Mejor estarías muerto. Suprunaman
Por monelle elJul 1, 2010 | EnSuprunaman, CONTEMOS CUENTOS 22
Había llegado a clase cinco minutos tarde. María se sentó en el pupitre y sacó su cuaderno, haciendo el menor ruido posible para que el Padre Mariano no se diera cuenta de su retraso. Pero el Padre tenía unas orejas de elefante capaces de oír una mosca a doscientos metros. Rápidamente se acercó a María, la cogió de la trenza y la hizo levantarse de la silla:
—Ya verás como aprendes a no llegar tarde nunca más. Dijo el padre cogiendo una vara.
Todos los niños veíamos al Padre Mariano como un ser codicioso que pretendía medrar a cualquier precio, quería llegar a ser el director. Deleznables eran sus métodos, en los cuales se le advertía cierta satisfacción cuando nos pegaba. Su rostro manifestaba placer en cada golpe propinado con rabia.
María era una niña delicada y mimosa, lo cierto es que yo estaba enamorado de ella. Al ver a aquel cura anormal intentando golpear a mi chica no pude evitar levantarme y atizarle un golpe en la cara con una silla. El Padre quedó tumbado en el piso y sin sentido, tal vez muerto. Tomé la mano de María y huimos del lugar. El resto de muchachos callaron y se convirtieron en nuestros cómplices al esconder al Padre en un recodo del sótano, cerca de la caldera.
Era la hora del ángelus.
Suprunaman 05/12/2006
No hay opiniones, todavía
« La oscura tentación. De Danielcole | Un hombre, un genio. De Mon » |