Inesperado. De Suprunaman
Por monelle elMay 30, 2009 | EnSuprunaman, CONTEMOS CUENTOS 9
Había cagado en un tiesto, tan guripa como era; únicamente esto había encontrado en aquel zulo al que llamaba casa.
Era un zurullo grande y hermoso, sin pensárselo metió las manos en el tiesto y empezó a amasar aquella boñiga. Primero hizo una pelotita, casi era redonda. De una de las estanterías sacó un tarro que contenía musgo, estaba recubierto por una gelatina viscosa, aquella planta resultaba milenaria. Hincó los dedos en la caca e hizo un surco, posteriormente escupió y la saliva resbaló por la pendiente que había realizado. Alzó el excremento a la luz de aquel sol que iluminaba el cubil, no estaba mal.
Pensó entonces que un lolailo que cantara por “soleares” le daría alegría y salero a aquella escultura y se afanó en crearlo, pero este se sentó a la sobra de unos hierbajos, se sentía solo, —ya lo tengo, le fabricaré una cuadrilla de gitanillos para que le hagan palmas— pensó, y así lo hizo; los dispuso alrededor de una hoguera flameante donde cantaron, comieron, bebieron y se regocijaron.
Pasaron siete días y aquel artista se cansó de ver el espectáculo de los “cantaores”, quería experimentar con otras materias, con otros sonidos… así que cogió la bola de mierda con una mano, hizo un arco de noventa grados y lanzó aquella esfera verde y azul a la que llamaba Tierra a un cubo, encima del recipiente cilíndrico, un cartel pegado y escrito con letras mayúsculas culminaba con la palabra ESPACIO.
Suprunaman 06/06/06
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