Conseguido. De Suprunaman
Por monelle elAgo 28, 2009 | EnSuprunaman, CONTEMOS CUENTOS 11
Podía decir que estaba de mierda hasta el cuello. Estaba sentado en un banco, frente a un callejón sin salida. Comía pipas, parecía la única forma de parar aquella insaciable sensación de desánimo. Adiós a su sueño dorado de convertirse en un ídolo. Era un fracaso, fracaso en lo profesional, fracaso en lo familiar, fracaso en lo sexual.
Se quedó transpuesto, todo se volvió rojo. Un joven musculoso, aceitoso y desnudo le dijo:
— Sígame.
— ¿Pero que dice usted?, ni loco. ¿Qué es esto? Estaba sentado en un banco, y de repente aquí estoy ¿Dónde?
— En el infierno.
— Dios mío, no lo puedo creer, estoy al borde del colapso. Se me están quemando hasta las pipas.
Iba siguiendo a aquel hombre sin saber dónde. Al mirar a su alrededor, vio que las paredes estaban repletas de gente, una pared humana que gemía.
— ¿Y toda esta gente, que ha hecho?
— Gente que no cabía en el cielo —dijo el aceitoso.
— Y ¿Qué hago yo aquí?
— Es usted un invitado, es usted un fracaso profesional, familiar y sexual, jugador, vicioso, es usted un ídolo aquí en el infierno.
— Pero bueno, si ni siquiera soy capaz de matar a una mosca, matar, eso si es un auténtico pecado capital. Yo, yo…
— Hemos llegado.
Abrió la puerta. Salió a recibirlo un hombre vestido de color salmón, con una camisa pistacho y una corbata celeste.
— Menuda combinación, ahora ya estoy seguro que estoy en el infierno. ¿Su nombre es? Porque creo que voy a poner una reclamación, me está usted jodiendo la vista
— Lucifer me suelen llamar. Me gusta tu sentido del humor —dijo.
— Quiero una explicación, no será gay.
Lucifer frunció la comisura de las cejas.
— Estas muerto.
— A mi no me tutees.
— Dijiste que estabas jodido, hasta el cuello de mierda literalmente, y te hemos traído aquí, eres un invitado de honor. ¡Bienvenido al paraíso¡ —dijo Lucifer.
— ¿Honor? ¿Y que ventajas voy a tener si me quedo?
— Juergas, mujeres y una habitación con aire acondicionado —le dijo.
— Vaya, creo que estoy empezando a repuntar.
— Tal vez este sea el principio de una buena amistad —dijo Lucifer.
— ¿Sabes Lucifer? Allí arriba serías un excelente vendedor
— Y aquí abajo también —respondió este
Y desaparecieron entre la bruma y el olor a azufre.
Suprunaman 06/07/06
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