Categoría: "CONTEMOS CUENTOS 6"

Nómada. De Monelle

Para ti Fernando, nunca te olvidaremos.

El fuerte olor de pachulí con el que embadurnaba su cuerpo, era la seña más destacable de su identidad. Años atrás emprendió el vuelo. El nido abandonado llevaba el nombre del compromiso y la responsabilidad.

“No me dejaré guiar por alerón alguno.”

Vagó por todos los lugares y ninguno, sin detenerse más que lo preciso. Fue coherente consigo mismo.
Sobrevivió con la caridad. Dejaba descansar su cuerpo en cualquier esquina. Siempre conseguía enternecer a alguien con los sones que le unían a un pasad que se le auguró de excelentes resultados, pero al que renunció.

“Mi guitarra traspasa el alma de la gente.”

Pronto las malas condiciones de aquella vida nómada, convirtieron el instrumento de su sustento en un despojo.
En la calle, los años curtieron su piel y acartonaron su espíritu.

“Estoy en posesión de la verdad.”

Se dejó arrastrar por las filosofías mundanas, y creyó lograr de cada una de ellas las claves para un camino más sencillo. Los algoritmos de posibilidad eran infinitos, y con ello alimentaba una fantasía desbordante.

“No renunciaré nunca a mis creencias.”

Preparando su alma, abandonó su cuerpo. Destrozó su salud. Del vicio de las tertulias con las que compartía sueños en las noches gélidas en los refugios de transeúntes, pasó al delirio de los días en los que no lograba sacar lo suficiente para emborracharse.
A raíz de aquellas experiencias y los miles de viajes interiores que realizó, gracias al alcohol barato de los tetra-brick, se convirtió en esclavo de la enfermedad que le consumió por dentro.

Cuando apareció tirado sobre la acera nadie se hizo cargo de él. No oyó el susurro de la muerte que le circundaba. Ignoró su presencia.

“Todo viaje concluye, es lo más dable de nuestra existencia. Las rutas nos acercan a alguna parte. Las naves siempre arriban a puerto”.

Y se entregó con mayor empeño, si cabe, a la autodestrucción. Una vez y otra, ...y otra... después de recuperado el pulso de su cuerpo ajado, regresaba a la calle, pero asegurándose de que el tambor estuviera lleno. Que al menos, no erraría en el juego de la ruleta de su vida.
Murió con el día o con la noche, no tiene importancia, sin desviarse de su senda terminó su ruta.

CRSignes/Monelle 03/05/06

Juego sucio. De Chajaira

Tenía que llegar a la estación principal como fuera.

Axel, por favor, es que no puedes ir más rápido.
No señor, el alerón trasero se ha desprendido y si voy más deprisa podríamos perderlo.
Está bien, está bien… intente otra ruta más despejada.

Necesitaba llegar a tiempo, era el elegido para ser uno de los tres cerebros que irían conectados a la central de información de genios, la capacidad para llegar a los algoritmos era fundamental, necesitaba ser el mejor y estaba en excelente forma neurótica.

Por fin, faltan diez minutos para el comienzo.
Suerte, señor.
Gracias amiga, arréglalo lo antes posible, es dable que para el viernes haya acabado.

Me dirigí rápidamente a la Fase II, allí estaban mis contrincantes con los elementos de transferencia puesto, quería tenerlo todo controlado. El instrumento regulador de fantasía ya estaba a punto en el bolsillo de mi gabán.

Señor Helseys, por favor, acomódese.

Todo empezaba como se esperaba, las secuencias invadían mi cerebro y todo aquello imaginario o sin lógica aparente era desviado al regulador de bolsillo, no podía fallar de ninguna manera, sería el cerebro más concreto del Consejo del Gobierno Nacional. Estaba concentrado al máximo. El jurado rondaba a mi rededor, pero no se darían cuenta, no detectarían ni una sola señal.

Pero no fui perfecto, el detonador de mi instrumento empezó a pitar.

Por favor señor, vacíe todo lo que tenga en los bolsillos.

Fue así como descubrieron mi as en la manga, no solamente fui expulsado del C.G.N. sino que acabé en el mayor suburbio de los barrios bajos, trabajando para los casinos de la objetividad.

Chajaira 02/05/06

Compañeros de viaje. De Suprunaman

Estaba en una de esas clases de mates soporífera y caí en el profundo sueño de la “última fila”, soñé con un viaje excelente al centro de la Calabaza, iba subido en una escoba aerodinámica rematada por un alerón, los algoritmos y las matrices daban forma a una ciudad de fantasía, vi a un uno que iba solo como la una, los “doses” iban a pares comentando el partido de los números primos, encontré también un viejo centenario que me habló de una montaña, donde un fotógrafo que no tenía un pelo de tonto tocaba un instrumento con el cual hipnotizaba a aquel que subía a su castillo y lo torturaba con películas de Manolo Escobar.
Yo que era valiente, pues este era mi sueño, decidí subir a dicho palacio, como Ulises quería escuchar el canto de las sirenas, fui a una frutería que había en el mercado y compré dos plátanos que me metí en las orejas y empecé el camino que llevaba al castillo del fotógrafo loco, subiendo por la senda, me tropecé con un Gringo que quiso acompañarme, pues no creía que pudiera llegar solo, -El camino es peligroso, dijo.
Al cabo de un rato de caminar se nos acercó un pequeño tren, -Locomotoro me llamo y os llevaré arriba de la montaña, también vimos a la reina de las palabras, Monelle nos dio una receta mágica con las que podríamos abrir la puerta aun sin tener las llaves, seguimos para arriba, ya divisábamos la puerta, nuestro aventura era ya algo dable.
Al llegar al portal dijimos las palabras que Monelle no había dicho “Carabirubí, carabiruba” y la puerta se abrió sin más, Horus nos esperaba armado hasta los dientes con sus soldados romanos –por la gloria de Roma, dijo y empezamos una batalla de chistes, agotados por la risa, Horus decidió unirse a nosotros para ver a Mon.
Al vernos, el fotógrafo loco tocó el instrumento mágico hasta que nos hipnotizó y enchufó la peli “El padre Manolo”, como yo llevaba los platanos en las orejas, conseguí salvar a mis compañeros de viaje.
Aquarella diosa del país, nos pintó una preciosa luna llena y un cielo estrellado, entonces sacamos el “Frangelico” y Mon se unió a la fiesta.
Mis fuertes ronquidos ya duraban tres minutos y el “profe” con su varita matemática me expulsó a la sala del director.

Suprunaman 01/05/06

La falsa agencia de viajes De Naza

Cuando la conocí pensé, nunca me podrá tocar la lotería. La suerte difícilmente llama dos veces a la misma puerta. Coincidimos en el aula de estadística, en ese momento forcé la salida de clase para coincidir con ella en el angosto pasillo. Recuerdo que ella se giro, parecía buscar a alguien entre aquella maraña de cabezas, se encontró con mi media sonrisa; ni se inmutó, me esquivó, me ignoró y yo me enamoré más de lo que lo había estado nunca.

¿Cómo hacer para acercarme a ella? Los estudios no parecían importarle en demasía, sus notas la delataban. Era una de esas chicas a las que no le haría falta estudiar, contaba con lo indispensable para triunfar en esta vida; su belleza. La imaginaba en un futuro del brazo de un hombre que le permitiera mirar el mundo con desdén. Debía conseguir ser ese hombre. De momento esa opción no era dable para alguien como yo.

Mi aspecto vulgar tenía una ventaja; el poder estar cerca de todo sin levantar sospechas. Entonces supe de sus fiestas, supe de su amor por los coches deportivos de grandes alerones, y por todo lo que le hiciera sentir esa sensación; el pasar de cero a cien en tan sólo ocho segundos.

Cuando te planteas decisiones en la vida, debes asumir los riesgos que conlleva, y sopesar si el triunfo de lo que busca prevalece por encima de las, llamémosle, incomodidades.

La primera vez que le propuse viajar ella me miró sorprendida. Sólo aquel instrumento me podría acercar a ella. Judith, la chica de grandes ojos negros y piel sensible le pareció mi propuesta una idea excelente; siempre estaba a expensas de que los demás le ofrecieran su dosis de vida.
Me entregué a ella, me dejé sumergir en ese infierno cálido; no necesitaba nada más. La fantasía que rondaba en mi mente desde que la vi se hizo realidad en aquel sótano al que llamamos el algoritmo, un juego de palabras; un local cedido por la rectora de la universidad en su deseo de que sirviera de punto de encuentro entre estudiantes, y que se convirtió en un tugurio clandestino de disfrute de todo lo prohibido.

Desde entonces me convertí en su mecenas y ella en mi protegida, cuando todos me dieron la espalda los dos nos convertimos en esclavos de esa falsa agencia de viajes que se llama heroína.

Naza 01/05/06

El día del Astro. De Suprunaman

Mil doscientos islotes de coral esparcidos por el Océano Índico, un entorno natural, playas interminables y un clima excelente; esto son las Islas Malvinas.
Durante la Gran Guerra, este paraíso de fantasía se convirtió en zona estratégica para los ingleses quienes modernizaron su base de Gan y el aeródromo militar de Huele terminada ya la Guerra.
Una revuelta dirigida a los cabecillas y a la aristocracia que apoyaban la soberanía inglesa, propició la muerte de muchos argentinos que allí vivían.
El 22 de junio de 1986 es un día que los argentinos no podrán olvidar, Argentina e Inglaterra se veía las caras en la final del mundial y aunque los jugadores dijeron que el partido no tenía nada que ver con la revancha de la perdida de las Maldivas, podía ser un buen instrumento para humillarlos.
Él sería el ejecutor, fuerte y astuto, como si de un semidios se tratara maquinó sobre el césped una perfecta obra de arte, “diez segundos, diez toques, un héroe con el número diez”, Enrique jugó en corto para Diego que estaba cubierto por dos, sus pies se balanceaban adelante y atrás como lo hace el viento con el alerón de un avión, eran unos movimientos precisos, como un algoritmo, al ver que Reed corría y no podía alcanzarlo, a Diego le entraron unas ganas muy grandes de correr, ya solo delante del portero su gesta se convertía en dable ante la mirada atónita del público, la paró con la derecha y el portero se lanzó vencido fue entonces que cambió el balón de pierna y chutó un zurdazo que casi rompe la red. Fue el gol de su vida, era de esos goles que uno desea marcar jugando con los amigos, en cambio él había conseguido marcarlo en un mundial y por ello le daba las gracias a Dios.
El segundo gol fue de pase a la cabeza, pero iba tan lanzado que no pudo evitar ponerse la mano detrás de la cabeza y meterlo con el puño, los ingleses protestaban enérgicamente, no era posible que le hubiera quitado de las manos el balón al guardameta, y Diego no pudo evitar alzar el puño hacia el cielo, ahora podía decir que el gol había sido con la mano de Dios, mientras Valdano le decía Ssssshhhh con el dedo en la boca.
¿Qué más agregar? Sólo las palabras del mismo Maradona: “Yo soy Diego”.

Suprunaman 28/04/06

La inspiración del artista De Monelle

¡Ahora si! ¡Excelente!

Contemplaba su obra con el valor añadido del trabajo bien hecho.
Meses atrás, cuando aquello era tan sólo una fantasía ambiciosa, había caído en una profunda depresión de la que no hubiera salido de no ser por su esposa.
Terminada su carrera, su nombre había sonado con fuerza gracias al proyecto con el que la culminó. La obra, en sí, no era gran cosa, pero por su originalidad fue considerada, por la crítica, como el hecho artístico más destacado del año.

¡Lo que hace el marketing!

Afirmó para sí, después de que una cadena local de supermercados comprara aquella escultura para la entrada de uno de sus establecimientos en expansión.
De aquello había pasado cinco años. Durante ese tiempo, Jorge se dedicó a la búsqueda de concursos con los que consolidar su denodada fama. Había restringido su trabajo, el algoritmo de posibilidades era nulo, hasta el punto de que, ante su negativa para preparar exposiciones, los galeristas se olvidaron de su nombre. Por ello fue que se ofuscó.
Horas de insomnio dando vueltas a un papel en blanco, recorriendo el espacio de su estudio: apilando fango, que endurecía al aire en espera de la idea que lo modelara; sufriendo lo indecible y haciendo sufrir a Clara que veía en aquello la gota que colmaría el vaso de su relación.
Convencerle, mejor aún, hacerle comprender lo dable del proyecto se convirtió en la misión más importante.
La convivencia no había sido un camino de rosas, es más, el matrimonio se sostenía gracias al trabajo remunerado de ella, pero si esto seguía así acabaría abandonándolo. Verdaderamente le quería. Por nada del mundo deseaba hacerle daño.
Una noche, después de observar a Jorge en su estudio, desde el alerón del porche, entró decidida para ofrecerle cualquier cosa con tal de verle satisfecho.

- ¡Es magnífica Jorge! Innovadora. Diría que extraña. Un día de estos tienes que explicarnos de qué material está hecha. Sinceramente te felicitamos. Ha valido la pena la espera, sólo deseamos que no demores tanto tu próximo proyecto.

Regresó a casa satisfecho. Nada podía ofuscar su triunfo.
Cerró la puerta de su dormitorio y se recostó. Miró a su lado lamentando la ausencia de Clara.
Convencido de haber obrado conforme a sus deseos cerró los ojos para descansar. A fin de cuentas, de ella surgió la idea de servir de instrumento para su triunfo.

Monelle/CRSignes 270406

La navaja. De Locomotoro

Es otoño, esa extraña estación que marca el paso entre la vida y la muerte. En el bosque, todo se ha vuelto color marrón, un marrón intenso como el sonido de las hojas secas bajo mis pies desnudos. Más allá del bosque, en el claro puedo ver la cabaña donde vivo.
Rebusco entre la hojarasca del suelo y recojo un pedazo de rama medio seca, ideal para ser tallada, mientras me dirijo a la cabaña... esa es mi vida, sencilla y ajena a complicaciones.
Llego y me siento en una vieja mecedora que tengo asentada bajo el alerón de chapa que me hace de porche mientras contemplo ante mí el excelente paisaje que me brinda el bosque. Trato de conciliar el sueño mientras sobeteo el pedacillo de rama de roble que he encontrado, acariciando cada forma, soñando mil fantasías.
Finalmente, y tras un pequeño descanso, decido una forma, la forma de una mujer que de vez en cuando me visita. No sé aún como se llama, ni sé a qué se dedica, simplemente me observa con ojos tristes, callada... luego desaparece.
Mi cabeza trata de formular cada algoritmo que me permitirá sacar todas las curvas de la figura.... pero solo consigo recordar sus ojos. Al final saco la navaja de mi bolsillo... esa navaja que utilizo como único instrumento para todo.
Soy viejo y estoy cansado, pero cada vez que veo a esa mujer me siento joven, más vivo. Mis manos van tallando con destreza esa forma que recuerda mi mente, y poco a poco va apareciendo una figura que se le asemeja bastante.
La he terminado, y ahora contemplo la silueta del pequeño pedazo de madera al sol del ocaso. Pero no es su silueta solamente lo que veo, detrás del oscuro perfil aparece ella, ella que me está mirando con sus ojos tristes. De pronto sonríe y su expresión se vuelve amable. Quiero hablar con ella, acercarme, tocar su piel, conocer su olor... así que rebusco en mis bolsillos algo, un objeto bello, algo dable. Pero no lo encuentro... y mis dedos solo tropiezan con mi gastada navaja. Quiero levantarme, pero a pesar de que me siento joven mi cuerpo me resulta pesado y es ella quién se acerca a mí.
Sus labios tropiezan con los míos mientras su mano me coge y me lleva, lejos de la cabaña, lejos del otoño.
Es otoño, esa extraña estación que marca el paso entre la vida y la muerte.
Más allá del bosque, en el claro puedo ver la cabaña donde vivo, pero ya no hace falta que vaya. En el suelo del porche, bajo el alero, he dejado mi navaja.

Locomotoro 260406

Imagen: Árbol de la muerte. ©Verónica Guzmán (México, 1970) extraída de: http://www.veronicaguzman.com/

Una transmisión veraz. De Mon

Encanados como locos, gesticulando como posesos, como si quisieran quitarse cientos de avispas de la cara, ¿contradictorio quizás? O ¿ese es el comportamiento de un grupo de misteriosa procedencia, llenos de locura, tal vez embriagados de fantasía?
El entorno resultaba excelente para clavar las tres patas del teodolito, alto, despejado y de aspecto firme. Solo era necesario orientar bien el instrumento y esperar la caída de la noche.

25 de Septiembre de 1967
Colina de Masada (Desierto de Judea, cerca del Mar Muerto) Jerusalén.

Algunos escritores citaban entre líneas este lugar de extraña composición morfológica, seguramente en los libros de batallas que narraban las épicas aventuras de los Sarracenos por estas tierras. Pero no es esto lo que nos trae aquí, hemos venido precisamente por lo contrario, hemos detectado en el centro de radares del Monte Palomar un extraño y débil rebote de onda corta que precisamente tiene uno de sus principales valles justo en el centro de este enorme y plano montículo de 440 metros de altura. Las señales han podido ser descifradas por agentes de la KGB y vaticinan un contacto del exterior de nuestro planeta, casi seguramente en son de paz.

Resulta dable la conjunción de coordenadas halladas por nuestros mejores científicos, es justo aquí el lugar preciso de máxima recepción, unos 120 milivoltios es incluso una cifra nada despreciable para venir del espacio.

Las lecturas son directamente perforadas en papel continuo, a simple vista logramos adivinar ciertos algoritmos matemáticos y series de números en combinaciones binarias.

El último mensaje ha sido aterrador. “Vais a morir en el verano de vuestro año 2006”

Entre risas y algarabía por parte de los científicos escépticos pero con cierta preocupación por parte de los fenomenólogos, acaba una dura jornada de recogida de datos en lo alto del gigante de piedra.

Ya en el hotel algunos comenzaron a contar los años que faltaban para la fecha señalada, 38 años.

-Jajaja, ¡cuanto tiempo, nunca llegaremos a verlo probablemente nuestros hijos sí…!

Hoy tengo miedo, soy el único de la expedición que queda en vida y estos datos se mantenían en riguroso secreto.

24 de Abril de 2006
En algún lugar de España

Solo puedo enviar este correo electrónico y avisaros que faltan 45 días y que el mensaje no se ha interrumpido, aportando nuevos datos, en todos estos años. Yo no estaré el día señalado ya no puedo sostenerme sobre el alerón.

Mon 250406

Entierro prematuro. De Suprunaman

Constantino Castellano era el menor de tres hermanos, sus padres siguieron el negocio familiar, el tráfico de alcohol. Constantino no llegó a terminar octavo curso, los algoritmos no eran lo suyo y empezó a integrarse en la familia.
No era un gran asesino, era más bien un negociador aunque no renegaba de las pistolas.
En poco tiempo la vida de Constantino se volvió excelente, su fama aumentaba y sus propuestas dables, cada vez gustaban más a los miembros de la familia, que veían aumentar sus cajas de caudales.
Vivía en una mansión enorme, fue entonces cuando Constantino conoció a Linn, una joven a la que contrató como asistenta. Pronto surgió entre ellos algo especial, a Constantino le parecía estar viviendo un cuento de fantasía.
Eran tan felices que hasta decidieron casarse, Linn empezó a preparar todas las cosas de la boda, en unos cuantos meses estaría todo preparado.
Pero los negocios de Constantino dieron un giro, todos sus envíos eran incautados por el FBI, empezó a perder puntos entre la familia, no acababa de entender que es lo que ocurría, probablemente había un chivato entre ellos.
Era el día de la boda, Linn estaba preciosa, vestida de novia, Constantino paseaba nervioso por toda la casa, al llegar a la cocina escucho unos pequeños zumbidos, la cocina era el lugar donde realizaba gran parte de sus negocios, y movido por un impulso miró bajo la mesa descubriendo un micrófono escondido, fue a la habitación de Linn y le preguntó:

-¿Qué es esto Linn? ¿De dónde ha salido?
-No lo se Constantino.
-¿Quien ha estado aquí? Dímelo. -dijo con un tono de voz alterado
-Vino un hombre, -dijo ella llorando
-Dios mío, ¿el FBI?
-Me dijeron que sabían de tus negocios y que te encerrarían a menos que tuvieran información de tus compradores.
-Dios Linn, te han utilizado como un instrumento en mi contra y ahora ya no hay solución.

Constantino hizo una llamada y aparecieron dos tipos en un coche familiar beige, rematado por un alerón.

- Vamos Linn -dijo Constantino
-¿Dónde?¿Dónde? -dijo llorando, su tez blanca tenía ahora unos chorreras negras que le resbalaban por la cara. Constantino le tapó los ojos con una venda y le dio un beso.

Estaba oscuro allí dentro, olía a tierra húmeda, estaba metida en una caja aterciopelada, por más que gritara, Linn ya estaba muerta.

Suprunaman 24/04/06

Palabras para el "Contemos cuentos 6"

Las palabras propuestas y sugeridas para esta quincena fueron las siguientes.

ALERON

ALGORITMO

DABLE

EXCELENTE

FANTASÍA

INSTRUMENTO

Para la segunda semana se sugirió la creación de relatos de viajes que podían ser: en cualquier persona verbal; a modo de carta, crónica o diario; o simplemente un relato que tratara sobre ese particular.