Categoría: "elgringo"
El niño. De elgringo
Por monelle elFeb 14, 2009 | Enelgringo, CONTEMOS CUENTOS 5 | Enviar opinión »
No había manera, todos los días la misma canción, el orinal siempre estaba lleno y como siempre tenía que ser yo el que lo vaciara, pero la culpa es mía, lo tengo mal acostumbrado, soy un devoto de la limpieza y del orden, y siempre que se deja algo por ahí, voy yo y lo pongo al sitio, y claro, el listillo se aprovecha de mi.
Mi propio hermano, menudo elemento, es un holgazán y cuando encuentra un empleo no le dura ni dos semanas, mis padres lo habían mimado demasiado, claro, es el pequeño de la casa y siempre lo tiene todo hecho, y encima no se cuida, se pasa el día tumbado en el sofá, y solo come pizzas y huevos fritos con patatas, eso si, con ajoaceite, será cabrón, mi madre se pasa el día dándole al mortero para complacer al niño, aunque hoy por hoy eso es lo que menos me preocupa. He observado que últimamente va con malas compañías, “lo que faltaba pal duro”, se ha juntado con un tal Mon que parece un zombi sacado de las mismísimas tinieblas. He decidido trabajar menos y pasar más tiempo con mi hermano. Le enseñaré a comer bien y a no atiborrarse de ajoaceite y longanizas que ha buen seguro le habrá viciado el tío ese. Me lo llevaré a practicar algún deporte y ha llevar una vida sana. Le enseñaré la gran calabaza, que ahí si que hay buena gente, aunque no se porqué ese tal Mon está en todas partes.
elgringo 13/04/06
Chissst casi na. De elgringo
Por monelle elNov 15, 2008 | Enelgringo, CONTEMOS CUENTOS 2 | Enviar opinión »
Presuntuoso y fanfarrón,...chissst casi na..., así dicen que soy, ¿no será que me tienen envidia? Pues chicos... eso debe ser...digo yo, aunque creo que simplemente he nacido para triunfar, digamos que tengo estrella,...chissst casi na..., ¿cómo diría yo?¡Un elegido! Lo dicho, he nacido para triunfar, aun recuerdo aquel día en la universidad justo enfrente del tablón de anuncios, esa aglomeración de gente, y yo acercándome lentamente como si de una ceremonia se tratara, jajajaja… Todos se apartaron al verme llegar, y allí estaba, en papel verjurado la lista de los mejores estudiantes, y por supuesto yo el primero, no podía ser de otra manera, ...chissst casi na..., en ese momento supe que mi vida iba a ser un continuo orgasmo de éxito, donde sería imposible disociar la alegría de mi cuerpo, tal vez por mi idiosincrasia o tal vez por mi temperamento, no se la causa, pero tal fue mi énfasis y mi empeño por ser el mejor que el elixir del triunfo pronto recorrió por mis venas, ...chissst casi na...
Pero ¿qué se habrán creído? En las clases del profesor Perot, mientras ellos sólo pensaban en faldas, yo me centraba en las explicaciones del profe siempre con el matraz en la mano por si era menester, de ahí el resultado al final del trimestre, ...chissst casi na... Uuffff como pasan los años, con el titulo bajo el brazo y el solar que me regalaron mis padres fundé mi primer negocio, pronto el dorado llenó mis bolsillos, luego vino mi primer mercedes, aun lo recuerdo, tapicería de cuero beige y carrocería añil metalizado,...chissst casi na... Bueno, ya solo me falta una cosa, encontrar a alguien que me quiera,...chissst casi na...
Elgringo 03/02/2006
El membrillo. De elgringo
Por monelle elNov 5, 2008 | Enelgringo, CONTEMOS CUENTOS 2 | Enviar opinión »
Estúpido, tonto, cobarde, “perót”. No sé por cuál de ellos decidirme,
“Tonto l’haba”, membrillo, “megarpendio”... Es que... hay tantos. “Acojonáo”,
“palurdo”... ¡Aahhhh! Da igual, el que sea, al fin y al cabo me siento igual
de insignificante con unos que con otros. Vamos, como una gotita en el fondo de un matraz, atrapado y sin poder salir, pero ¿quién soy yo? nada, eso es lo que soy:
una cucaracha corriendo entre miles de piernas preguntándose cuál de ella le aplastará.
He llegado a pensar que no debería haber nacido, por dios, con el temperamento que tienen mis hermanos y yo parezco una ursulina, y van ya dos años,¿cuándo me decidiré? Si sólo el verla me hiela la sangre. Por las noches ensayo delante del espejo una y otra vez todo lo que quiero decirle, si bien es cierto que le pongo tanto énfasis que acabo con un dolor de cabeza terrible, pero hoy a ocurrido algo especial, hoy es de esos días que no se deberían de acabar. Hoy el sol brilla más que nunca, es diferente, veo las cosas con más optimismo. Cuando desayunaba, como si de un elixir se tratase, se han despejado mis miedos, hoy será mi día, recorreré los escasos metros del solar que separan mi casa de la suya, llamaré al timbre, y cuando salga se lo soltaré a bocajarro: “¡Devuélveme el disco de Peret que te dejé hace dos años!”
Elgringo 28/02/2006
El indio Pero-tet. De elgringo
Por monelle elOct 28, 2008 | Enelgringo, CONTEMOS CUENTOS 1 | Enviar opinión »
Era temprano, y como casi siempre, en primavera amanecía radiante, y el campo se llenaba de vida, las aves revoloteaban como locas y por todas partes se veían animales de un lado a otro, llamaba la atención la cantidad de mariposas que habían esa mañana, muy cerca corría un manantial, el agua era tan limpia y pura que parecía que el reflejo de los árboles formasen parte de ella y fuese imposible disociarlos.
Haciendo un balance de su vida, el indio Pero-tet se enfadaba consigo mismo por haber llegado a este extremo; tenía todo lo que un joven indio podía soñar a su edad, su padre –agachatyplega- estaba orgulloso por haber superado la prueba y haberse convertido en guerrero, era popular en el poblado y se había ganado el respeto de los ancianos al haber dado muerte al oso que les tenía atemorizados, su madre –arasiaraoiga- le daba todo su amor, todo parecía perfecto, su pueblo, su familia, la tierra en la que vivía, pero no era plenamente feliz, había algo que le embargaba el corazón, se había enamorado de la mujer blanca que vivía en la colina, justo detrás del manantial donde se encontraba esta mañana, como todas la mañanas.
Todas las mañanas, la mujer blanca iba al manantial a lavar la ropa, solía soltarse el pelo y el indio Pero-tet se emocionaba, jamás había visto una cabellera rubia, sabía que si lo descubrían lo iba a pasar mal debido a la idiosincrasia de su gente, pero valía la pena, ataviado con su pantalón de piel de puma y con una cinta añil sujetándole el cabello se acercó todo lo que pudo, la mujer estaba sentada apoyada en un árbol y movía las manos de una forma extraña, de pronto, a lo lejos se escuchó el galopar de un caballo, y la mujer blanca se levantó deprisa y se marchó, fue entonces cuando el indio Pero-tet se dio cuenta de que la mujer blanca se había dejado algo en el árbol, salió corriendo de su escondite y se apresuró a recogerlo, era un trozo de papel verjurado, y en el había un dibujo, el dibujo de un bebé , levantó la mirada hacia el cielo y comprendió que su tótem le había dado una lección, no se podía tener todo aquello que se deseaba, y que debía conformarse con lo que su pueblo le daba, ahora si era feliz.
Elgringo 15/02/2006
El pianista. De elgringo
Por monelle elOct 21, 2008 | Enelgringo, CONTEMOS CUENTOS 1 | Enviar opinión »
Mis manos no podían dejar de moverse, parecía que tenían vida propia
de izquierda a derecha y de derecha a izquierda como si de un baile se tratara. Mientras tanto el salón de invitados empezaba a llenarse, y yo ensimismado en mis quehaceres no me daba cuenta de lo que ocurría a mi alrededor.
Cuando me contrataron, pensé , - otra noche aguantando a los pijos de siempre -, la verdad es que siempre era lo mismo, los típicos “nuevos ricos” que querían codearse con la “buena gente” y montaban fiestas a las cuales iba yo con mi piano de cola a deleitarles con buena música, aunque creo que eso a ellos era lo que menos les importaba, simplemente quedaba muy chulo tener a un músico dándole a un piano de 20.000 euros en el salón de su casa, pero yo era todo un profesional y mi idiosincrasia hacía que me adaptase a cualquier situación.
Fue entonces cuando sucedió, eran casi la una de la madrugada, las notas de música se habían mezclado tanto con las conversaciones de los invitados, que hubiese sido imposible disociarlas, pero aun así noté algo diferente, levanté la cabeza y entonces fue cuando la vi, de pie con un vestido añil y su mirada fija en mi. Era tan penetrante su fijación en mi que sentí un escalofrío y una torpe nota salió del piano estropeando la melodía, pero nadie se dio cuenta y en ese momento ni siquiera a mi me importó, era tal la belleza de la mujer que tenía enfrente que por un instante mi mente se ausentó del salón y me imaginé sentado con ella a la orilla de un río escribiendo lo que sería mi próxima composición, cuando volví a la realidad ella estaba más cerca de mi, entonces, cerré los ojos embriagándome con su aroma, no podía evitar que mi respiración se acelerara y que los poros de mi piel se abriesen nerviosamente, el flechazo había sido instantáneo, cuando abrí los ojos ella había desaparecido y encima del piano había un papel verjurado en el que parecía que había algo escrito, acorté todo lo que pude la canción, y me dispuse a leer la nota.
“Soy la camarera de la Pizzería Pinocho, me mandan tus amigos para decirte que la cena de este mes será el jueves y no el miércoles como de costumbre. Que lo pases bien.
Isabel”
elgringo 13/02/2006