Archivos para: "Mayo 2010"

Un sueño y un vals impregnados de lavanda. De Monelle

El sonido de los pasos desapareció al tiempo que la suave fragancia de lavanda que parecía perseguir siempre a su abuela. Los sones irreconocibles y en ocasiones estridentes de la bailarina de porcelana con su caja de música, un vals de las flores sin co… Leer más... »

El abrazo. De Marola

Le parecía una gran estupidez lo que iba a atreverse a hacer aquella mañana de invierno, pero hacía muchos años que deseaba con todas sus fuerzas hacerlo, el pensamiento de la estupidez le había frenado siempre, pero ahora pensaba que haciendo una finta… Leer más... »

Pensamientos antes de dormir. De Suprunaman

La vida consiste en fintar el máximo tiempo posible a la muerte. La estupidez humana nos hace pensar que sólo existen los malos momentos y esto nos lleva a la depresión, a la perdición. La concienciación social también nos prohíbe realizar travesuras,… Leer más... »

Anatomía de la indiferencia. De Aquarella

Algunas veces tengo la urgente necesidad de creer en la supuesta inteligencia del ser humano, enaltecer la bondad que se le adjudica por naturaleza, incluso pensar que la generosidad aún existe... tarea que resulta cada vez más difícil. Basta con mirar a… Leer más... »

Palabras para el "contemos cuentos 20"

Con estas palabras construimos los relatos esta quincena. ARCO ENALTECER ESTUPIDEZ FINTAR PERDICIÓN TRAVESURA El tema que ganó por número de votos en la encuesta sobre qué escribir la segunda semana fue AVENTURAS con… Leer más... »

Los elementales. Capítulo catorce: Casi un cuento de hadas. De Monelle

En un rincón del bosque una puerta aguardaba su apertura, precisamente a la hora en el que los seres de luz dejan de ser visibles. Una cosa curiosa ocurre cuando quiero pronunciarme sobre los silfos, soy incapaz de narrar lo ocurrido pese a que mi recuer… Leer más... »

De reyes y dragones. De Suprunaman

Había una vez un reino cerca de las montañas del Monte Perdido. Cierto día llegó a estas tierras un peregrino, tenía la tez muy blanca, sujetaba un cayado con la derecha, su vestimenta era lúgubre y sombría. El peregrino iba adentrándose al reino en di… Leer más... »

Bienvenido a la republica particular de mi casa. De Mon

Y a Mikea. Erase una vez unos niños que tuvieron que ver a sus padres en sillas de ruedas, sin brazos ni piernas ni perrito que les ladrase, a Rusty se lo llevó una bomba traicionera ubicada justo debajo de los mismos huevos del padre, huevos qu… Leer más... »

Cuentos para el siglo XXI. De aquarella

Se abre bruscamente la puerta del despacho y observa atónito como entran en comitiva algunos de sus trabajadores. Se quita las gafas, las deja encima de la mesa y dirige una inquisidora mirada a sus interlocutores —¿Conocéis la sutil diferencia entre l… Leer más... »

El bueno, el malo y la princesa De Suprunaman

Hubo un tiempo en el que existieron princesas, caballeros y magos; esta historia viene a narrar uno de aquellos años. Dícese que se, que detrás de una gran montaña, existía un reino iridiscente e inflanqueable por sus enemigos. Su monarca había llenado… Leer más... »

Los elementales. Capítulo doce: Al acecho. De Monelle

Creí ver en Anna un sutil gesto de inquietud. Me acerqué hasta Julien, se le veía bastante ajado. —Julien, ¿qué desea? —Desearía...— (No haberme ido nunca), pensó para sí. —... no encuentro el beneficio a lo que hice. Espero que ahora el resultado ofr… Leer más... »

El ocaso de un sentimiento. De Belfas

Ignoro el motivo de haber nacido y si tengo en esta vida alguna misión concreta que realizar. No sé por tanto si lo que hago en cada momento está bien o mal, ni conozco el rumbo hacia el cual dirigir mi barco, hoy carente de timón. Hace mucho tiempo que… Leer más... »

Esperando el futuro. De Suprunaman

Tenía tres dimensiones gordo, gordo y gordo, lo llamaban señor Calumnia, aun no sé muy bien el por qué. Tenía una calva iridiscente donde era improbable hostilidad alguna. Cierto día, el señor Calumnia fue a una de estas ferias medievales que hacen en… Leer más... »

El jazmín, la sensualidad y el recuerdo. De Monelle

Las máquinas arrancaron las matas profundamente arraigadas del arbusto que cubría casi la totalidad de un muro que se extendía tapando las ventanas del patio; es por ello que no tuvieron piedad de él. Mientras el fuego consumía sus ramas ajadas, aun flor… Leer más... »

¡Cómo ha cambiado el cuento! De Aquarella

¿Alguien dijo que la línea entre el bien y el mal era delgada? Pues se equivoca, es una línea muy gorda. En realidad se trata de 120 kilos de buitre carroñero en forma de voluminosa mujer con malas pulgas, como la bruja malísima del cuento: Fea, ajada, g… Leer más... »