Categoría: "Extasiada"

El complot. De Extasiada

Cuando aquel pelirrojo de pecosa tez se dirigió a mi, y los demás corearon su decisión, comprendí que había sido un complot bien tramado, pero ya no podía echarme atrás. Mi propósito, era hacer un trabajo completamente aséptico, y lo iba a culminar con éxito. Mis piernas temblaban cual gelatina en plato, pero tenía que seguir adelante.
Ya no había vuelta atrás, debía controlar el nervio que me hacía tartamudear, y las mejillas teñidas de carmín que dejaban entrever ese secreto que debía perdurar guardado hasta el final de mi cometido. Una hora ante el espejo ensayando gestos y un posible diálogo en el que no tartamudease no fue suficiente, todo amenazaba con derrumbarse a mi alrededor, todo mi trabajo amenazaba con diluirse, en la nada, y toda mi vida acabada, por un irrisorio tartamudeo. El titular de un periódico, me dio la idea final, ¿MITO O LEYENDA? No me paré a leer la noticia, pero ese era un tema que yo dominaba muy bien, y que a él le entusiasmaba.
El desesperante tronar de la sirena, indicaba que mi turno había terminado para dar comienzo a mis escasas artes interpretativas, notaba como si la voz me empezase a mudar, cuando empecé a hablar.
Hoy me he traído el bólido, si quieres te llevo.
Claro, gracias.
Pobre incauto entró al trapo cual bebé en busca del chupete, la conversación elegida, fue tan amena, que ni cuenta se dio del cambio de dirección, incluso aquel titular del que saqué la idea, sirvió a mis propósitos, en mi operación de despiste pues al encontrarse un ejemplar en sus manos, me leyó todo el amplio artículo que tras la entradilla se encontraba. Mis nervios casi me traicionan al pasarme un semáforo en rojo, pero el destino quiso para mi alivio, que ningún otro auto se cruzase. Tras quince minutos de irritante conducción, llegamos a nuestro destino, era el momento de jugárselo todo a cara o cruz.
¿Quieres tomarte algo en este bar? No me apetece nada irme a casa.
Claro, por cierto, ¿que calle es esta? No me suena.
Aceleré el paso evitando que hiciese mas preguntas de las necesarias, antes de que se diese cuenta, un estruendo que le dejó petrificado, llegó a sus oídos, y una lágrima, empezó a brotar de su lagrimal.
¡¡¡............... TE DESEAMOS TODOSSSSSSSSSSSSS, CUMPLEAÑOS FELIZZZZZZZZ!!!!!!!!

Extasiada 05/09/2006

Unidos para siempre. De Extasiada

Un año más, la tarta en la nevera, la cena preparada y una inmensa soledad que inunda todos los poros de mi cuerpo.
Rebusco en el fondo de mi alma un recuerdo que dibuje en mi rostro un atisbo de felicidad, pero una vez más, los recuerdos se cierran ante mí como una dolorosa ballesta, y como cada año empiezan a aflorar los sentimientos vertiendo hasta la ultima gota que ya creí exudada el año anterior, pero que año tras año se renuevan con mayor intensidad.
¿Dónde está aquel cándido pensamiento que un día escribí con toda la ilusión de la que una persona es capaz? Miro en mi secreter, busco en los cajoncitos más pequeños, y entre los papeles olvidados de años atrás.

Lo encontré, en el reverso de la postal del mirador donde nos conocimos, allí, un corazón pleno de alegría escribió unas palabras que nunca olvidaría y que apenas recuerdo con exactitud, no sé si darle la vuelta, lentamente voy volteando la tarjeta deseosa y temerosa de no poder soportar el recuerdo de lo sentido y olvidado, en cada esquina dos corazones se entrelazan encerrando en el centro un mensaje.
Mis ojos recorren las letras emborronadas por las lágrimas que no cesan.

UNIDOS PARA SIEMPRE, HASTA QUE LA MUERTE NOS SEPARE

Apenas dos años transcurrió hasta nuestra separación, desde entonces sigo celebrando ese día, no como el último de nuestras vidas, sino como el primero de nuestro compromiso, ¿creías que me iba a olvidar de ti? Eso sería imposible, un frío mármol no es suficiente para congelar nuestro amor, solo espero que llegue pronto el día en que me llegue la hora de estar a tu lado y poder así con un abrazo de nuestras almas, poder vivir eternamente juntos hasta que la vida nos vuelva a dar unos cuerpos con los que podernos amar.

Extasiada 27/03/06

Lo conseguí. De Extasiada

Tengo un gran solar en el estómago, ya me decía mi abuela que en paz descanse, que esto no era para mí, pero yo no la hice caso, yo empeñada como estaba en continuar, en hacer ver a todo el mundo que lo tenía todo bajo control pero... ¿realmente le importaba a alguien si lo dominaba o no? Ahora comprendo que no, ahora estoy segura de que lo único que les importaba a los que andaban a mi alrededor, eran ellos mismos.
Tanto énfasis ponía en demostrarles, que me olvidé que solo había una persona que realmente no se lo creía.
Este maldito temperamento mío no me dejaba reconocer mi gran error, y eso que me provocó noches enteras de insomnio en las que bien podía haberme parado a pensar un poco, pero he de reconocer que cuando aquel elixir, oscuro cual noche cerrada, se iba vertiendo en el vaso, poco me importaba si salía de botella o directamente del matraz donde se engendró, lo único que me llenaba el alma, era poder apreciar su aroma, observar su burbujeante chapoteo al ser vertido y desde ese mismo instante, poco me importaba si dañaba o no a mis seres queridos, si les hacía soportar mi retahíla de chistes malos, o de cualquier otra anécdota que mi sistema nervioso rebuscase en el baúl del recuerdo, nada me importaba si pasaba las noches en vela, desvelando en mi caminar a mi cabreado padre que no veía la forma de poder ir descansado al trabajo.
Han transcurrido cuarenta y ocho horas, veinte minutos y los segundos no me da tiempo a contarlos y escribirlos a la par, siento que algo en mí se descompone, que por dentro me voy rompiendo cual muñeca de cartón bajo un aguacero, todo mi cuerpo se revela ante la carencia de esa fabulosa bebida que tanto llenó mis días, y no puedo olvidarla, todo me lo recuerda, no hay película en la que no vea su textura, no hay bar en el que no se aprecie su aroma .
Se ha terminado, ya no deseo beberte, ya no deseo tenerte dentro de mi pero ¿que veo? Mi hermano va a caer, ¿como lo consiguió? Salgo corriendo, y llego a tiempo, de un manotazo impido que un ser inocente caiga en las redes de COCA-COLA.

Extasiada 10/03/2006

Actores. De Extasiada

No, no y no.

El vocabulario empleado por el director, además de escaso casi siempre soez, hacía que los actores nos sumiéramos en una angustia constante.
Soy de temperamento tranquilo, y los gritos me nublan la gran paciencia que me suele caracterizar.
Estamos ensayando un gran musical, y vamos muy atrasados, por ese motivo el director, nos exige un mayor énfasis en lo que hacemos.
Miro a mí alrededor, y veo rostros decepcionados, agotados. Expresiones de desánimo y cuerpos medio deshechos en agotamiento.
Como elixir en matraz, nos mecemos a merced de la música sin ánimo ni esperanza de que salga bien.

Van pasando los días y cuanto más nos acercamos al día del estreno, más inquietos estamos, más caídas y empujones nos damos.

No, no y no, ¿os creéis que estáis bailando en vuestra casa? Esto, más que un teatro debería ser un solar, pues parecéis patos silvestres intentando bailar.

Compungidos y agotados, paseamos por el escenario esperando a que nos den las instrucciones para empezar de nuevo, ante nuestra sorpresa, el director, cogió su maletín y se fue.
Ahora sí que estábamos despistados, no sabíamos si irnos o quedarnos, cuando empezamos a escuchar la música.
Como marionetas, dirigidas por invisibles hilos, nuestros ahora relajados cuerpos, se empezaron a mover, todos retomamos nuestras posiciones y comenzamos el baile, pro esta vez sin presiones, solo por divertirnos, como niños pequeños en el patio del colegio, unas tras otras todas las escenas se fueron realizando con la mayor de las solturas.
Tras una hora sin descanso, la música terminó, todos nos quedamos paralizados, con nuestra respiración entrecortada, mirándonos de reojo sin saber muy bien que hacer , cuando de la cabina de los músicos un sonoro aplauso llegó a nosotros y una voz por todos ya conocida se esparció por la sala.

No, no, y no. No dejéis de portaros como lo que sois, unos grandes actores y todo saldrá como ahora. PERFECTO

Extasiada 28/02/2006

Recuerdos de una infancia. De Extasiada

Mamá, ¿qué haces?
Lavar la ropa, vete a jugar.
¿Y por que la frotas tanto? Se va a romper.
Si no la froto, no se van las manchas.
Ahhhh, pero ¿por qué las metes tanto en agua? El agua clara no quita las manchas.
Claro que no, el agua es para quitar el jabón de la ropa.
Ahhhh ¿y eso azul que tienes en ese barreño? Como no tengas cuidado te va a manchar la ropa.
Mi madre suelta una desganada carcajada, se seca las manos en su empapado delantal y mirándome.
No cariño, eso no mancha, eso es añil, y se usa para que la ropa blanca no se ponga amarilla, pues con esa tonalidad no parece recién lavada, y tome un color azulado haciendo que la prenda, luzca más bella.

Cada vez que hecho mano de mis recuerdos, soy incapaz de disociar a mi madre de aquella pila de lavar que se encontraba en el pasillo cubierto de la vivienda, y por el que pasaba una corriente de aire, que haría tiritar a un oso polar, pero allí estaba ella, lavando hasta ya anochecido, y con el barreño a la cadera, iba hasta la era a tender lo lavado, algunas veces ir a tender lo hacía en varios viajes, por el excesivo peso de la ropa mojada.
Nunca la vi enferma, y sufría todos estos avatares con verdadera alegría, oírla cantar era algo que me embelesaba, y gracias a esta encantadora idiosincrasia, recuerdo mi infancia, llena de alegría aunque las penas eran casi siempre mayores.

Aquella tarde, algo quebró su canto, en sus temblorosas manos se hallaba un papel verjurado, que no cesaba de leer, a pesar de la cortina que cegaba su lagrimal y que en su desbordamiento, iban depositándose en aquel papel, que nunca llegué a saber que mensaje contenía pues las lágrimas emborronaron la tinta, solo sé que desde entonces, la ropa de mi madre, tan oscura como la noche, no necesitó más añil, haciendo juego con sus amoratadas ojeras, nunca más hubo cantos.
A veces sus ojeras se acentúan y mirado el retrato en el que sonrientes, con el traje de los domingos, y muy abrazados, se encuentran dos amorosos adolescentes, sus ojos brillas y sus emociones estallan en incansable llanto.
Esa foto es el único recuerdo que tengo de mi padre.

Extasiada 22/02/2006

La fecha. De Extasiada

Intento disociar mi antes y mi después, pero apenas creo conseguirlo, me hundo en un amasijo de recuerdos, de planteamientos incoherentes e incompletos que me llevan a ninguna parte. Revuelvo la maraña de papeles que inundan mi mesa intentando encontrar algún dato, alguna fecha, mi desesperación va en aumento, el suelo se va convirtiendo poco a poco en una alfombra multicolor donde imágenes se entremezclan con las más variopintas escrituras que se funden en mis ojos, como chocolate en agua hirviendo.
Cierro los ojos, mis pies descalzos, se van posando despacio en el alfombrado suelo intentando al tacto buscar algo que me es negado.
Solo pido una data, me apoyo en la mesa cada vez más despejada, reclino la cabeza hacia atrás, mientras mis ojos se van posando en el techo, mis manos, se van desplazando lentamente por la mesa, mi idiosincrasia serena, está llegando a su fin, noto como un nudo en la garganta que pugna por aflorar, solo el leve ruido de las hojas al caer, hace que mi cabeza deje su posición y que mis cansados ojos, vayan bajando por la pared, haciendo un pequeño inventario de los cuadros que reposan en polvo de años, pero ¿ que años?
Algo llama mi atención, es la esquina de un marco, que sobresale tímidamente por detrás de las hojas de la planta de interior que arrinconada en la estancia, fue creciendo sin que su presencia aportase nada a mi vida.
Me dirijo hacia ella como atraída por un fuerte imán y a la vez, repelida por un fuerte huracán, según me acercaba, unas líneas color añil, se dejaban entrever entre el brillante verdor del tronco de brasil, mis manos apartan con cuidado de no quebrarla las hojas y tras el cristal un pergamino verjurado y con una bellísima escritura artística lucía aquello que tanto buscaba.

CUATRO DE ABRIL DE MIL NOVECIENTOS OCHENTA Y OCHO

Diploma a la alumna más aplicada

Sí, ya puedo poner en mis memorias sin temor a equivocarme que a los 22 años, besé por primera vez a un chico.

Extasiada 14/02/2006