Archivos para: "Junio 2010"

Un hombre, un genio. De Mon

A deshoras llegaba siempre a casa, cansado, manchado y hambriento. Luis era profesor de plástica en la facultad de Bellas Artes San Carlos de Valencia, estaba soltero y era un hombre un tanto ensimismado. No era extraño verle anotar correcciones en un pe… Leer más... »

Palabras para el “Contemos cuentos 22”

Estas fueron las palabras para este juego: ÁNGELUS CODICIA CÓMPLICE CUADERNO RECODO RUIDO Se encuestó el tema y hubo un empate entre HUMOR y FANTÁSTICO, se dio libertad para que cada uno seleccionara alguno de los dos. Leer más... »

Los elementales. Capítulo veintidós: El favor de Dios. De Monelle

Pensé que se desvanecería. Que como sus hermanas su silueta se inflaría hasta alcanzar la redondez de un espacio circular nacarado. La calidez de su tacto sobre mi rostro, el saludo exento de humedad, me sorprendió. Intenté agarrar su mano como acto de p… Leer más... »

La batalla. De Aquarella

La situación se ha hecho insostenible. El inmenso silencio que lo invade todo hace temblar mi mundo, hasta el tiempo parece moverse demasiado lentamente. Puedo oler ese miedo que espesa los pensamientos, puedo sentirlo. Ante la pregunta ¿qué sentido tien… Leer más... »

Partida. De Suprunaman

Los dos ajedrecistas estaban sentados el uno frente al otro. Tenían una postura semejante, los pies cruzados, el cuerpo torcido y la mano sujetando fuertemente la barbilla. Esperaban impacientemente a que su rival cometiera el error fatal. Las piezas e… Leer más... »

El mejor. De Locomotoro

Cuarenta pasos de peón y ganaría el Open de Moscú. No tenía costumbre de perder, sin duda era el mejor, un reto viviente. Había perdido su mujer, sus amigos, su vida social a cambio del éxito que disfrutaba ahora. Sentado ante su adversario, ante las m… Leer más... »

La tentación. De Suprunaman

Y de la siguiente forma empezó a narrar ésta sofisma: “Sed sobrios y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; al cual resistir firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se v… Leer más... »

Los Elementales. Capítulo veinte: En la superficie visible. De Monelle

Anna regresó alterada. Había tenido un pequeño accidente mientras aparcaba en el hipermercado, un incidente sin consecuencias pero que le iba a suponer un aumento en la póliza de seguros. Aquél desbarajuste llevó al traste con parte de sus planes; le dol… Leer más... »

Palabras para el "contemos cuentos 21"

Estas fueron las palabras seleccionadas para la quincena número 21: ANTOJO BADEN DESBARAJUSTE SILUETA SOFISMA TENTACIÓN ZORRA Con un total de 3 votos sobre 5 ganó el tema DEPORTES, con el que desarrollamos las historia… Leer más... »

El misterio de la Santísima Trinidad. De Locomotoro

Después de todas mis andanzas y viendo el éxito de mi libro autobiográfico en el mundillo editorial, trato de encontrar una explicación para semejante falta de atención. Quizás la infancia de ustedes haya sido difícil… la mía fue realmente jodida. No… Leer más... »

Salir. De Marola

Tras pasar por debajo del aro se detuvo y quiso sentir esa sensación que hacía años añoraba y que por fin había conseguido, no sabía como detener el tiempo, quería parar el reloj y quedarse en ese momento. Aquella persona había conseguido llenarla de e… Leer más... »

Aventura de una galleta. De Edurne

Allí, en un rincón semioscuro de la despensa, Redondita esperaba ver la luz del día; desde su atalaya tan sólo podía adivinar la sombra del arco que formaba el paquete que la contenía, se sentía prisionera dentro del envase de papel plastificado, de form… Leer más... »

El doctor Livinstong en el país de los Kikis. De Suprunaman

Era negro y alto, tenía una cara que sólo podía significar una cosa, estupidez aguda, llevaba una gran sombrilla. A todo el que pasaba le preguntaba: —¿Americano? Hacía más de una hora que preguntaba lo mismo, al final dio en el blanco: —¿Americano… Leer más... »

Los elementales Capítulo diecisiete: Entre salamandras. De Monelle

Atravesé aquel arco ardiente con cautela. El ambiente contenía el olor de miles de hogueras y fogones encendidos. El aroma del aceite quemado y el azufre le aportaban un toque nauseabundo. En aquel mundo flamígero no existía la oscuridad. De todas las co… Leer más... »

Reflexión de una rosa. De Belfas

Hacía más de cinco minutos que el sol se había puesto y sin embargo yo permanecía a la sombra de un árbol. Mi vejez me permitía poder reflexionar sin prisa, era una de las pocas cosas que todavía podía hacer sin molestar. No puedo determinar en que pensa… Leer más... »

Los elementales. Capítulo dieciséis: Jugando con fuego. De Monelle

—Enaltecí que mis ayudantes decidieran dedicar sus energías en la búsqueda de Edgar. Les eximí de sus obligaciones y les dije con un toque de cinismo: “No cejéis en vuestro empeño. Pobre muchacho. ¡Ojalá reaparezca pronto!” Mientras por otro lado intenta… Leer más... »