LA TORRE DEL UNICORNIO de Mon
El suave siseo sobre el sutil pergamino, como cada noche, presagiaba una buena aventura, la tinta negra de confección casera comenzaba a impregnar el ambiente tímidamente caldeado por la llama de una única vela.
El viejo Frogot vivía solo de sus recuerdos, en aquella solitaria torre de anchos muros fecundada en la alta edad media.
Su espesa barba se tornaba luminiscente cuando el espejo jugueteaba con las sombras chinescas que el cirio proyectaba, dicen que recortadas por una pandilla de duendes imaginarios.
Hoy es el día de Cántor, el bosque del unicornio, y quiero narraros una historia que personalmente viví de pequeño.
Frogot se echó un pequeño manto sobre la espalda para evitar la fría humedad que predominaba en la torre, las largas noches de invierno eran muy duras y había que racionar bien la leña. Y comenzó a escribir:
“Erase una vez un niño que fue abandonado por sus padres a la edad de 5 años, -(tose Frogot), aun recuerdo cómo la gente de la aldea estuvieron buscándole durante semanas, nunca olvidaré el odio que sentimos todos por aquellos padres tan malvados.
Dicen que por las noches en el bosque de Cántor se escuchaban cánticos de un niño acompañados por el brioso relinchar de un caballo, cuentan que cada 12 de mayo las hojas de los árboles quedan inmóviles, justo el día en que desapareció Nímet.
Yo Frogot de Noseville pude ver esa silueta una noche de tormenta, rasgada por un rayo. Era el niño sobre un unicornio blanco, ¡Dios, tengo que avisar a todos los del pueblo! No imaginaba que aquel gesto iba a suponer una odisea para mí.
Pocos me creyeron y una mayoría enfervorizada decidió relegarme para siempre en esta torre, llamada desde entonces la torre del unicornio.
Ahora cada 12 de mayo las hojas del bosque se agitan con inusitada violencia, crispadas y amenazantes, pero no me importa, es el único día de todo el año que tengo visita.”
Frogot quedó dormido sobre el lienzo, quien sabe si esperando a que el bosque volviera a clamar.
Mon 12/05/2007
El mensaje
La primera condición para la paz es la voluntad de lograrla.
Juan Luis Vives (1492-1540)
Ya no se firmaban en cientos de miles de hojas impresas tratados de no agresión. Aquellos documentos con sus firmas, timbres y decorados con ribetes, sellos y escudos, se habían sustituido con un apretón de manos, varias cadenas de e-mail y una conexión de vídeo vía satélite transmitida a todo el sistema.
A la hora pactada, ambos mandatarios cumplimentaron los trámites, en sus rostros no se reflejaba alegría alguna por el suceso. Los acontecimientos se habían precipitado y de la misma manera que un mensaje hubiera podía significar la mayor de las ofensas, se había conseguido la paz.
Con reticencia, como una molesta espina, se trataron los temas relativos a los muertos… ¿qué hacer con ellos? Dividiendo aquel sistema el cinturón de asteroides, frontera natural entre los dos planetas, fue seleccionado para ese fin. Abandonadas a su suerte en él: las armas y las naves empleadas en la contienda harían compañía a los muertos que ya descasaban allí.
En una pequeña habitación Marieta, la mujer más anciana del mundo, cómplice anónimo de los hechos, había sido testigo también del último de aquellos antiguos armisticios repletos de pompa y boato. Conectada para su mantenimiento vital —artificio obligado para el alargamiento de la vida—, se sentía feliz.
Marieta proyectó sus pensamientos hasta aquel lugar del firmamento. Le recordaba los campos de trigo de su pueblo al finalizar la última gran guerra del planeta convertidos en tumbas cubiertas por cruces hasta donde se perdía la vista. Millones de bajas en la que ningún hogar se libró de las pérdidas humanas. Fue por ese motivo que, al comenzar la guerra que hoy veía su fin, costara convencer a la población sobre la necesidad de una buena y correcta defensa, sobre la obligación de dar todos un poco para mantener la paz.
Marieta, que sabía muy bien el precio que se pagaría, intentó evitarlo, pero no consiguió nada. Y los caídos de ambos bandos comenzaron a pesarle. Millones de muertos y ochenta años después, Marieta creyó que sus esfuerzos por detener aquella barbarie se habían visto finalmente cumplidos y ya podía morir.
Frente a su asistente Marieta escribió un último mensaje. El robot que vigilaba las máquinas que la sostenían en vida desconectó su sustento. Marieta creyó que eso la mataría de inmediato pero no fue así. Y entonces hablo. Lo hizo sin cesar dirigiéndose hacia el autómata que ni tan siquiera tenía habilitado el oído. Marieta le contó a su confidente cómo después de años de esfuerzos encontró la solución, el misterioso mensaje conciliador que consiguió el milagro contenía dos únicas palabras, las mismas que salieron de su boca antes de fallecer:
—Te necesito.
CRSignes 23/05/2010
CUANDO LOS RECUERDOS HABLAN de Aquarella
Han pasado algunos años desde que esa alocada pandilla bautizada como “La tertulia constructiva” estableció su decálogo para cambiar el mundo, sin dudar por un momento que podría hacerlo. Sí, ha pasado mucho tiempo, la implacable sinceridad del espejo me lo confirma sin ninguna compasión, y de paso abre la puerta a los recuerdos. Atrás quedan la firme promesa de no sucumbir a la indiferencia, el propósito de fecundar la vida con ideales, alcanzar grandes metas, la creencia de que la unión hace la fuerza… en el aire flota un pensamiento inevitable al que no quiero prestarle mi voz ¡Qué tiempos aquellos!
La realidad es cruel, no respeta los sueños. Se ríe de esa soberbia juvenil poniendo a todos en el sitio que le apetece, cada uno tiene que hacer frente a su propia odisea, y nosotros no íbamos a ser menos. Hoy volvemos a vernos después de mucho tiempo: Algunos están más gordos, otros tienen menos pelo, las arrugas no aparecen sólo en la ropa, y los abrazos de saludo tienen el sabor de la nostalgia amarga. No estamos todos, es un día triste porque nos reunimos para despedir a uno de los nuestros.
―¡Lástima que tenga que pasar algo así para que nos encontremos de nuevo!
Es la frase que más se escucha, entre lágrimas contenidas y la tímida alegría que sentimos al vernos. Pero también recordamos al unísono el grito de guerra con el que siempre nos hacía reír antes de poner en práctica alguna de sus locuras ―¡A mí no me parte un rayo! –pero se equivocaba, como en tantas otras cosas, y al final se marchó el primero.
Nos sentamos todos juntos, con las manos entrelazadas para sentir esa cercanía que parecía haberse diluido entre la distancia y el olvido, mientras alguien empieza a leer un texto dedicado al difunto
―Justo antes de morir hizo alarde de la ironía que le caracterizaba: ¿Sabes qué es lo que realmente importa? El silencio, las palabras… y, sobre todo, las cosas que lamentamos no haber dicho o hecho. ¡Joder! Ya soy viejo para morir joven, y demasiado mayor para tener miedo ―y la luminiscencia de su sonrisa firmó su último gesto.
Aquarella 11/05/2007
Acta del XI Certamen Internacional de Microcuento Fantástico miNatura 2013
ACTA DEL JURADO DEL XI CERTAMEN INTERNACIONAL DE MICROCUENTO FANTÁSTICO miNatura 2013
Reunidos los votos del Jurado del XI Certamen Internacional de Microcuento Fantástico miNatura 2013, formado por:
Manel Aljama (Narrador)
Juan Guinot (Narrador)
Pablo Martínez Burkett (Narrador)
Cristina Jurado (Narradora)
Carmen Rosa Signes U. (Narradora y fotógrafa)
Ricardo Acevedo Esplugas (Poeta y narrador)
Tras la lectura de los 285 cuentos, que provenientes de diferentes nacionalidades, a saber:
41 Argentinos
4 Bolivianos
1 Brasileño
8 Chilenos
18 Colombianos
1 Colombiano-español
1 Costarricense
6 Cubanos
2 Ecuatorianos
149 Españoles
1 Guatemalteco
1 Hondureño
1 Ítalo-argentino
22 Mexicanos
1 Paraguayo
9 Peruanos
2 Puertorriqueños
3 Dominicanos
1 Salvadoreño
4 Uruguayos
9 Venezolanos
La Organización quiere agradecer el interés que ha despertado este certamen en su edición décimo primera que ha quedado evidenciado en el aumento de participación con respecto a años anteriores, hecho que ha enriquecido satisfactoriamente la labor del jurado gracias al incremento de la calidad de los textos presentados y también al poder disponer de un mayor espectro de posibilidades dentro de la ficción fantástica presentada.
El jurado del XI Certamen Internacional de Microcuento Fantástico miNatura 2013 proclama como ganador al cuento:
MOSCAS Seudónimo: Julián Sorel Autor: Rafael Novoa Blanco (España)
Un cuento de excelente factura, que logra conducir al lector entre lo cotidiano y lo macabro sin caer en vulgarismos ni falsos tópicos. El autor consigue crear una atmósfera que aumenta el interés del lector hasta llevarlo a un desenlace que golpea fuertemente en el inconsciente colectivo y la imaginería popular.
El jurado destaca como finalistas los siguientes textos (la ordenación no implica puesto clasificatorio alguno debido a que los nombres de los autores aparecen por riguroso orden alfabético):
EN LA ESTACIÓN Seudónimo: El halcón maltés Autor: Gabriel Bevilaqua (Argentina)
LAS TRES SOMBRAS DEL DIABLO Seudónimo: Nictálope Autor: Mari Carmen Caballero Álvarez (España)
INVISIBLE Seudónimo: Mianna Autor: Mariana Ducros (Argentina)
MAQUINAL Seudónimo: Cibulix Autor: Lucas Ezequiel Damino (Argentina)
AUNQUE INDIGNA Seudónimo: Pau Soldado Autor: Miguel Gámez Cuevas (España)
LIPSA SÉPTIMA, AUSENTE Seudónimo: R. Taibo Autor: Aurelio Gutiérrez Cid (España)
AMOR IMPOSIBLE Seudónimo: Frónesis Altair Autor: Luis Gabriel Henao Orozco (Colombia)
LO QUE ATESORA EL COFRE DEL MUERTO Seudónimo: Long Jack Silver Autor: Juan Ángel Laguna Edroso (España)
ÉL SIEMPRE HA ESTADO AHÍ Seudónimo: Ignacio Rey Autor: Carlos Javier Lluch Mercader (España)
EL ÚLTIMO DESAFÍO DE MALON, CORAZÓN DE TRUENO Seudónimo: Melusine Autor: Pere J. Martínez Marqués (España)
EJECUTAR OFRENDA Seudónimo: Krusty Autor: Manuel Montesinos Moreno (España)
SOLEDAD Seudónimo: Piedra Autor: Jorge Hugo Veneciano (Argentina)
TÍTERES DE TINTA Seudónimo: Babieca Autor: Carlota Viguera Urbina (España)
TRANSMUTACIÓN Seudónimo: Ligeia Autor: Lourdes Walls Laguarda (México)
El equipo redactor de la revista, debido al incremento de participantes menores de 18 años, ha decidido seleccionar un texto de entre todos los participantes de esa franja de edad situada entre los 12 años del menor de los presentados y los 17, con el fin de motivar a estas jóvenes promesas de cara a su formación. Es por ello que hace mención al cuento:
LA COSA NOSTRA Seudónimo: Diego Holgado del Pozo Autor: David Iruela, 16 años (España)
En breve verá la luz el dossier especial de la Revista Digital miNatura dedicado al XI Certamen Internacional de Microcuento Fantástico miNatura 2013 (Revista Digital miNatura 130) en el que se podrán leer tanto el cuento ganador como los finalistas, todos ellos recibirán por correo electrónico, diploma acreditativo de su participación en el certamen.
Todos aquellos trabajos que no han sido seleccionados por el jurado serán destruidos, de forma que, en los próximos días, desaparecerán del blog quedando tan sólo en él el cuento ganador y los finalista, tal y como viene dispuesto en las bases del certamen.
Nuestro más sincero agradecimiento a los participantes por la acogida que sigue teniendo el certamen que viene a confirmar el interés que el microcuento fantástico tiene entre los escritores contemporáneos y que queda evidenciado por la calidad de los trabajos presentados. Os esperamos el año próximo en la edición número 12 de este certamen. Gracias a todos.
Ricardo Acevedo Esplugas
Carmen Rosa Signes U.
Directores de la Revista Digital miNatura
San Juan de Moró a 29 de septiembre de 2013
Hans el chatarrero
Algunos libros son inmerecidamente olvidados; ninguno
es inmerecidamente recordado. (Wystan H. Auden)
Desde el espacio era imposible apreciar la barbarie, nada hacía sospechar el esplendor perturbado del que fuera el planeta más importante del Imperio.
Hans arribaba a un mundo desmembrado, la confusión era mayor en las zonas habilitadas como aeródromos. Miles de naves partían sin destino establecido, mientras que otros, supervivientes a los bombardeos, campaban a sus anchas, sin control, intentando proteger lo poco que logró salvarse de los saqueos.
Pequeños brotes verdes asomaban entre aquella tierra castigada a no ver la luz del sol durante milenios. La naturaleza recuperaba con este suero revitalizador un terreno perdido. Nueva explosión capaz de cambiar la fisonomía de cualquier mundo.
La superficie visible escondía la identidad olvidada de los combatientes y las miserias de los supervivientes.
Aquellos niños nacidos en el subsuelo dentro de los pasadizos metálicos y privados de la exposición controlada necesaria para la adecuación a la vida en otros mundos mostraban en sus blanquecinas pieles, al contacto con la radiación solar, graves quemaduras.
Cada amasijo de retorcido metal contaba una historia: el Palacio Presidencial, las Cortes, la Universidad. Millones de vidas perdidas que apenas si contabilizaban en la estadística de los vencedores.
El material de desecho se convirtió en el reclamo que atrajo a muchos que, como él, buscaban enriquecerse. Quimera de oro, convertida en mercadeo de metal.
El horizonte dibujaba el perfil del destino que venía buscando. Para Hans el oro era de papel, ambicionaba hacerse con el botín de libros y manuscritos de la Biblioteca Imperial. Los robots fueron más receptivos a sus preguntas, por ellos supo de la existencia de una grieta en la parte posterior de la biblioteca que le permitiría entrar sin ser visto. Con el arma en la mano entró.
Hans soltó su Blaster. Miles de libros amontonados estaban a su alcance. El primero que tomó: Cartas y Citas de Hari Seldon, contenía las tablas con los cálculos manuscritos y la trascripción completa de las revelaciones del más grande de los psicohistoriadores, algunas jamás reveladas. Atrapó el único ejemplar conocido de la Cartografía del universo con los mapas de las rutas secretas de millones de planetas habitables y, según contaba la leyenda, las instrucciones precisas para alcanzar la tierra y una primera edición de la Enciclopedia Galáctica.
Llenó las mochilas, incluso los bolsillos con un tesoro capaz de proporcionarle tantos créditos como poder.
El asalto le pilló desprevenido. Un segundo después, besaba el suelo de pulido metal enzarzado en una breve pelea contra un enemigo, aparentemente invisible, que le arrastró hasta lo más oscuro del pasadizo. Allí logró arrancarle la carga, mientras él se revolvía intentando alcanzar su arma.
Le costó más identificar al insignificante ser que le había tumbado, que inmovilizarlo. Un simple movimiento de muñeca y podía haberlo partido por la mitad, pero el desenlace fue diferente al que hubiera deseado. De nada le sirvió su genio. Desde su costado brotaba la sangre a grandes borbotones. La vida se difuminó en un segundo. Hans había caído.
Por los pasadizos apuntalados de la Biblioteca de Trantor, el archivero, cargado con su preciado tesoro, desapareció.
CRSignes 23/10/2011
Revista Digital miNatura 129 (Castellano e inglés)
Como muchos de los dossiers de la revista y, éste no va a ser la excepción, no vamos a dar las claves ni tan siquiera proporcionaremos la fórmula que consiga desvelar los secretos del tema al que va dedicada, al menos nosotros no, para ello contamos con una buena selección de excelentes creadores literarios que harán de cada lectura una nueva aventura en la que quizá se pueda conseguir la ansiada respuesta. Pero ¿qué es la inmortalidad? Si pensamos con frialdad la desecharíamos inmediatamente para nosotros mismos, pues enseguida somos conscientes del paso efímero al que estamos condenados por el simple hecho de nacer. No obstante nos empeñamos en encontrarla confiando en creencias que otorgan a nuestra alma, sea lo que sea la misma, la vida eterna, o los más avispados buscando fórmulas magistrales que alarguen la caducidad de nuestro cuerpo, aunque no tengan muy claro qué sucederá después. Como todos los métodos empleados para lograrlo son tan efímeros como la posibilidad de que tengan éxito, el ser humano ha encontrado uno que, si bien no garantiza físicamente nuestra inmortalidad, al menos consigue que nuestro legado perdure hasta que se deshaga en el viento. Puede ser que este sea el motivo por el que alguno de nosotros escriba, o dibuje, o simplemente trasmita sus conocimientos a los demás, puede que sea por ello. De lo que sí que estamos convencidos es que después de leído este dossier la mayoría tendrá más claro que la inmortalidad está en las manos y la imaginación de aquellos que la han soñado o escrito.
Como siempre en este especial queremos destacar la entrevista esta vez dedicada al escritor cubano de ciencia ficción José Miguel “Yoss” Sánchez, los artículos de Mari Carmen Caballero Álvarez (España) y José Francisco Camacho Aguilera (México). Las novedades editoriales de La Biblioteca del Nostromo nos anuncian un muy interesante panorama y de la buena salud del fantástico.
Nunca me canso de indicar el trabajo de los ilustradores en especial la gran portada del ilustrador ruso Michael Cheval y la contraportada del ucraniano Vitaliy Smyk. Graciela Marta Alfonso (Argentina); Miriam Ascúa (Argentina); Edison Montero (República Dominicana); Evandro Rubert (Brasil); Valeria Uccelli (Italia/ Argentina); Tatiana Vetrova, (Rusia) son los ilustradores que cierran este número.
Os recordamos el próximo nacimiento de la revista Tiempos Oscuras Una visión del Fantástico Internacional (especializada en literatura fantástica más extensa) con su #1 dedicado a Cuba y lanzar la convocatoria del #2 a Argentina.
¡Gracias a todos!
Revista Digital miNatura 129 Dossier Inmortalidad
Asociación Cultural miNatura Soterrania
Directores: Ricardo Acevedo E. y Carmen R. Signes Urrea
Portada: Windmill of Time por Michael Cheval (Rusia)
Contraportada: Dark lion por Vitaliy Smyk (Rusia)
Diseño de portada: Carmen R. Signes Urrea (España)
Colaboraciones: minaturacu@yahoo.es
Sumario:
01/ Portada: Windmill of Time/ Michael Cheval (Rusia)
02/ FrikiFrases
03/ Editorial
05/ Convocatoria para el Nº2 de la Revista Tiempos Oscuros
07/ Entrevista: Yoss x Yoss no siempre son Cuatross/ Ricardo Acevedo E.
23/ Sumario
23/ Miedo, Mentiras y Tinta China: Conclusión/ Rubert (Brasil)
25/ Miedo, Mentiras y Tinta China: Inmortalidad/ Rubert (Brasil)
28/ El placer de la batalla/ Juan Pablo Noroña (Cuba)
28/ 226/ Ana María Shua (Argentina)
28/ Terapia /Ricardo Manzanaro (España)
28/ El árbol de la inmortalidad/ Odilius Vlak (República Dominicana)
29/ Así ha sido siempre…/ Patricia K. Olivera (Uruguay)
30/ Cangrejo inmortal/ Sergio Fabián Salinas Sixtos (México)
30/ Inmanencia/ Salomé Guadalupe Ingelmo (España)
31/ La Errante/ María José Madarnás (Venezuela)
32/ Nacimiento, vida, ¿muerte?/ Omar Martínez (Cuba)
32/ El poniente/ Juan Guinot (Argentina)
33/ Amistades peligrosas/ Tomás Pacheco Estrada (México)
33/ Tiempo perpetuo/ Vicente Arturo Pichardo (República Dominicana)
34/ Falso dilema/ Cristina Jurado (España)
34/ Kullassina-bel/ Yunieski Betancourt Dipotet (Cuba)
35/ Tropismo hacia los seres imaginarios/ Violeta Balián (Argentina)
35/ Agapi/ Mary Cruz Paniagua Suero (República Dominicana)
36/ Inmortalidad/ Jaime Magnan Alabarce (Chile)
36/ Casi inmortal/Julieta Moreyra García (México)
37/ Ruleta rusa/ Carmen Rosa Signes Urrea (España)
37/ Lucy In The Sky With Diamonds/ Ricardo L. García Fumero (Cuba)
38/ La claudicación de Parménides/ Pablo Martínez Burkett (Argentina)
39/ Y será inmortal rezaba el epitafio/Odilius Vlak (República Dominicana)
40/ Huellas indelebles/ María José Madarnás (Venezuela)
40/ El ojo/ María José Gil Benedicto (España)
41/ Lo mejor/ Yunieski Betancourt Dipotet (Cuba)
41/ La obra literaria/ Ana María Shua (Argentina)
41/ Esencia en el código binario/Vicente Arturo Pichardo (República Dominicana)
42/ Para toda la vida…/ Jaime Magnan Alabarce (Chile)
42/ Descubrimiento/ Francisco Manuel Marcos Roldán (España)
43/ La marmita/ Carlos Suchowolski (Argentina)
43/ La tentación de la fugacidad/ Carlos Díez (España)
44/ Cuentos de Bestiarios: La Gárgola/ Graciela Marta Alfonso (Argentina)
45/ Crisis de identidad/ Francisco Manuel Marcos Roldán (España)
45/ Neuromoína/ Federico Miguel Aldunate (Argentina)
46/ Inmortalidad/ Rosa María García Suárez (España)
46/ Amada Inmortal/ Luciano Doti (Argentina)
46/ El experimento/ Mónica Roig (España)
47/ El joven epicúreo y el pueblo de todavía/ Sebastián Ariel Fontanarrosa (Argentina)
48/ La mala suerte/ Francisco Manuel Marcos Roldán (España)
48/ Exhausto de vagar por las noches/ Vicente Arturo Pichardo (República Dominicana)
49/ Repercusiones de un fracaso/ Ernesto Parrilla (Argentina)
49/ La lista/ Omar Martínez (Cuba)
50/ Para siempre/ Rubén Gozalo (España)
50/ El precio de la inmortalidad/ Natalia Viana (España)
51/ Iniciativa/ Francisco Manuel Marcos Roldán (España)
51/ Familia/ David Calvo Sanz (España)
51/ Bárbaros/ Rubén Gozalo (España)
52/ Quid Pro Quo/ Gorka Moreno (España)
52/ Ulises/ Francisco Manuel Marcos Roldán (España)
53/ Humanidad/ Dolores Espinosa Márquez (España)
54/ Seré el único/ Juan Ramón Ortiz Galeano (Argentina)
54/ El Espejo/ Diego Galán Ruiz (España)
55/ Bucle infinito/ Manuel Santamaría Barrios (España)
56/ La foto/ Diego Galán Ruiz (España)
56/ La reina fantasma/ Mª del Socorro Candelaria Zarate (México)
57/ Alma encadenada/ Texy Cruz (España)
57/ El mito/ Diego Galán Ruiz (España)
58/ El momento de la verdad/ Mª del Socorro Candelaria Zarate (México)
58/ Aún estaré aquí cuando hayas muerto/ María Luisa Castejón (España)
59/ Cuento realista/ Juan Manuel Valitutti (Argentina)
59/ El poder de Dave Blake/ Roger Rivero (Cuba)
60/ Quiero ser inmortal/ Anubis jr –seud.- (Venezuela, 12 años)
60/ Ante la ira de Dios/ Patricia Nasello (Argentina)
60/ Tú, El inmortal/ Francisco José Segovia Ramos (España)
61/ Crónica de un reloj llamado universo/ Irma Paola Jiménez (México)
61/ Perseverancia/ David Moreno Sanz (España)
62/ Hechos 9:4/ Javier Morello (Argentina)
62/ Némesis/ Víctor M. Valenzuela (España)
63/ Las lágrimas son finitas/ Brayan A. Huertas (Colombia)
64/ Reloj no marques las horas/ Rafael J. Sánchez Rivera (España)
64/ Expedición Planeta Tierra/ David Moreno Sanz (España)
64/ Cuando la Parca se enoja/ Diana Beláustegui (Argentina)
65/ Leyenda inmortal/ Carlos Enrique Saldivar (Perú)
65/ Huesos en polvo/ Francisco Rapalo Peuser (?)
66/ Desiderato/ Roger Rivero (Cuba)
66/La raza perfecta/ Francisco José Segovia Ramos (España)
66/ Camino a la inmortalidad/ David Moreno Sanz (España)
67/ En David Bowie, mis colmillos/ Majo López Tavani (Argentina)
67/ Después de 10 000 años/ Ricardo Cortés Pape (España)
68/ La Rueda/ Lucila Adela Guzmán (Argentina)
68/ Inmortales versus Infinitos/ Francisco José Segovia Ramos (España)
69/ Reina inmortal/ David Moreno Sanz (España)
70/ Cuando matamos a la muerte/ Carlos Enrique Saldivar (Perú)
70/ La senda a la eternidad/ Israel Santamaría Canales (España)
71/ Ch'in Shih Huang abre los ojos/ Majo López Tavani (Argentina)
72/ El tratamiento/ Francisco José Segovia Ramos (España)
72/ ¿Y ahora qué?/ Rubén Ibáñez González (España)
73/ Escollos/ Jor Tremech –seud.- (España)
74/ RIP Entertainment/ Gabriel Álvarez (Argentina)
74/ El verbo de Rhiw/ Jay Murielson –seud.- (España)
75/ Cruzadas/ Nicolás Jarque Alegre (España)
76/ Artículo: Sin colorantes ni conservantes/ Mari Carmen Caballero Álvarez (España)
83/ Artículo: Sobre la inmortalidad/ José Francisco Camacho Aguilera (México)
90/ La Biblioteca del Nostromo: Portal Ciencia Ficción; El Investigador (México); BUK Magazine La cultura en estado efervescente; NM La nueva literatura fantástica hispanoamericana; La Quinta Dimensión de la Literatura: Reflexiones sobre la ciencia ficción en Cuba y el mundo (Letras Cubanas, 2012); Érase una veZ (Kelonia); Ellos son el futuro. Un año de Ficción Científica (Ficción Científica); Sueños Negros (Saco de Huesos); Más allá de Némesis (Sportula); Terra Nova 2 (Fantascy); Super Extra Grande (Gente Nueva, 2012); Brevísimos cuentos de espantos (Luna Insomne Editores); Lucrecia quiere decir perfidia (Ediciones Linkgua); El Dirigible (Dlorean Ediciones); Desertora (La Factoría de Ideas); Tierras de Esmeralda: La esfera mágica (ebook); Kraken (La Factoría de Ideas); Los cazahuesos (La Factoría de Ideas); El Oráculo (La Factoría de Ideas); Lucifer 113 (La Factoría de Ideas); Segunda Crónica: el cazavampiros (La Factoría de Ideas); El laberinto La Factoría de Ideas (); Tinta (Oz); Generación Z (Oz); La Guerrera de Tildor (Oz); Donna Angelica vs Donna diavola (tombooktu); Sindbad en el País del Sueño (Fantascy); La última torre (ebook); The Kromwell Show.
106/ Sobre los autores e ilustradores
130/ Sobre las Ilustraciones
131/ Contraportada: Dark lion/ Vitaliy Smyk (Ucrania)
Sobre las Ilustraciones
Pág. 1 Windmill of Time/ Michael Cheval (Rusia)
Pág. 2 FrikiFrases/ Carmen Rosa Signes Urrea (España)
Pág. 23 Miedo, Mentiras & Tinta China: Conclusión/ Rubert (Brasil)
Pág. 25 Miedo, Mentiras & Tinta China: Inmortalidad/ Rubert (Brasil)
Pág. 28 El árbol de la inmortalidad/ Edison Montero (República Dominicana)
Pág. 35 Una vampiro/ Miriam Ascúa (Argentina)
Pág. 55 Quimera/ Graciela Alfonso (Argentina)
Pág. 76 In Flames/ Tatiana Vetrova (Rusia)
Pág. 84 El camino del Inmortal/ Valeria Uccelli (Argentina)
Pág. 131 Dark lion/ Vitaliy Smyk (Ucrania)
Y para el próximo número:
UNIVERSO BRADBURY
Colaboraciones hasta el 25 de octubre
Si deseas bajar la Revista Digital miNatura 129 pincha aquí
I remember in an old film that mysteriously do not remember his title, he was asked to star, How long is eternity? So this answer:
"Every ten thousand years a bird giant travels to an magical island where there is a whole mountain of gold, its top is cleaned the peak, when the mountain will disappear after one second of eternity”
A pretty picture, the truth is that immortality is a real nuisance. First its geographical location is impossible from a fountain, a cup or a paltry ring.
And what I hear about your setbacks? Not talking about hemoglobin vampire or mock musical lethargy Tolkien elves ... the mortal human is a mass of complex trauma and have eternal life and live with them is pure torture
Too attractive to renounce it has generated its own literature. The stories cite Arab Al- Khidr (The Green) and chronicles of John of Mandeville and Preste Juan fed the greed of many.
A little known story (before Ponce de León) speaks of Paradise Bimini one of those islands that cloud the minds of dream catchers , came the news Sequene an Arawak chief from Cuba, had purportedly been unable to resist the temptation Bimini and its restorative fountain . He gathered a group of adventurers and sailed north, never to return.
What I say the quest for immortality has been task of heroes, demigods and other critters who has never brought anything new... leave it be.
As always in this particular we highlight the interview this time dedicated to science fiction Cuban writer Jose Miguel "Yoss" Sanchez items Mari Carmen Caballero Álvarez (Spain) and José Francisco Camacho Aguilera (Mexico). The latest publications of the Library of Nostromo we announce a very interesting picture of good health and the fantastic.
I never tire to indicate the work of illustrators especially great main cover illustrator Russian Michael Cheval and Ukrainian Vitaliy Smyk back cover. Marta Graciela Alfonso (Argentina); Miriam Ember (Argentina); Edison Montero (Dominican Republic); Rubert Evandro ( Brazil), Valeria Uccelli (Italy / Argentina ), Vetrova Tatiana (Russia) are the illustrators who close this issue.
It is impossible to close this editorial without announcing the coming birth of the Tiempos Oscuros magazine A Vision of International Fantastic ( specializes in fantastic literature more extensive ) with your # 1 dedicated to Cuba and launch the call of # 2 to Argentina .
We wish you a happy reading!
the EditorsRevista Digital miNatura 129 Immortality
Summary:
01/ Main cover: Windmill of Time/ Michael Cheval (Russia)
02/ FrikiFrases
03/ Editorial
05/ Convocatoria para el Nº2 de la Revista Tiempos Oscuros
07/ Interview: Yoss times Yoss is not always four (interviewing José Miguel “Yoss” Sánchez)/ Ricardo Acevedo E. (Cuba)
20/ Summary
20/ Fear, Lies & China Ink: Conclusion by Rubert (Brazil)
22/ Fear, Lies & China Ink: Immortality by Rubert (Brazil)
24/ The joy of battle/ Juan Pablo Noroña (Cuba)
24/ 226/ Ana María Shua (Argentina)
24/ Therapy/ Ricardo Manzanaro (Spain)
24/ The tree of immortality/ Odilius Vlak (Dominican Republic)
25/ Así ha sido siempre…/ Patricia K. Olivera (Uruguay)
26/ Cangrejo inmortal/ Sergio Fabián Salinas Sixtos (Mexico)
26/ Immanence/ Salomé Guadalupe Ingelmo (Spain)
27/ The Errant/ María José Madarnás (Venezuela)
27/ Nacimiento, vida, ¿muerte?/ Omar Martínez (Cuba)
28/ The west/ Juan Guinot (Argentina)
28/ Dangerous Liaisons/ Tomás Pacheco Estrada (Mexico)
29/ Perpetual time/ Vicente Arturo Pichardo (Dominican Republic)
30/ False dilemma/ Cristina Jurado (Spain)
30/ Kullassina-bel/ Yunieski Betancourt Dipotet (Cuba)
30/ Tropism toward imaginary beings/ Violeta Balián (Argentina)
31/ Agapi/ Mary Cruz Paniagua Suero (Dominican Republic)
31/ Immortality/ Jaime Magnan Alabarce (Chile)
32/ Almost immortal /Julieta Moreyra García (Mexico)
32/ Ruleta Rusa/ Carmen Rosa Signes Urrea (Spain)
33/ Lucy In The Sky With Diamonds/ Ricardo L. García Fumero (Cuba)
34/ Parmenides´ surrender/ Pablo Martínez Burkett (Argentina)
34/ And he shall be immortal said the epitaph/Odilius Vlak (Dominican Republic)
35/ Indeleble imprints/ María José Madarnás (Venezuela)
36/ The eye/ María José Gil Benedicto (Spain)
36/ The best/ Yunieski Betancourt Dipotet (Cuba)
37/ Literary work/ Ana María Shua (Argentina)
37/ Essence in the binary code/Vicente Arturo Pichardo (Dominican Republic)
37/ Lifetime…/ Jaime Magnan Alabarce (Chile)
38/ Discovery/ Francisco Manuel Marcos Roldán (Spain)
38/ The kettle/ Carlos Suchowolski (Argentina)
39/ The temptation of transience/ Carlos Díez (Spain)
40/ Bestiarios´s Stories: The Gargoyle/ Graciela Marta Alfonso (Argentina)
40/ Identity crisis/ Francisco Manuel Marcos Roldán (Spain)
41/ Neuromoine/ Federico Miguel Aldunate (Argentina)
41/ Immortality/ Rosa María García Suárez (Spain)
42/ Immortal Beloved/ Luciano Doti (Argentina)
42/ The experiment/ Mónica Roig (Spain)
42/ Epicurean the young and still people/ Sebastián Ariel Fontanarrosa (Argentina)
43/ Bad luck/ Francisco Manuel Marcos Roldán (Spain)
44/ Tired of wandering at night / Vicente Arturo Pichardo (República Dominicana)
44/ Repercussions of failure/ Ernesto Parrilla (Argentina)
45/ The list/ Omar Martínez (Cuba)
45/ Forever/ Rubén Gozalo (Spain)
45/ The Price of immortality/ Natalia Viana (Spain)
46/ Initiative/ Francisco Manuel Marcos Roldán (Spain)
46/ Family/ David Calvo Sanz (Spain)
47/ Savages/ Rubén Gozalo (Spain)
47/ Quid Pro Quo/ Gorka Moreno (Spain)
47/ Ulises/ Francisco Manuel Marcos Roldán (Spain)
48/ Mankind/ Dolores Espinosa Márquez (Spain)
49/ I will be the only/ Juan Ramón Ortiz Galeano (Argentina)
49/ The mirror/ Diego Galán Ruiz (Spain)
49/ Infinite loop/ Manuel Santamaría Barrios (Spain)
50/ The picture/ Diego Galán Ruiz (Spain)
51/ The phantom Queen/ Mª del Socorro Candelaria Zarate (Mexico)
52/ Soul chained/ Texy Cruz (Spain)
52/ The myth/ Diego Galán Ruiz (Spain)
53/ The moment of truth/ Mª del Socorro Candelaria Zarate (Mexico)
53/ I’ll still be here when you had died/ María Luisa Castejón (Spain)
54/ Article: Without coloring or preservatives/ Mari Carmen Caballero Álvarez (Spain)
60/ La Biblioteca del Nostromo: Portal Ciencia Ficción; El Investigador (México); BUK Magazine La cultura en estado efervescente; NM La nueva literatura fantástica hispanoamericana; La Quinta Dimensión de la Literatura: Reflexiones sobre la ciencia ficción en Cuba y el mundo (Letras Cubanas, 2012); Érase una veZ (Kelonia); Ellos son el futuro. Un año de Ficción Científica (Ficción Científica); Sueños Negros (Saco de Huesos); Más allá de Némesis (Sportula); Terra Nova 2 (Fantascy); Super Extra Grande (Gente Nueva, 2012); Brevísimos cuentos de espantos (Luna Insomne Editores); Lucrecia quiere decir perfidia (Ediciones Linkgua); El Dirigible (Dlorean Ediciones); Desertora (La Factoría de Ideas); Tierras de Esmeralda: La esfera mágica (ebook); Kraken (La Factoría de Ideas); Los cazahuesos (La Factoría de Ideas); El Oráculo (La Factoría de Ideas); Lucifer 113 (La Factoría de Ideas); Segunda Crónica: el cazavampiros (La Factoría de Ideas); El laberinto La Factoría de Ideas (); Tinta (Oz); Generación Z (Oz); La Guerrera de Tildor (Oz); Donna Angelica vs Donna diavola (tombooktu); Sindbad en el País del Sueño (Fantascy); La última torre (ebook). The Kromwell Show.
76/ About the Writers and Illustrators
90/ About illustrations
91/ Back cover: Dark lion/ Vitaliy Smyk (Ukraine)About illustrations
Pág. 1 Windmill of Time/ Michael Cheval (Russia)
Pág. 2 FrikiFrases/ Carmen Rosa Signes Urrea (Spain)
Pág. 20 Fear, Lies & China Ink: Conclusion/ Rubert (Brazil)
Pág. 22 Fear, Lies & China Ink: Immortality/ Rubert (Brazil)
Pág. 24 El árbol de la inmortalidad/ Edison Montero (Dominican Republic)
Pág. 30 Una vampiro/ Miriam Ascúa (Argentina)
Pág. 39 El camino del Inmortal/ Valeria Uccelli (Argentina)
Pág. 50 Quimera/ Graciela Alfonso (Argentina)
Pág. 54 In Flames/ Tatiana Vetrova (Russia)
Pág. 91 Dark lion/ Vitaliy Smyk (Ukraine)For the next issue:
BRADBURY UNIVERSE
Collaborations to october 25)
Ecos… (Palomas mensajeras)
Los muertos son los únicos que ven el final de la guerra.
Platón
A Ricardo por todo
—¿Qué sucede?
—Señor, es la primera vez que tengo un ente biológico muerto entre mis manos.
—¿Qué ha sucedido? Nos informaron de que esta es una zona libre de ellos. ¡Muéstremelo!
—No sé lo que es, pero es bastante grande.
—¡Infórmeme!
—Nos disponíamos a interceptar lo que pensamos tele-proyectiles —esos jodidos imperceptibles al radar—, y disparamos. Entre la saturación de explosiones vi caer algo y encontramos esta criatura.
—Sí que es extraño todo esto. ¿Ha sometido a estudio el animal?
—No, señor, antes quería informarle.
—Pues envíelo al laboratorio de inmediato, a saber que nueva se les habrá ocurrido. Por cierto, Sánchez.
—Usted dirá, señor.
—Cuando abate a un enemigo no sufre el mismo remordimiento que habiendo matado a este bicho.
—No, señor, usted lo ha dicho, es el enemigo.
—Puede retirarse. ¡No! Espere. ¿Se había fijado en esto que cuelga de la pata del pájaro? Parece… ¡Dios santo! Sánchez, es un mensaje codificado en el antiguo modo de registrar las palabras manualmente. Le felicito, acaba de interceptar, posiblemente, información relevante para el enemigo. Lo propondré para una medalla.
Dentro de una cápsula, fuertemente sellada, una diminuta tira de papel. De su tinta, casi emborronada, apenas si podía distinguirse algo. Parecía un antiguo mensaje. Finalizaba el siglo XXVII y ya nadie recordaba aquellos métodos primitivos de comunicación. Además las circunstancias hacían impensable el empleo de los escasos recursos naturales para fines tan poco éticos. Las guerras seguían dividiendo a los herederos del planeta, pero llegaron a un consenso para no perjudicar el entorno. Demasiado daño se había causado ya. Por eso aquel hallazgo adquiría mayor importancia, tanta, que informó a sus superiores y aguardó órdenes.
Tres semanas después, el campamento atesoraba un centenar de aquellos envíos, ordenadamente guardados, en espera de la decisión de unos superiores que parecían no querer atender a la urgencia e importancia de aquellas capturas.
Poco a poco, alguno de los soldados había intentado descifrarlos, un hecho que sumió aún más de incertidumbre todo aquel acontecimiento.
Los mensajes, en su mayoría breves y concisos, hablaban un poco de todo. Entre sus líneas surgieron peticiones de suministros, de munición, angustiantes notas de ayuda, conmovedoras despedidas e incluso alguna carta de amor. En todo aquel conjunto de frases quisieron ver plasmadas sus propias inquietudes.
Mientras tanto, los enfrentamientos continuaban. Largas horas de oscuridad, atenazaban el frío. Gigantescas naves, inmensas moles de acero cromado, impedían la contemplación del sol, no así el reflejo de sus propias imágenes —la defensa se hacía insostenible cuando a las pocas horas parecía que se luchaba contra uno mismo; la lluvia negra —pestilente amalgama de fluidos químicos— inundaba los campos, anegando la escasa salud de las tropas. Luego, las horas de fuego cruzado que obligaban a protegerse los ojos. Las bajas se contaban por centenares en aquellas trincheras. Pero así se decidió combatir, empleando los pocos lugares que con anterioridad se habían convertido en yermos páramos.
—¡Sánchez! Preséntese de inmediato en mi tienda y traiga las notas halladas en los animales.
Con el informe de trascripción y los análisis del pájaro, entró.
—Le presento al Coronel Koto Hatari. Ha venido como asesor histórico. Abotónese soldado. ¿Cómo se atreve a presentarse así? La respuesta que esperábamos es tan sorprendente como el hallazgo que nos preocupa.
—Debo pedirle máxima discreción y, como ya le dijera a su superior, la ocultación de todo lo relacionado con este caso. Nada ha ocurrido, decir lo contrario constituiría delito de alta traición. Y no se hable más del asunto. En paz queden. Suerte en la contienda. Lo están haciendo muy bien.
Sánchez quedó boquiabierto y sorprendido.
—Lo siento mucho, Sánchez. Yo tampoco comprendo nada.
—¿Quiere decir que me quedo sin condecoración?
…………………………
Las trincheras ofrecían un mal refugio, la podredumbre y el hambre arremetía contra una guarnición que las temían más que al mismo ejército enemigo que les acosaba. En su desesperación tan sólo tenían a mano aquellos pájaros que siempre habían representado esa paz que ahora se les deslizaba entre las manos. El asedio se hacía insostenible.
—Puede que no sirva de nada caballeros, pero al menos sabrán lo que nos ha sucedido y conocerán de nosotros, tal vez así consigamos ayuda.
Se repartieron las palomas mensajeras entre todos los habitantes de aquella trinchera, los primeros en recibirlas fueron los heridos y enfermos, cada uno de ellos anotó una deseo. Los pájaros volaron portando en sus patas peticiones de suministros, de munición, angustiantes notas de ayuda, conmovedoras despedidas e incluso alguna carta de amor.
El 13 de diciembre de 1914, 302 soldados murieron en el bombardeo de una trinchera sin que nada de ellos quedara para corroborar su existencia ni su fin.
Carmen Rosa Signes Urrea 27/04/2008
DÍA DE LAS MADRES de Crayola
Llegó el diez de mayo, día de las madres mexicanas. Todo el país desde las doce de la noche celebra a todas esas mujeres que han parido alguna vez. Desde las más jovencitas hasta las más ancianas, no hay mujer en México que se quede sin su regalo de madres. Pero no basta un abrazo dado con todo el corazón y el mejor de los besos de un hijo, hace falta siempre más.
Flores de todos colores inundan las esquinas de las calles. Docena de rosas rojas a cincuenta pesos el ramo. Docena de claveles a cuarenta pesos. Margaritas blancas a treinta pesos, y así baja el precio según la categoría de la flor, dicho esto por los expertos floristas.
Los que tienen mejor economía, se van directo a las grandes tiendas de flores. Hermosos ramos en canastas de mimbre por la mitad del sueldo. Exóticas flores arregladas en jarrones de porcelana, pagados con la tarjeta de crédito y enviados con pandillas de mensajeros para que sea mas grande la sorpresa, tal vez acompañados por alguna caja de chocolates rellenos de licor para darle un toquecito de sofisticación.
En la mayoría de los casos se regalaran un sin fin de electrodomésticos. Es casi una tradición.
Planchas a vapor que quitan las arrugas de la ropa casi instantáneamente.
Tostadores de pan con lugar para cuatro rebanadas, platinados como espejos –así terminan más rápido el desayuno de los chiquillos- y dejan la odisea de los comales.
Licuadoras con diez velocidades –sirven para todo tipo de salsas y licuados- para que el molcajete se vaya como rayo al olvido.
Las madres con mas suerte reciben lavadoras automáticas – lavan a un mismo tiempo hasta seis pantalones – para substituir al lavadero de piedra.
Y para aquellas que son mas queridas, un televisor de pantalla plana, con luminiscencia de 100 microvolteos con control a distancia es el máximo regalo.
Aparatos de hogar para que mamá no trabaje tanto dicen los hijos. Un televisor para que mamá vea sus telenovelas preferidas. Pero claro, lo usa solo cuando termina de lavar y planchar docenas de camisas y pantalones y preparar la cena de la familia.
Y mamá solo espera un abrazo cálido y sincero. Tal vez un beso y una sonrisa. Ellas fecundan el amor por los suyos cada día de su vida. Para ese infinito amor, no hay fechas ni más regalo que los propios hijos.
Crayola 10/05/2007
Al despertar
Por alguna razón que nadie conoce la naturaleza
castiga a los niños haciéndoles crecer. (Anónimo)
Tres mil trescientos años después del despegue aquella nave seguía ruta. El destino miles de veces buscado, un sistema de red planetario que debería haber sido encontrado al primer intento, seguía sin aparecer. Es por ello que la nave, antes de ser interceptada, nunca se detuvo.
Jiserin se había agarrado con tanto empeño a su muñeca que al final optaron por introducirla junto a ella en la cápsula de criogenización. La elite de consejeros y sabios la había seleccionado junto a sus padres al ver en ella un alto coeficiente de inteligencia, hecho éste que no impidió que se comportara como lo que era, una niña asustada y confusa.
La cuarta sala de criogenización había entrado en la última fase antes de su apertura. Del resto nadie sobrevivió.
En medio de una nube de vapor condensado, provocada por la diferencia de temperatura, abrió los ojos. Alargó su delgada mano torpe en movimientos.
—¡Mamá! Tengo hambre.
Nadie contestó.
Aquellos extraños que habían interrumpido la trayectoria e invadido el espacio medio derruido de la vieja nave, eran incapaces de comprenderla, es más, se asombraban de que aquel ser encerrado, aparentemente, tuviera tanta semejanza con ellos.
Al abrirse la cápsula la rodearon decenas de personajillos minúsculos como niños, que articulaban con dificultad vocablos ininteligibles.
En su nueva condición sintió el agarrotamiento de sus articulaciones pese a la imperiosa necesidad de acción. Sus movimientos entrecortados, sin agilidad le impedían avanzar. Había sobrevivido al viaje. De entre los restos polvorizados de Jiserin la rescataron.
Era una muñeca y con los niños comenzó a jugar.
CRSignes 11/06/2009
TIEMPOS DE VACAS FLACAS de Espantapájaros
Oí a mi padre decir esa frase una tarde de primavera, ¿que significado tenía? No lo supe hasta muchos años después. En aquél entonces, no entendía el porqué ese pan que tiempo antes rebosaba sobre la mesa, hoy se nos restringía a una hogaza diaria.
El azucarero, que antaño pasaba lleno, ahora apenas alcanzaba para cambiarle un poco el sabor amargo al café de trigo. Trigo que mi viejo tostaba en una callana hasta que se quemaba, luego bastaba echar un poco a una taza, agua hervida y listo el café.
De la leche ni hablar, bueno sí, no puedo negar que no la tomaba. Para ello solo tenía que levantarme temprano. Apenas el sol asomaba con sus luminiscentes rayos, me encaminaba al fundo Carriel Sur. En ese lugar ayudaba a las tareas menores, entre ellos el arrear las vacas para la ordeña y a continuación venía el pago, una enorme jarra de espumante y tibia leche recién sacada de la ubre. En casa éramos tantos que quizás una jarra no hubiera alcanzado, (¿oh si?) Pero lo que sí alcanzaba era la mermelada de mora, solo había que dedicar una tarde a su paciente recolección para terminar la odisea con los brazos y piernas rasguñados. Luego llevarla a casa donde mi madre la preparaba y dejaba lista para untar…uhmmm…solo me basta cerrar los ojos para sentir su dulce aroma. Hoy ni la más prestigiosa marca de dulces puede fabricar una mermelada como aquella, y ¿porque? Simple, porque mi madre la hacía.
Lo que ella no hacía pero sí lograba conseguir era la miel de abeja, la que servía tanto para untar como también para endulzar un vaso de agua, porque de gaseosa ni hablar. Una simple botella individual de Coca cola era un sueño.
Tengo en mi memoria vívidas imágenes de aquel entonces; todos los hermanos como una gran pandilla reunida en torno a la mesa junto a mis padres, y sobre la mesa el tazón de café humeante, el azucarero, la media ración de pan, un posillo con dulce de mora, el otro con miel y escuchando las platicas de mis padres.
Sí, hoy entiendo a que se referían con eso de los tiempos de las vacas flacas, fueron tiempos que pasaron pero se quedaron en la memoria, tiempos que ayudaron a curtir el carácter, fecundar pujanza en el espíritu, limpiar el espejo del alma y a engrandecer el corazón.
Espantapájaros 10/05/2007
Periodo de prueba
La necesidad es la madre de la invención.
(Provervio nipón)
Midori Akata había renunciado a un futuro de éxitos profesionales y grandes oportunidades en el extranjero, al trasladarse con su esposo al barrio Kita (北区), en Tokio. Diez años después, la rutina del hogar y el trabajo de su esposo Baiko en el banco habían conseguido relajar su mente, tanto, que ya casi ni recordaba que su nombre fue relacionado con una de las empresas más importantes del mundo gracias a los reportajes científicos que la revista Science dedicó a sus investigaciones en biotecnología.
Midori contemplaba, asomada al mirador, cómo se cuchicheaba al paso de Baiko. Algo no iba bien, Baiko no paraba de refunfuñar. Se había convertido en una fea costumbre. Lo hacía cuando salía a la calle, al cruzarse con los vecinos, en el Banco mientras trabajaba, durante el almuerzo, de regreso a casa, como saludo y al dar las buenas noches a su mujer. A Midori lo que realmente la inquietaba eran las posibles indagaciones que por curiosidad o morbo despertaran aquellos desaires.
Baiko estaba considerado por todos como un hombre agradable de trato, amable de comportamiento y sincero de conversación, es por ello que nadie comprendía aquella transformación. Un día, el director del banco le comentó: “La soberbia no es buena consejera” en clara referencia a la falta de cortesía que Baiko había tenido con él ignorándole al pasar por su lado.
Sus compañeros, preocupados al no reconocerlo así, decidieron enviar una nota a su médico de familia, gracias a ella éste se personó, a los pocos días, en casa de la familia Akata.
—Konnichi wa. ¡Qué placer volver a verla, Midori-san! Recibí un aviso, ¿puedo ver a Baiko? Sumimasen, no recuerdo la última vez que Baiko solicitó mis servicios… me parece no haberlo visto nunca por mi consulta. Quizá es que no está conforme de mi trato para con usted… Deseo comprobar a qué pueden estar debidos esos cambios de humor que me han comentado. Una úlcera tal vez... nada contagioso… Hará el favor de llamarle.
—Dômo arigatô gozaimashita, pero no puedo.
—No desea que le visite…
—No, no puedo porque no se encuentra aquí. Partió de viaje.
—Bueno. Le dice que pregunté por él. Le agradecería que pasara por mi consulta a su regreso, aunque si le parece puedo venir yo… Un hombre de tanto valor… Otukaresama —se despidió el doctor.
—Dôzo osakini —respondió nerviosa.
Sobre el futón del dormitorio descansaba Baiko. El espacio que ocupaba normalmente se había quedado pequeño. Mientras las baterías eran recargadas por la corriente eléctrica, Midori seguía revisándolo, pieza a pieza, para intentar localizar la avería, sin éxito. Con los medios mecánicos del trabajo sería más sencillo.
Comenzó a planificarlolo todo. Lo que más le dolía, de regresar a su trabajo, era que el canalla de su jefe había tenido razón: “en menos de diez años regresarás y ojo que no te descubran, aún no está muy bien vistas las relaciones mixtas hombre-robot”.
CRSignes 26/02/2012
Más humano
Somos aquello en lo que creemos.
Wayne W. Dyer (1940-?)
El vuelo de las moscas junto a la ventana mitigaba el sonido que, desde la calle, emitían los vehículos que transitaban.
De poder oír posiblemente le hubieran molestado más los estridentes chirridos de sus articulaciones incompletas; de poder oler quizá le hubiese incomodado su oxidada fragancia, pero sus sensores no habían sido conectados. A él sólo le importaba completar su programación y para ello debía seguir buscando.
A pesar de su apariencia humana y la inteligencia de casi todos los grandes hombres del siglo XXI, seguía sin ser perfecto y era consciente de ello.
El primer programa que intentaron introducir en él, nada más nacer, fue el de autodestrucción.
−He fracasado de nuevo. Antes de desarmarlo me gustaría conocer por qué ninguno de los preceptos esenciales entró en su programación −se lamentó el científico.
El androide actuó en consecuencia. El suelo se tiño de rojo aunque él no supiera identificar el color, simplemente presintió el espeso líquido derramado. Antes de salir purgó sus circuitos, tomó algunos elementos que comprendió que le serían de utilidad y extrajo el dispositivo que le faltaba. Por vez primera intentó completarse sin éxito.
Durante horas recorrió el laboratorio. Con los logro se enriquecía, cada fallo cometido debía ser enmendado. Desgraciadamente los errores se acumulaban y, pese a su privilegiada superioridad, la huella de su paso cada vez resultaba más evidente. Se preguntaba por qué habrían escondido tan bien aquella pieza esencial si era tan imprescindible y dónde encontraría la que encajara a la perfección en su anatomía. Para aquella lógica cibernética resultaba inverosímil. Hubiera deseado recibir una respuesta coherente, pero los absurdos y grotescos movimientos de los humanos, que seguía sin comprender, no le habían sacado del embrollo en el que se había metido. Le molestaba aquella situación. De todas formas ya casi no quedaba nadie a quién acudir, a quién preguntar, pronto debería salir del edificio.
Le incomodaba contemplar el cuerpo sin vida de la recepcionista, así que después de colocar el corazón aún latente sobre su mano para introducirlo en el compartimiento, cerró sus sensores visuales y esperó que algo cambiara en él. Ese algo que le haría más humano.
La fuerte descarga eléctrica le dejó tendido en tierra. Los guardas, aunque tarde, habían llegado a tiempo.
CRSignes 20/04/2008
EL ESPEJO DE AGUA (Antinanco Capítulo 3) de Espantapájaros
El sol tímidamente se asoma tras los cerros despojando a la tierra de las neblinas matutinas y obligando a refugiarse en oscuras cavernas a las pandillas de malos espíritus que deambulan en la noche. En medio de la húmeda espesura selvática, el joven Antinanco avanza a pie firme recordando claramente cada palabra de la antigua leyenda, y del camino que el viejo kimche le describiera la noche anterior.
―En lo más alto de la cordillera, allá donde nunca antes un mapuche ha puesto un pie, existe un pequeño lago, un espejo de cristalinas aguas donde cada tarde el sol acostumbra a sumergirse para así realizar un largo viaje a lejanas tierras en donde inunda con su luz y calor a quienes las habitan.
―Pero dime anciano, lo que me cuentas ¿de verdad existe? Y si es así, ¿como llego a ese lugar?
―Muchacho, nunca nadie ha ido a ese lugar; es tierra sagrada, tendrías que caminar por mucho, sería una temeraria odisea para un joven como tú.
―Abuelo, tu sabes de mis ocultos sueños, ¡dime por favor!
El viejo, viendo el brillo en los ojos del muchacho y entendiendo que el futuro de él no es el que espera su pueblo, decide contarle los secretos del viaje.
―Debes encaminarte por el sendero que orilla el lago y avanzar en dirección a las montañas internándote por los caminos que van hacia los bosques de alerces y hualles. Más allá encontraras el reino de los inmortales pehuenes –araucarias- que coronan las rocas y la nieve. Allí, entre las montañas existe en un pequeño claro de dorados pastizales, allí está lo que buscas. Joven Águila del sol, tu destino fue escrito por ngenechen, y solo tú lo has reconocido, has de fecundar confianza y paciencia en tu corazón para buscar la verdad. Toma este medallón, me fue encomendado por el gran espíritu del sol para entregártelo solo a ti, él te guiará en tu senda.
Atrás había quedado el reino de los pehuenes y el joven Antinanco contemplaba extasiado el espejo de agua.
Pero de pronto sucedió lo inesperado, un eclipse. Cuando la luna cubrió completamente el sol, por los vértices de ella escaparon sus rayos reflejándose en el lago. Una intensa luminiscencia se produjo encegueciendo al muchacho, que perdiendo el equilibrio cayó al agua. Mientras sujetaba fuertemente con su mano el medallón que colgaba de su cuello.
Espantapájaros 08/05/2007
La Terminal
El destino no reina sin la complicidad
secreta del instinto y de la voluntad.
Giovanni Papini (1881-1956)
Nada de lo que rodeaba a Ferdon era pequeño. Las gigantescas construcciones flotantes estaban unidas por conductos tubulares y cables de enormes proporciones. Aquella mega-estructura había sido creada para acoger a las naves extra-planetarias que, a millares, llegaban al que estaba considerado el mayor puerto mercantil y comercial del espacio.
Glamus 3 se había convertido en un gran centro comercial, en donde todo podía encontrarse.
Ferdon tenía un control absoluto de las distancias, de los espacios; nada podía escaparse a su menesterosa labor, algo que le proporcionaba una todopoderosa sensación. Apoyado por una sobria voz y la confianza total sobre el cumplimiento de las normas por él dadas, en el tiempo que llevaba desempeñando su trabajo en tan sólo dos ocasiones había tenido que recurrir a la fuerza.
La sucesión de andenes se extendía hasta perderse de vista. Durante siglos había crecido debido al aumento del tránsito entrante y saliente. Cuando uno de los apeaderos quedaba obsoleto, era inmediatamente reemplazado por otro. Lo soltaban de las conexiones de sustento y comunicación abandonándolo a su suerte, que no era otra que el ser desmantelado por alguna empresa de derribos.
Pero aquel poder tenía sus inconvenientes. Ferdon no recordaba la última vez que había pronunciado palabras de amor o frases amistad; la risa había desaparecido de su vida, así como el llanto; nada le conmovía. Aquel dominio casi sobrehumano que le confería su puesto había terminado por deshumanizarle. De repente, un instinto olvidado provocó que observara la última de aquellas terminales reservada al transitar de pasajeros. Como un punto en el suelo bruñido, un cuerpito inmóvil captó su atención. Sentada sobre su equipaje, una niñita se enjugaba las lágrimas. Nadie reparaba en ella, pero ella reparó en la imperceptible cámara y sonrió. Se despertaron en Ferdon sensaciones extintas. Sin atender a las consecuencias, apretó el botón que le desconectaba de su puesto. La plataforma flotante se desplazó unos metros hasta extraerlo. El aire reciclado se mezcló con la atmósfera pura del interior de su habitáculo. La avería fue inmediata.
Consciente de su acción, aplicó sobre sí el castigo correspondiente. Ferdon dejó de funcionar unos segundos después de lo previsto en los protocolos de sanción capital.
Durante dos ciclos completos, el puerto espacial quedó paralizado. Mientras, en la Terminal de pasajeros, una niña se reencontraba con los suyos después de que, afectadas de una extraña avería, en todas las pantallas del planeta se transmitiera la imagen de aquella pequeña perdida.
CRSignes 27/12/2009
LENTEJAS CON CARNE de Marta
Todavía no puedo tomarme un plato de lentejas sin recordar con nostalgia aquellas larguísimas tardes de la guerra en las que, helados de frío, nos dedicábamos a limpiarlas. Rodeábamos un barreño de latón lleno de lentejas, con las manitas dentro, cogiéndolas en pequeños puñados. Enfrente, un descolorido espejo me devolvía la encorvada imagen del chal negro de la abuela y de su prieto moño blanco. La legumbre limpia iba a parar a un abollado perol.
A la vez que quitábamos los negros bichos y piedras de las lentejas, mi abuela nos contaba mil odiseas. La pandilla de niños acudíamos como un rayo en cuanto oíamos su llamada. Escuchábamos con deleite. Y se bromeaba con la pobreza de nuestro único guiso del día. El chiste de la abuela, no por ser repetido hasta la saciedad todas las tardes, no dejaba de provocar irremediablemente la hilaridad de la chiquillería:
―Cuidado, no se os pase ningún gorgojo, aunque, bueno, así comeremos carne hoy― advertía.
Y mientras, nos aterrorizaba con relatos de ánimas en pena que poseían a tiernos niños como nosotros, demonios en forma de cabritilla, ladrones de hígados en las luminiscentes tumbas de los cementerios, o siniestros hombretones en busca de doncellas a las que fecundar violentamente. Todas esas ancestrales historias nos provocaban más de una pesadilla nocturna. Cuentos terribles que hoy en día a nadie se le ocurriría contarle a unas criaturas, por miedo de provocarles un trauma. Pero que alejaban la realidad de nuestras mentes, reduciendo la crudeza de la guerra a un día a día, en el que lo más importante eran esas reuniones familiares, lejos el padre, combatiendo en no se sabía qué frente.
Marta 08/05/2007