los cadáveres son expuestos para el disfrute de los devotos de la muerte, también puedes encontrarte con algún necrófilo que te de sus mimos y cariños para el resto de tu existencia física.
Puede que haya matado a mucha gente, pero no le desearía este lugar ni a mi peor enemigo.
Lucien lleva viviendo cinco años en este lugar, no lo puedo entender, aparentemente es normal.
Calle AvandGarde nº13, eso me dijo, una escalera de caracol me lleva hasta su puerta, está abierta, el aroma a marihuana perfuma la habitación, al otro extremo está Lucien, en una mano sostiene la maza, echa los ingredientes necesarios en el mortero y los machaca bien. Hace unos años Lucien tuvo un problema con la pasma, su chica era la hija de un capitán, demasiadas drogas le pararon el corazón, ¡ay Lucien! no había otros lugares para esconderse.
Una vez hecho el trueque me introduzco otra vez en aquella maloliente ciudad, donde el hedor hace honor a su nombre.
La calle está húmeda, tanto como mi ancha frente, una sensación de desasosiego recorre mi cuerpo, mañana por la mañana abandonaré este retrete; noto que algo se me engancha al cuello y al darme la vuelta veo toda una legión de muertos que se aproximan a mi, de un codazo me quito de encima aquel elemento que me agarra, saco el revolver de la cartuchera y empiezo a disparar a diestra y siniestra, sus cuerpos ya muertos siguen avanzando, sus ojos están desorbitados y de sus labios emana una baba viscosa, Lucien está entre ellos, la estampa es desesperanzadora pues a cada paso que doy, a cada puerta que pido auxilio me responde otro gruñido, no hay auxilio posible.
Prefiero no saber el final, ¡pum!.

Suprunaman 12/04/06

Carta secreta. De Suprunaman

Querido amigo:

Si estas leyendo esta carta es que todo ha salido mal y por eso te dejo unas instrucciones que debes seguir.

En primer lugar, tú no eres tú, eres yo; te presté mi cuerpo para que pudieras introducirte en el cuartel secreto del clan de la ballesta.
Seguramente estarás un poco desconcertado de oír todo esto, probablemente al descubrirte te borraran cualquier indicio de tu misión. ¿Cómo estar seguro de todo lo que te estoy contando? Te lo voy a decir, estas sentando en frente del secreter, has cogido la carta que escondí en el cajón, estaba pegado en la parte posterior, es así, no hagas esa cara tan ridícula que siempre haces.
Otro consejo, no te fíes de Manola, aunque parezca una chica cándida en realidad es un marimacho asexuado, tiene el alma más negra que una “butifarra catalana”.
Acude lo más rápido que puedas al mirador, allí cuatro gays con chupas de cuero y nalgas al aire serán tus contactos, ellos te guiaran ante Cuatro, él te dará las respuestas que necesitas.
Amigo, no te olvides de tomarte un par de cubatas, me gustan los ron con coca-cola, a mi cuerpo le irá bien.

PD. Espero que trates mi cuerpo como si fuera el tuyo, no te agaches delante de los gays.

Siempre tuyo

El Semental de la Plana

Suprunaman 03/04/06

Destino de clon. De Suprunaman

… el principio ético que debe regir frente a la biotecnología es la protección de la dignidad y la singularidad de la vida humana.

Hace 3 años estas palabras fueron profesadas por el doctor Dexter antes del suceso fatal, la ballesta del coche en el que viajaba el pequeño Dexter se rompió lo que provocó un aparatoso accidente, Junior era un cándido niño de nueve años que se debatía entre la vida y la muerte, la única solución era un transplante tan complicado que la única forma de realizarlo era ayudándose de un clon, un niño con idénticas condiciones sanguíneas y físicas con las cuales poder recomponer el maltrecho cuerpo.

De camino al mirador, donde estaba ubicado el laboratorio de Dexter, este reflexionaba sobre el triste destino de aquellos embriones que cultivaba violando el código ético que años antes había defendido tan fervientemente.

La visión era espeluznante, un embrión asexuado manipulado genéticamente, probablemente ni tuviera alma todavía, lo mismo daba, pues su existencia en este mundo no iba a ser más que la medicina que salvaría la vida de Junior, aquel engendro nunca tendría la oportunidad de ser un adulto, ni siquiera de ser un niño. Su código genético reposaría para siempre en un DVD en un cajón del secreter cerrado con llave, por si acaso lo volvía a necesitar.

Suprunaman 02/04/06

El tesoro de la ciudad prohibida. De Suprunaman

Justo en el centro del cielo hay una Constelación de color púrpura que nunca se mueve, allí es donde habita el Emperador Celestial.
En la Tierra, inaccesible a sus súbditos, se encuentra el hogar del hijo del cielo, en su ciudad, “La Ciudad Prohibida”, guarda grandes riquezas y preciosos tesoros.
Vigilada está la entrada por dos colosos asexuados, nacidos de la roca viva de un volcán, no tienen alma pues el fuego les quemó las entrañas, su sino es custodiar el erario, el equilibrio del mundo depende de ello.
Cuando llegues al mirador, corre cuanto puedas pues la candida imagen es engañosa, de las verdes espesuras de los valles y de los violáceos cielos mil arqueros con sus ballestas dispararán una lluvia de flechas, sus puntas son de diamante y esto es lo más cerca que podrás estar del preciado tesoro.
A lo lejos está el luminoso palacio cuyas paredes retienen los elementos, una sala atesora el brío de los mares, otra el intenso sol, una tercera censura los vientos, otra administra la paz y el amor.
Eddy abrió el cajón del secreter y sacó una moneda tan dorada como un rayo de luz, indudablemente pertenecía al tesoro del emperador Kao-Tsung, alguien había conseguido salir vivo de la Ciudad Prohibida llevándose el oro y dejando a su libre albedrío la naturaleza desenfrenada, nuestro mundo se tambaleaba, la capa de ozono se desintegraba, los casquetes polares se derretían y el desierto infernal avanzaba con paso firme, este era el principio del fin.

Suprunaman 29/03/06

Vivir en la sombra. De Suprunaman

Tiene tu misma cara, te tiene envidia, pues él está preso en un palacio de cristal, es como el pezón de una manzana, el nexo entre dos mundos paralelos, eres tú pero invertido, ha tenido la mala suerte de ser tu imagen, no tiene estructura ósea, es sólo un espectro, te mira fijamente a los ojos y un escalofrío recorre tu cuerpo, bajas la vista y miras el embaldosado y te das cuenta de que aún tienes los pies en el suelo, pero él no aparta los ojos de ti y tú los sientes, apagas la luz y se desvanece pero no del todo, te sigue a donde tu vayas, es polivalente, pues también es tu sombra, te sigue de cerca, al pasar por un pilón o por una puerta oscura su espectro se deforma, se rompe pero no puede morir, tú sí. El día que tu mueras él será el único superviviente, él es el más fuerte aun siendo etéreo, se mueve más rápido que una japuta en su medio acuoso, cuando tu mueras él saldrá del espejo y se convertirá en algo nuevo, tú sólo serás huesos y carne putrefacta, él será libre, habrán acabado sus años de cautiverio, de aguantar tus comentarios soeces, tus peinados ridículos, tus posturitas estúpidas; acércate más a mi, acércate más al espejo, sus ojos están rojos de rabia y alza los brazos hacia ti como queriéndote coger el cuello, muérete ya.

Shssssssssssss se hace el silencio una luz centelleante crepita hacia lo alto, mientras un cuerpo yace en el piso.

Suprunaman 15/03/06

Dinero sucio. De Suprunaman

El muy cabrón era un bestia, le había atado al pilón y le golpeaba sin tregua como si de un saco de boxeo se tratara, esto sólo era el aperitivo pues todavía no le había preguntado por el dinero y su rostro ya parecía una hamburguesa.
En la penumbra de la habitación estaba el jefe, observando en silencio con su cara de japuta.
Aitor Alobasto, este era el nombre del matón, por lo que había oído era un carnicero.

Aitor:¿Es cierto que eres un tipo duro? —Dijo, y sacando su navaja del bolsillo le dice —Te lo preguntaré una vez, luego te cortaré un pezón, voy en serio, ¿dónde esta el dinero que robaste?

Es duro, así que le esputa su saliva sangrienta en la cara, aprieta los dientes, ya sabe que va ahora, siente como la navaja penetra en su muslo derecho, de donde empieza a resbalar el fluido carmesí.

Aitor:¿Valiente o inconsciente? —Le pellizca el pezón y se dispone a cortar.
Mariconi: — ¡Para Aitor! No queremos matarlo, aún no.

Aitor se limpia con una toalla que pringa de sangre, mientras el Sr. Mariconi se acerca a Joan.

¿Qué tengo que hacer contigo? Sabes que en una estructura como la nuestra no podemos permitir este tipo de actuaciones, pondría en entredicho mi autoridad; —aburre con su monólogo —me enorgullecía tenerte conmigo, eras polivalente, mi hombre más completo. —El embaldosado está rojo, la sangre lo recubre, se le cierran los ojos y se desmaya.

Siente frescor en la cara, despacio abre los ojos, está tumbado en el suelo, le duele todo el cuerpo, no es de extrañar después de la ensalada de ostias que le han caído; está en una habitación oscura, la única luz que distingue es la que pasa por la rendija inferior de la puerta, fuera escucha voces, sin lugar a duda está en la masía de Mariconi.

Venga Joan ánimo, todavía no estas muerto, se dice, quieren el dinero.

Su vista ya se ha acostumbrado a la escasa luz, los muy idiotas ni siquiera se han molestado en atarlo, creen que ya se ha derrumbado y que pronto cantará. Joan da dos golpes en la puerta, el guarda abre a ver que ocurre y se encuentra con un puño en la nariz, lo empuja hacia dentro, fuera la ametralladora, “piernas no me falléis”, llega la hora de correr.

Suprunaman 14/03/06

Lo necesito. De Suprunaman

Por las mañanas siempre se irrita, así es su temperamento natural hasta que toma su dosis.
Hierve el caldo como si se hubiese prendido con un rayo solar, alta se alza la llama que entra en un remolino de tintineos constantes, el fuego va perdiendo su intensidad, su énfasis.
Top, top, top, top, gota a gota se va llenando el matraz con el líquido negruzco, espeso pero liviano como una pluma que flota en un estanque.
El tipo casi está babeando cuando ve que el ansiado elixir pasa por delante de sus narices, pero no es para él, tendrá que esperar un poco más, eufórico y nervioso se levanta del taburete y dice

Manolo, necesito el carajillo ya, ya, ya.

Suprunaman 09/03/2006