Bloggers de La Gran Calabaza

Un Amor De Doble Dirección. De Belfas

  11.10.10 06:05, por , Categorías: Belfas, CONTEMOS CUENTOS 24

Hacia ya tres meses que Firulín había partido de su jaula. Si bien durante su periplo por un mundo desconocido disfrutó de diferentes aventuras, un aire nostálgico anidó entre sus amarillas plumas con la llegada de la primavera, añorando la sociedad de su amiga Mariví.
Una tarde, después de que un gavilán estuviese a punto de dar buena cuenta de él, cargó su mochila bohemia y emprendió el rumbo hacia sus orígenes.
Tardó tres largas jornadas hasta llegar a la proximidad de su antiguo hogar. Cuanto más se acercaba, más se aceleraba su corazón y una sensación extraña de resentimiento le hacía estremecer.
La duda le asaltaba pensando que Mariví ya le habría remplazado por otro canario, y que este gozaba de los mimos y halagos de su amada. Ese pensamiento le puso pálido como el mármol y comenzó a reinar la decepción en los aledaños de su ánimo.
Decidió que era mejor verla por la mañana, esa noche durmió en el viejo roble que se encontraba frente a la casa de Mariví.
Posado en el árbol rebobinaba todos los momentos vividos en aquel cobijo junto a Mariví, los susurros matinales, sus caricias con el dedo índice mientras se desperezaba, la delicadeza y el derroche de cariño provocaban que entonase su canto con ímpetu y agrado.
Mariví se asomó a la ventana saludando al nuevo día, su ligero camisón de seda ondeaba al aire y su despechugado cuerpo se endurecía con la brisa del alba, en sus ojos denotaban un aire de profunda tristeza. Ella ojeaba el cielo buscando con su mirada a su amado canario.
Firulín elevó su vuelo por encima del viejo roble y se lanzó en picado buscando el hombro de Mariví donde se posó, una enorme sonrisa brotó del rostro de su antigua compañera y alzando su mano sobre la cabeza de Firulín, acarició con ternura sus plumas dando muestra de su alegría. Él tomó aire, insufló su pecho y comenzó un trino cálido y prolongado que descubrió las delicias de su amiga. Un halo de prosperidad inundó los corazones de ambos.
El hechizo que vino con la Navidad de poder entenderse todavía perduraba y así pasaron horas y horas charlando animadamente. De la tertulia surgió el nacimiento de un trato mutuo, la jaula de Firulín permanecería siempre abierta para poder campar a sus anchas, y él cantaría todas las mañanas para saludar el nuevo día junto a Mariví.

Belfas 06/01/07

El Campo de Magnolias. De Joan Castillo

  10.10.10 13:39, por , Categorías: Mis autores favoritos
El vigilante. Brassaï (pseudonym of Gyula Halász) (9 September 1899–8 July 1984)

El chofer del bus se disculpó con su único pasajero, Pedro, por dejarlo un kilómetro antes de la entrada del pueblo “hasta aquí llego” —le dijo, “no entro a ese caserío ni por todo el oro del mundo.” —reiteró, trazándole la ruta para llegar a la taberna del Gago, dónde podía conseguir las instrucciones que le llevaran a su destino. Empezó a caminar por una senda tan pedregosa que en algunas ocasiones debió hacerlo con manos y pies para no caer. Al subir la última loma alcanzó a ver que una bruma gris oscura arropaba por completo las que parecían chozas arruinadas. En la medida que avanzaba reparó en que la gente se veía borrosa, inescrutable.
Hombres y mujeres vagaban semi desnudos mostrando sus partes íntimas. Los machos llevaban los cabellos, bigotes y barbas ensortijadamente sucios. Las mujeres aparentaban no sentir pudor alguno al mostrar sus nalgas y pubis repletos de pelos. Sus miradas como su andar, parecían vagar hacia la nada, se movían como simios borrachos, sin rumbo. Y sin embargo parecían alegres, reían hasta más no poder con sus bocas desdentadas. Sobre sus cuellos colgaban crucifijos de cuentas moradas.
Sin duda, se encontraba dentro de un pueblo espectral poblado de miserables que parecían fantasmas o viceversa. Siguió la ruta que le había trazado el chofer para llegar a la taberna, y llegó. Era la última construcción del pueblo y la única que no lucía arruinada. Frente a ella, un camino ribeteado de tulipanes que sin duda le conduciría al campo de magnolias.
Entró al garito y observó que todas las mesas estaban ocupadas por los hombres y mujeres andrajosos, que hablaban, cantaban y reían en voz alta. Sólo advirtió una mesa ocupada por un hombre distinto, de ojos vivaces, vestido a pantalón y camisa verdes divididos por una finísima correa amarilla. Caminó hasta el bar y pidió un café y una botellita de agua. El hombre del bar le atendió en seguida, y al darse cuenta que era un forastero le preguntó.
—¿Ha ha hacia dónde se se, se dirige el ca ca caballero?
—Al campo de Magnolia, —contestó Pedro entusiasmado.
El hombre lo miró con asombro y no volvió a abrir la boca a pesar de que Pedro le hizo unas dos o tres preguntas.
—No te contestará, —le gritó el cliente vestido de verde.
—¿Puedo sentarme con usted? —Aprovechó Pedro, un poco tímido. —El hombre asintió.
—¿Porque no me contesta el gago? —Preguntó.
—Por qué él prefiere esperar a que regrese, ya que todos los que entran por ese hermoso camino regresan, algunos enajenados como los que ves aquí, y los demás, difuntos en penas, como los que vienen a consumir de noche. Adivino que tú vienes en busca de una mujer.
—¿Como lo sabes?
—Porque a eso vienen todos.
—¿Y tú, que haces aquí? ¿Vienes también en busca de una mujer?
—No, —se defendió rápidamente el hombre. —Soy como un consejero, un mal consejero para ser exacto ya que mi trabajo es persuadir al caminante para que no penetre ese sendero, y nadie me hizo caso nunca. Más bien, aprovecho los visitantes como tú para poder mejorar el funcionamiento de mi vejiga. ¿Puedo pedir una cerveza?
—Todas las que se te antojen, —contestó Pedro —siempre que escuche con atención lo que quiero decirte.
El hombre pidió la cerveza y empezó a beber con avidez; Pedro se dispuso a contar lo que quería contar, pero el hombre le paró en seco.
—No tienes porque hacerlo —le dijo con amabilidad. Yo conozco tu historia, es la de todos, señor.
—Me llamo Pedro, y si conoces mi historia ¿porque no me la cuentas tú? —preguntó de manera burlona.
—Siempre que no falten las cervezas, lo haré. —respondió el hombre, y empezó. —Una noche bastante fría, tú regresabas al hogar caminando desde tu trabajo; al pasar por un parque viste a una jovencita descalza, sentada en unos escalones al lado de la estatua de una niña orinando; llevaba una raída blusa color beige, una bufanda color marrón desteñido y sus cabellos recogidos dentro de una boina gastada del mismo color, pero lo que más te llamó la atención en ese momento era su desabrigo ante esa noche tan fría. Sentiste pena por ella y le pediste llevarla hasta tu casa a lo que ella, luego de muchos ruegos, asintió. Camino a casa tú le preguntaste como se llamaba y te contestó que aún no tenia nombre, preguntaste por igual que dónde vivía y ella te contestó, señalando al Este, que vivía en el campo de las magnolias amarillas, donde la Luna brilla como un cristal encendido y todos los pájaros son de cartón azulados. Luego le inquiriste si tenía frío, hambre o sed, y a todo ello te contestó que si, por esa razón te quitaste el sobretodo y la cubriste. Tu abrigo se impregnó de un olor como el de las azucenas que es el olor de ella. Por último le preguntaste que porque andaba descalza y ella te contestó, que era la única forma de estar en contacto con su madre, la tierra. ¿Cierto?
Pedro no contestó, se encontraba ensimismado. El hombre siguió.
—Al llegar a la puerta de tu hogar ella se adelantó, se paró en frente del porche y te miró a los ojos —tú jamás había visto a una mujer con los ojos amarillos y te preguntó si tú estabas seguro que ella no te molestaba, y tú le contestaste que no, que no estaba molesto en lo absoluto, y en ese momento te avergonzaste porque percibiste un ligero temblor en tu cuerpo cuando viste parte de sus senos blancos bronceados a través de uno de los agujeros de su blusa raída, y no quitaste la vista de su pecho como queriendo apretujarlo en contra tuya para sentir su calor, su tiesura. ¿No es así?
—Sigue, sigue, —contestó Pedro con el rostro encogido por la sorpresa.
—Pídeme la otra cerveza —dijo el hombre. Y Pedro pidió dos cervezas porque él también empezó a beber cerveza. El hombre siguió la narración.
—Cuando entraron a tu casa, ella se dirigió a la chimenea y colocó su boina sobre la alfombra, al lado de la chimenea, donde se sentó, mientras tú te dirigiste a la cocina a preparar la cena. Dispusiste la mesa sobre la alfombra y cenaron a la luz y calor de la chimenea. Para esta ocasión ya tú tenías un deseo casi irreprimible de abrazarla porque cada vez que ella bajaba a prender algún bocadillo tú mirabas por encima de su blusa para vislumbrar sus pezones.
En ese momento a Pedro se le ruborizó el rostro.
—No te me pongas así, mi querido, —a todos les ha pasado, además debes esperar que concluya —tranquilizó el hombre, y continuó. Terminado de cenar, ella te dijo que necesitaba bañarse. Tú accediste y ella entró al cuarto de baño. Tú te encontrabas tan voluptuoso que al escuchar el agua cayendo sobre el piso de la ducha quisiste fisgonear, y al llegar a la puerta del baño la abriste sin querer, ella estaba frente a frente a ti completamente desnuda ya que no había corrido la puerta de la cortina. Se enjabonaba los cabellos con ambas manos. Tú te extasiaste observando los pelos que se deslizaban húmedos debajo de sus axilas, hiciste una mirada relampagueante por todo su cuerpo antes de que ella se tapara. Pero ella no se tapó, por el contrario, te dijo que le gustaba como tú la mirabas, y te invitó a enjabonarla. Tembloroso, accediste.
En ese momento Pedro interrumpió
—¿Pero cómo puedes saber todo eso con lujo de detalles?
—Esos hombres a tu alrededor y los que viste en tu trayecto hasta aquí me lo han contado decenas de veces. —contestó el hombre, y continuó. Tú, palpitante de deseo sensual, pasaste la esponja por su espalda pero no terminaste. Esa piel tan tersa y olorosa te enardeció. Lanzaste la esponja y empezaste a desabotonar tu pantalón mientras penetrabas tus dedos a través de su selva negra. Ella no lo evitó pero si te preguntó sobre lo que tú querías hacer con ella, y tú le contestaste acalorado que la quería follar, y ella te dijo que no, que prefería que tú le hicieras el amor, pero tú estabas demasiado encendido para hablar de follar o de amar, y bajaste por completo el pantalón, y los calzoncillos, y...
Pedro le cortó.
—Has cometido un error —dijo. —Cuando ella me pidió que quería hacer el amor, la comprendí, entendí que ella no sólo quería un simple deleite entre sus pudores y los míos, sino que necesitaba más que penetración y besos pasajeros, cariño, amistad, ternura que fue lo que a partir de ese momento traté de entregarle.
—Bueno, —dijo el hombre, la cuestión no está en follar o hacer el amor sino que te quedaste prendado de ella, al final de una larga jornada de sexo ella se durmió sobre tu brazo derecho con parte de su melena encima de tu pecho; cuando despertaste no estaba y jamás la volviste a ver. Solo te quedaste con el olor de la azucena que permanecerá por siempre en tu sobretodo, por eso has venido, a buscarla.
—Hice el amor con ella sobre la alfombra, —se defendió Pedro, —durmió tal y como dices, al despertar, no estaba. Hasta ahí estás en lo cierto, pero salí a la calle abotonándome la camisa y corrí como un desesperado hasta el parque donde me esperaba, porque me lo dijo “Te esperaba para decirte que volveré esta noche si es de tu gusto”. y le dije que si, y me repitió “Pues espérame.” Y regresó esa noche y todas las noches de todos los días durante semanas y meses, hasta que una mañana me dijo que al otro día no la esperara, que no volvería, que su campo de magnolia le llamaba porque hacia tiempo que no se acunaba bajo el fulgor de la luna encendida, ni caían sobre sus hombros los pajarillos de cartón azulado. Le hacían falta, me dijo, como estaba segura que le haría falta yo. Y no regresó ni al otro día, ni al día siguiente, ni a la semana, y por eso visité todas las jardinerías que encontré en la guía telefónica, para indagar cada pueblo del Este donde hubieran campos de magnolias, y los visité todos, éste es el último.
—Al parecer no te comportaste con ella como hicieron los otros, si es como dices, —indicó el hombre de verde, sorbiendo un largo trago de cerveza. —de todas maneras, yo que tú, no entro, y si lo haces mi deseo es que la encuentres. —finalizó.
Y entró. No bien había recorrido unos cuantos metros cuando sus ojos se extasiaron ante una extensa y ensortijada llanura sembrada de magnolias de variadas especies. Corrió por el campo como un chiquillo, buscaba palpitante de alegría alguna pista que la llevara a ella pero no encontró mas que magnolias de flores blancas brillantes en todo su derredor. Cansado, se recostó sobre la hierba y decidió esperar la noche. En ese momento sintió que algo se posó sobre su hombro izquierdo, lo agarró, era un pajarillo como de cartón azul cielo, le acarició, lo puso en la palma de sus manos y salió volando haciendo zig zag en el aire como un gesto de alegría, fue cuando la temperatura de color del campo varió a un tono desusadamente luminoso, miró hacia arriba y pudo ver la luna como si estuviera hirviendo entre un color blanco sonrosado. Sin embargo, percibió un olor nauseabundo, como el hedor a animales podridos que brotan de algunos árboles y flores. En ese momento observó a algunos hombres y mujeres recogiendo semillas de color morado que ensartaban con esmero en finas lianas del mismo árbol. Entendió que ese no era su lugar en aquel vergel por lo que continuó caminando hacia el Este, hacia donde voló el pajarillo, hasta encontrar un río. Descubrió en lontananza cientos de pajarillos azules alborotando sobre una mata de magnolias y allá se dirigió chapaleando las suaves corrientes debajo de sus pies. Observó fascinado las flores amarillas y debajo un pequeño huerto de azucenas en flor. Intuía su presencia inmanente a esta parte del bosque, y de nuevo un pajarillo se posó sobre su hombro, esta vez no lo tocó porque al parecer el avecilla no quería que le tocara. Miró alerta hacia todos los ángulos del horizonte y no la vio. Se envolvió en el árbol como si estuviera abrazado a ella. Allí permaneció toda la noche, deslumbrado en la extraña luz de la luna. En la mañana, el pajarillo seguía sobre su hombro izquierdo, al parecer no quería abandonarlo. Cortó un par de tallos de las azucenas y un ramillete de magnolias amarillas y sin poder eludir la tristeza, regresó. El hombre de verde, junto al gago, lo esperaban, y entraron a la tasca a terminar las cervezas.
—¿La la la encontraste?, —preguntó el gago casi al unísono con el hombre de verde, sorprendidos ambos por el extraño pajarillo.
—Si, —contestó Pedro.
—¿Te te te laaastimó?
—Si, me lastimó, Gago, —jamás podré vivir sin ella.
Agradeció a ambos sus atenciones y regresó a su hogar. Colocó el pajarillo azul encima de su cama; plantó los tallos de azucenas en una maceta y acomodó el ramo de magnolias dentro de un florero en su mesita de noche. Un deseo poderoso, como una fuerza irresistible lo llevó a mirar por la ventana. El parque lucía desierto, pero borrosamente se vislumbraba alguien sentado en los escalones al lado de la estatua de la niña orinando. La tenue bombilla encima de la estatuilla mostraba que la figura llevaba una boina, al parecer, roja. Se frotó los ojos para ver mejor y pudo figurar que llevaba los pies descalzos.

Joan Castillo
©Derechos reservados.

SEGUIREMOS SIEMPRE PENSANDO EN TI, AMIGO JOAN. TE AÑORO

Ansel Adams

  05.10.10 15:35, por , Categorías: fotógrafos

Os quiero presentar esta sección (que ya comencé a principios del 2007 en La Gran Calabaza) donde poco a poco iré colocando biografías y algunos de los trabajos de los mejores fotógrafos de la historia. La historia en fotografía siempre es algo que no llenaba las aulas aunque llega el momento que es de agradecer que haya información para echar la vista atrás y ver qué "monstruos" hicieron del s.XX una enciclopedia visual. Espero que os guste.

Ansel Adams, fotógrafo paisajístico

Ansel Adams nace en 1902 en San Francisco (Estados Unidos), adoptó como tema fotográfico los paisajes del suroeste de su país.

En 1916 realizó un viaje a Yosemite, California, donde captó en blanco y negro la majestuosidad de la naturaleza de Estados Unidos. Sus fotografías reflejan un enorme contraste de sombras y luces, desiertos áridos, nubes gigantescas y monstruosos árboles.

Yosemite National Park 1948
En 1932 Ansel Adams, junto con Imogen Cunningham y Edward Weston, crearon el f/64, todos ellos eran un grupo de fotógrafos que defendían el detalle y la estética naturalista, este estilo había sido impulsado en un principio por Paul Strand, donde tiene sus raíces en artistas del siglo XIX como Timothy O'Sullivan.

En 1939 Adams expone por primera vez en San Francisco. Crea el primer departamento de fotografía en la escuela de Bellas Artes Decorativas de California y publica la colección Libros esenciales sobre fotografía acerca de técnicas fotográficas.

En 1949 se encarga de poner a prueba los primeros prototipos de Polaroid, trabajo que desarrolló con entusiasmo para descubrir las nuevas posibilidades que ofrecía el sistema.

Entre sus obras destacan Taos Pueblo (1930), Sierra Nevada (1948), This Is the American Earth (1960) y Yosemite and the Range of Light (1979).

La fotografía es un medio analítico y la pintura es un medio sintético.
(Ansel Adams)


Fallo del Jurado del VIII Certamen Internacional de Microcuento Fantástica miNatura 2010

  24.09.10 22:23, por , Categorías: Concursos

ACTA DEL JURADO DEL VIII CERTAMEN INTERNACIONAL DE MICROCUENTO FANTÁSTICO miNatura 2010

Reunido el Jurado del VIII CERTAMEN INTERNACIONAL DE MICROCUENTO FANTÁSTICO miNatura 2010, formado por: Carmen Rosa Signes Urrea (Escritora y fotógrafa); Ricardo Acevedo Esplugas (Poeta y escritor); Juan Guinot (escritor); M. Aljama (escritor); J. Muñoz (poeta y escritor) y Pablo Martínez Burkett (escritor) y habiéndose reunido los votos para los cuentos participantes, que han sido 610, presentados por un total de 430 autores, provenientes de las siguientes nacionalidades, tal y como se muestra aquí en detalle:

100 argentinos
1 argentino-israelí
2 argentinos-españoles
1 australiano
23 colombianos
1 costarricense
33 cubanos
11 chilenos
1 dominicano
4 ecuatorianos
1 ecuatoriano-español
1 estadounidense
181 españoles
2 guatemalteco
1 hondureño
1 japonés
26 mexinacos
1 panameño-colombiano
3 panameños
11 peruanos
4 puertorriqueños
1 ruso
1 salvadoreño
11 uruguayos
8 venezolanos

Es menester proceder a la proclamación del ganador y los finalistas.
Como previo, el jurado desea destacar la notable calidad de todos los cuentos, circunstancia esta dio lugar a una más que ardua tarea de selección. Por esta razón, es procedente hacer llegar una cálida felicitación a la totalidad de los participantes.

A continuación, el Jurado del VIII CERTAMEN INTERNACIONAL DE MICROICUENTO FANTÁSTICO miNatura 2010 proclama como ganador del certamen al cuento:

“Deseo concedido”, de Natalia Viana Nebot. 42 años, España. Los méritos de este relato singular son numerosos. Pero baste decir que con un lenguaje preciso y medido, la autora ha sabido dosificar con maestría el pulso narrativo, creando una atmósfera de tensión opresiva que, con sutiles trazos, le alcanza para enunciar el horror más temido. Y la resolución, elocuente demostración de un arte minucioso, es impecable.

Asimismo, el Jurado decide hacer mención de la calidad de los siguientes relatos finalistas:

1 Añoranza, J.E. Álamo, 49 años, España
2 Ponga En Su Vida Una Mascota Kvin, Francisco José Segovia Ramos, 47 años, España
3 Reflejos, Ignacio Cid Hermoso, 25 años, España.
4 El Náufrago , Víctor Lorenzo Cinca, 29 años, España
5 Tal Para Cual, Martín Gardella, 36 años, Argentina
6 El Tiempo Circular, Jordi Masó Rahola, 42 años, España
7 Intrusismo Profesional, Paloma Hidalgo Díez, 46 años, España
8 El Sueño Circular, Damián Galarza, 27 años, Argentina
9 El Reloj, Ángeles Mora, 38 años, España
10 México 2 De Noviembre, Margarita R. Carvajal Pradas, 69 años, Cuba
11 Árbol Genealógico, Manuel Espada, 35 años, España
12 El Otro Laberinto Del Minotauro, Fátima Beltrán Curto, 33 años, España1
13 Todos Los Santos, Guillermo Boyra Eizaguirre, 39 años, España.
14 La Buscadora De Formas, Pilar Alberdi, 55 años, España

En breve, tanto la triunfadora con los finalistas, verán sus relatos publicados en en el dossier que sobre este VIII CERTAMEN INTERNACIONAL DE MICROCUENTO FANTÁSTICO miNatura 2010 estamos editando. Y pronto recibirán en sus domicilios diploma que los acredita como ganador y finalistas del certamen

El jurado hace mención especial de los siguientes trabajo como ya se contemplaba en las bases. Este año, debido a la escasa participación de concursantes menores de 16 años el jurado destacará tan sólo los siguientes tres microcuentos, que recibirán en su domicilio mención acreditativa de su partición en el certamen. Son:

“Cada día”, de Elena del Mar, 14 años, España.
“No vuelvo a salir de excursión”, Brenda Rojas Castillo, 15 años, México.
“Juegos de calle”, Julia Lleó Pérez-Abadín, 13 años, España

Un último párrafo para agradecer una vez más la acogida que ha tenido el certamen, superando a las ediciones anteriores en cantidad de autores y obras presentadas. Y como queda dicho, con un derroche de calidad y talento que ha hecho verdaderamente difícil la tarea del Jurado. Esperamos veros en próximas ediciones del certamen.

Gracias a todos. Cordiales saludos.

Ricardo Acevedo Esplugas
Director de la Revista Digital miNatura
San Juan de Moró a 24 de septiembre de 2010

THE COLLECTOR

  17.09.10 12:35, por , Categorías: Prensa

The Collector es una propuesta de unión para todas aquellas personas que desarrollan su creatividad en cualquiera de sus facetas: Fotografía, vídeo, música, pintura, discjockeys, literatura, etc...
Así como una invitación a cualquiera que quiera acercarse a compartir con nosotros esta experiencia.
Inaugurámos con una exposición colectiva y actuaciones de algunos grupos de Burriana el próximo sábado 18 de Septiembre. Estáis todos invitados

Flow Club - Calle San Vicente - Borriana - 18-09-2010 - 19 h.



Sacrificio Humano. De Suprunaman

  13.09.10 06:46, por , Categorías: Suprunaman, CONTEMOS CUENTOS 24

Se alistó en el séptimo de caballería creyendo que algún día vería en el nuevo mundo una sociedad próspera, hermanada con los nativos de la zona, laborando por el bien común.
Jonh formaba parte del tercer regimiento del ejército americano, estaban en alerta máxima. Se dirigían al Fuerte de San Jorge, los indios Shoshones habían atacado con insistencia este punto y debilitado a los soldados portugueses.
Al llegar al fuerte, Jonh se estremeció al ver una alfombra de cadáveres portugueses. Sus compañeros se despechugaban enterrando a sus compatriotas que yacían fríos como mármol.
Con el nacimiento del nuevo día el Fuerte de San Jorge fue presa de otro ataque indio, las flechas de fuego llegaron al polvorín y una nube de humo cubrió el cielo. Empezaron a saltar la baliza. Una vez dentro del fuerte, los indios pintados como si fueran demonios, empezaron a cortar las cabelleras de los vencidos. Aquellos salvajes disfrutaban con su acto y la decepción llenó el alma de Jonh al ver que los Shoshones eran unos meros salvajes que debían ser exterminados.
Al caer la noche, Jonh despertó atado a un gran tótem en forma de águila. Los indios bailaban alrededor de una gran fogata y cantaban, el sacrificio al gran dios águila les proporcionaría la victoria del invasor.

Suprunaman 05/01/07

Revista Digital miNatura 104

  09.09.10 23:32, por , Categorías: Revista Digital miNatura

Un subgénero tan especial como éste se merecía un dossier como el que estáis a punto de leer. En él, todos los tópicos del tema y que no pueden fallar en este tipo de relato que como hilo en común tiene esa atmósfera casi siempre épica, casi siempre bordeando el Apocalipsis pero sin llegar nunca a él pues siempre surge, nace o revive el héroe que rescatará el universo.
Os dejo con el sumario de la revista, en el que, como veréis, encontraréis un poco de todo, muy buena literatura con los clásicos y los relatos cada vez más numeross de nuestros colaboradores siempre aportando para que disfrutemos de su bien hacer e ingenio creativo.
Como es habitual agradecemos la participación de los ilustradores que iluminan las páginas y amenizan la lectura dejándonos siempre boquiabiertos con su arte. En este número: José Gabriel Espinosa, Yuri Díaz Caballero, Pedro Belushi, M. C. Carper y las ya tradicionales viñetas de Rubert.
Esperamos que disfrutéis con la lectura.

Revista Digital miNatura 104. Dossier Space Opera

Directores: Ricardo Acevedo E. y Carmen R. Signes Urrea
Portada: “Enfrentamiento de Los Dioses” por M. C. Carper (Argentina)
Diseño de portada: Carmen R. Signes Urrea
Logo: José Castillo Arias (Colombia)
Colaboraciones: minaturacu@yahoo.es
Descargas al final de este post.

Sumario:
1/ Portada: Enfrentamiento de Los dioses/ M. C. Carper (Argentina)
2/ Sumario
2- 3/ Miedo, Mentiras y Tinta China: Juego de palabras/ Odiosas definiciones/ Rubert (Brasil)
4/ Editorial
5/ Artículo: ¿Y qué esperabas en una (space) ópera, socio?/ Juan Pablo Noroña Lamas (Cuba)
8/ Una Princesa de Marte/ Edgar Rice Burroughs (USA)
8/ La música de Las esferas/ José Miguel Sánchez, seud. Yoss (Cuba)
9/ La Legión del Espacio/ Jack Williamson (USA)
10/ La Estrella de Las Ocho Puntas/ Pablo Martínez Burkett (Argentina)
11/ La bóveda de la bestia/ Alfred Elton van Vogt (Canadá)
12/ Beligerancia/ Víctor Manuel Valenzuela Real (España)
13/ Los Colonos/ Ray Bradbury (USA)
13/ La Piedra Nuclear/ Rodrigo Torres Quezada (Chile)
14/ Segunda Fundación/ Isaac Asimov (USA.)
15/ Razones para irse del hogar en busca de aventuras/ Juan Pablo Noroña Lamas (Cuba)
16/ Tropas del Espacio/ Robert Heinlein (USA)
16/ Usurpada/ Patricia Nasello (Argentina)
17/ Dune/ Frank Herbert (USA)
18/ Los Mercenarios de La Paradox/ María L. Castejón (Español)
19/ Cerebros de La Tierra/ Jack Vance (USA)
20/ El Encuentro/ Yanet González Ricardo (Cuba)
20/ La Mano Izquierda de la Oscuridad/ Ursula K. Le Guin (USA)
21/ La Paz/ Juan M. Ruiz Mayayo (España)
22/ Mundo Anillo/ Larry Niven (USA)
22/ El día de la Creación/ José María Marcos (Argentina)
23/ La Guerra Interminable/ Joe Haldeman (USA)
24/ Space Opera (para Proletarios)/ Yunieski Batancourt Dipotet (Cuba)
24/ En el Océano de La Noche/ Gregory Benford (USA)
25/ Sobre la Inmmmmmmmmensidad y Réquiem/ Davo Yados, seud. (España)
26/ Pórtico/ Frederik Pohl (USA)
27/ Parásitos interplanetarios/ Marcos Zocaro (Argentina)
27/ El Juego de Ender/ Orson Scott Card (USA)
28/ Cruzada Interplanetaria/ Carlos Enríque Saldivar (Perú)
28/ Orgullo de Chanur/ C. J. Cherryh (USA.)
29/ El Dolor/ Manel Aljama (España)
30/ Hyperion/ Dan Simmons (USA)
30/ El final/ Omar Martínez (Cuba)
31/ Pensad en Flebas/ Iain M. Banks (Escocia)
32/ Piloto sin Control/ Jorge Zocaro Rodríguez (España)
32/ En Caída Libre/ Lois McMaster Bujold (USA)
33/ Ralph Molden/ Fernando Figueras Yrigoyen (Argentina)
33/ Bill, El Héroe Galáctico/ Harry Harrison (USA)
34/ No será el fin del mundo/ Claudio G. del Castillo Pérez (Cuba)
34/ Lucha/Muerte de un Mundo/ J. Javier Arnau (España)
35/ Regreso a Ïtaca/ Salomé Guadalupe Ingelmo (España)
36/ Star Trek 33/ Rubén Gozalo (España)
36/ En tiempos de mitsivaluvier/ Carmen Rosa Signes Urrea (España)
37/ Ventajas del 3er. puesto/ Juan Manuel Valitutti (Argentina)
38/ Unidos por la fuerza/ Francisco José Segovia Ramos (España)
39/ La Leyenda de Lóbither Ceufem/ Carlos Díez (España)
41/ Artículo: ¡Detonando Mundos!/ Allen Varney (USA). Trad. Michel Encinosa Fú (Cuba)
48/ Space Opera / Glosario. Trad. Ricardo L. García Fumero (Cuba)
59/ La Biblioteca del Nostromo
62/ Sobre los autores e ilustradores
69/ Contraportada: s/t/ Pedro Belushi (España)

Sobre las ilustraciones:
Pág. 1 Portada: Enfrentamiento de Los Dioses por M. C. Carper (Argentina)
Pág. 2, 3 Miedo, Mentiras y Tinta China: Juego de palabras/ Odiosas definiciones por Rubert (Brasil)
Pág. 9, 11, 17, 20
24, 26, 40, 41, 55 s/t por Yuri Díaz Caballero (Cuba)
Pág. 5, 7, 13
15, 34, 36, 48 s/t por Colección Diego Valor
Pág. 22 Fuera de Control (detalle comic) por Yuri Díaz Caballero (Cuba)
Pág. 16 Detalle comic por por Yuri Díaz Caballero (Cuba)
Pág. 39 Space Opera por José Gabriel Espinosa (España)
Pág. 69 Contraportada: s/t por Pedro Belushi (España)

Y para el próximo número: VIAJES EN EL TIEMPO

Esperamos vuestra colaboraciones.

Cambiando de tema, tenemos el enorme placer de informaros que la revista Digital miNatura forma parte de la organización del FANTASTI’CS10 que se celebrará el próximo mes de noviembre en Castellón y que organiza la Librería Argot. Para este primera edición se están planeando conferencias, presentaciones de libros, habrá cine, y talleres gratuitos de creación literaria, micro-guión y rol, todos ellos girando sobre el género fantástico, la ciencia ficción y el terror. Un mes lleno de actos sorprendentes. Os esperamos.


Pulsa aquí para descargar la Revista Digital miNatura 104 en .pdf

Firulín. De Edurne

  05.09.10 07:58, por , Categorías: Edurne, CONTEMOS CUENTOS 24
Fuente de imagen Internet

Por fin se desentumeció la Navidad, tantos días adormecida, aleteó sus campanillas doradas y estremeció con su cálido aliento las moradas de aquellos que la esperaban, para inundarles de amor y prosperidad.

Mariví le dedicaría más tiempo a Firulín, su adorado canario. Él la complacía cada mañana con su dulce canto y su feliz despertar le alegraba el resto de la jornada. Deseaba verle entreabrir su piquito y liberar esa maravillosa melodía que llenaba de placidez su corazón.
Cada mañana, una vez desperezada, colgaba a Firulín en ese recodo de la pared donde siempre calentaba el sol. Ella quería lo mejor para él, le observaba con cariño y una sonrisa se dibujaba en sus labios cuando Firulín retomaba su cantar, parecían cómplices en una conversación de miradas. Sus manos de blanco mármol se acercaban a los barrotes y alargaba un dedo hacia el interior para darle los buenos días.
Más que jaula era un palacio, el mejor pienso y el agua limpia y cristalina como los claros ojos de Mariví, se acercaba a él y así se hablaba con amor :

¡Ay, mi lindo Firulín, que bien estás! No puedes quejarte de tu suerte ni puedes decir que no te adore. A cada nacimiento del día, aún en ayunas, ya estoy pendiente de ti; te mimo y te quiero tanto que desearía poder comprender lo que tu cabecita y tu corazoncito sienten.

El mágico jadeo de la Navidad le concedió su deseo y, de pronto, se asombró al oír que su despechugado canario le replicaba :
Mi querida Mariví, esta sociedad que te une a mí es puro egoísmo. El cuidarme y mimarme no tiene otro propósito que oírme cantar día a día y alegrar tu soledad. Si tanto me amas, dame pruebas, déjame revolotear sobre parques y campiñas, permíteme emprender el vuelo libre hacia donde se me antoje, no me encierres como a un esclavo de tu amor, que me sienta amado en la distancia con mis alas abiertas al cielo. Dame la libertad y sabré de tu querer.

La decepción anidó de pronto en el corazón de Mariví, se sintió cruel y egoísta, su corazón se inundó de comprensión y, mirando fijamente a Firulín descubrió dos perlitas brillantes que asomaban en sus ojillos. Respiró hondo y, abriendo la reja de su jaula, le susurró:
Vete … deseo que comprendas lo mucho que te quiero.

Edurne 02/01/07

Mañana del 2007 sentadas en la acera de una parada de taxi. De Chajaira

  27.08.10 06:25, por , Categorías: Chajaira, CONTEMOS CUENTOS 24
Otto Dix (Gera, Alemania, 2 de diciembre de 1891 – Singen (Hohentwiel), id, 25 de julio de 1969)

¡Qué decepción, tía! tremendo asco de año este. No tiene nada de original, los mismos plastas echándote el cava entre las tetas, el culo más sobado que el mármol de los lavabos del Corte-Inglés, la bebida sabe Dios qué era y ahora el “resacón” del siglo, que esa es otra, ya han pasado siete años y ni me enterado.
No sé de qué te quejas, ya sabes lo que hay y aún así te despechugas hasta el ombligo con la intención de hacer estremecer a la ebriedad masculina y hablando de ebriedad, tu ingesta de pastillas y alcohol son como para decorar de úlceras cualquier estómago y cerebro que se precie y encima pretendes ir de princesita… como que no.
¡Bah! ¡Qué tu nacimiento no fue ayer, angelito! no me des la charla. Esta sociedad es lo que es, un asco y con ella yo, y tú, y el simpático que no me supo satisfacer. Pero lo más que fastidia es el vocerío en pro de la prosperidad ¿alguien me puede explicar qué es eso?
Tú misma. Anda, ahí llega el taxi, ponte los zapatos, que el martes cuando salgas del curro te vienes a mi casa, alquilamos “Shrek” y ya verás como te sientes una reina.

Chajaira 01/01/07

Palabras para el "contemos cuentos 24"

  23.08.10 06:06, por , Categorías: CONTEMOS CUENTOS, CONTEMOS CUENTOS 24

Se escogieron las siguientes palabras:

ESTREMECER

DECEPCIÓN

DESPECHUGAR

MÁRMOL

NACIMIENTO

PROSPERIDAD

SOCIEDAD

Los temas propuestos fueron:

Amor/desamor
Acción
Erótico
Fantástico
Costumbrista

El tema que se seleccionó para la segunda semana de la quincena fue con 3 votos de seis: COSTUMBRISTA.

Los Elementales. Capítulo veintiocho: Las cartas boca arriba (Primera parte)

  19.08.10 06:56, por , Categorías: Monelle, CONTEMOS CUENTOS 23
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Joan, aunque tarde, quería redimir su culpa, pero... ¿con qué intenciones? No obstante y puesto que la historia, tal y cómo se la habían contado, difería de la que nos narró Julien, debíamos aclarar los malentendidos.
Julien se sentía ilusionado, apenas intenté hablar, con trajín se lanzó a preguntar.

¿Joan? ¿Leyó el Grimorio?
Por supuesto que sí una y otra vez –dijo con sarcasmo –pero no pude. Supo cifrar muy bien su manuscrito. Es muy listo, no sé cómo ha conseguido engañar a estas buenas gentes pero le desenmascararé.
Usted se confunde. Aquella desaparición fue accidental. Hice todo lo que estuvo en mi mano para respaldar su pérdida, pensé que regresaría. Él se quedó...

Joan se levantó alterado.

¿Dónde?
¡Quieto! –Lo senté de un empujón. –Déjale hablar, le debes el mismo respeto.
Compréndeme Ricard mi deuda de siglos, mi legado, mis esperanzas...
Mire mis manos Joan, nunca mataron a nadie, se lo juro. Yo estimaba mucho a Edgard fue mi discípulo preferido.
No lo sabía –exclamó Joan.
Su desaparición fue voluntaria, no deseo engañarle.
Y usted, ¿por qué está aquí? —Joan estaba alterado. No le quitaba los ojos de encima no podía fiarme de él —. Durante años he intentado mentalizarme sobre estos hechos extraordinarios. Me convencí de que nunca se desentrañarían de mi y, ahora que todo ha ocurrido, no sé qué pensar. Usted ha regresado después de siglos. ¿Qué tipo de pacto satánico ha obrado el prodigio? Cada vez tengo más claro que era necesario proceder con usted así, ahora también deberíamos hacer lo mismo.
¿Obrar así? ¿A qué te refieres? –Ahora era yo el irritado, no me gustaban su tono —¿Qué estás insinuando?
No insinúo, afirmo. Hago referencia a que la denuncia fue justificada. La inquisición actuó apropiadamente, por desgracia llegaron tarde. No recibió su merecido y por eso estoy aquí.
¿Sabes lo que estás diciendo Joan? –Julien no perdía detalle de la conversación –¿Estás afirmando que tus antepasados fueron los responsables de la matanza en Beziers?
¿Pero qué dices? Sólo él tuvo la culpa de aquello.
Te equivocas, él no estaba cuando ocurrió, en cambio todos aquellos inocentes no esperaban una agresión tan cruel.

Joan se tiró las manos a la cabeza. Lejos de aclarar su mente se encontraba más confuso. Mucho más perdido.

Monelle/CRSignes 28/12/06

En busca de Coral Cristal

  17.08.10 03:01, por , Categorías: Cuentos

Parte II
El Curandero

Tía kika advirtió a Lola que no se separara de ella. Al entrar a la grieta, se vieron rodeadas de una inmensa oscuridad.
La hendidura tendía a ser tan estrecha, que a duras penas el par de ballenas nadaban a través de ella.

Después de varios minutos, salieron a un espacio enorme. Una bóveda gigantesca formada por una pared de cristales diminutos. Entre estos cristales, crecían una infinita variedad de especies dando lugar a la creación del coral más hermoso que hayan visto jamás.

Cientos de algas de diferentes tamaños y colores formaban una espesa cortina imposible de traspasar, pero Tía Kika estaba decidida a encontrar al curandero. Empezó a rondar entre las plantas marinas buscando un camino que las llevara hasta su objetivo, cuando un par de pececillos orientales salieron a su paso.

Lola se escondió tras su tía, y kika a la defensiva trató de explicar porque estaban ahí.

Los pececillos, hicieron señas de que los siguieran, que el maestro las esperaba. Las dos ballenas se miraron como un par de cómplices, y fueron tras los peces.

Nadaron entre un verde-azul que las cegaba, hasta un claro despejado donde se erguía desde el suelo, una gruesa columna de piedra amarilla. Detrás del altar, un ser encapuchado le hacía un gesto con su mano. No podían ver que era, que aspecto tenía, solo alcanzaban a distinguir entre la capucha, un par de ojos.

Tía Kika quiso decir porque estaban ahí, pero el curandero habló:
- Se que han venido hasta Cristal Coral en busca de algún bocadillo o algún brebaje que les proporcione sabiduría o poder, pero aquí no encontrarán nada de eso, su viaje ha sido inútil. ¡Váyanse ahora!

Tía Kika hizo caso omiso a las palabras del curandero y dejó que Lola se acercara a él, al tiempo que preguntaba:

- Curandero, yo solo quiero saber si mi sobrina está enferma, si el color rosa de su cuerpo es normal. Si ella puede morir a causa de ello. Haré lo que me pida…

El curandero miró con curiosidad a Lola. Le pidió que se acercara más, hasta un cristal que pendía del techo de la gran caverna. Lola se acercó, y el cristal empezó a girar al tiempo que lanzaba destellos de todos los colores. Lola empezó a flotar sumida en un ensueño.

Entonces, él habló de nuevo:
- ¡Ella es! No cabe duda, mis visiones eran verdad. ¡Ella existe!

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NO HAY DESPEDIDA

  16.08.10 23:08, por , Categorías: Sin categorí­as, Por decir algo



Hace algún tiempo puse aquí un texto titulado “Confidencias” donde una vez tuve una despedida interrumpida, suceso que me valió para ser capaz de soportar la enfermedad y la muerte, ambas caprichosas, antojosas y malcriadas; te vacilan, te sacuden, te sumen en la confusión y aprendes a ser guerrera de lo inesperado.

Junto a él me era fácil ser valiente, con su dolor era capaz de ignorar el mío, con las lágrimas que le vi derramar agotado en su sufrimiento hacía que las mías sólo fueran agua salada. Demasiadas noches y días tuvimos que pasar por aquellos pasillos y cubículos de vampiros blancos, rojo y blanco, dolor y descanso, pero al final estaba la alegría de volver a casa, la ironía de jugar con los sucesos haciendo juegos de palabras, tramar alguna pillería para aquel cuerpo en el que mandaba su alma… y allí estaría mamá con sus suspiritos y sonrisa perpetua aún estuviera pendida de un frágil hilo y, yo, derechita a la cocina a poner aromas de café mientras Juan le inventaba un mundo divertido repleto de pecados, para terminar, en el abrazo de mi pequeña asustada y recordarme que además de ser hija era madre.

Mas llegó el día en el que no me esperaste, decidiste marcharte sin despedida, sólo un pequeño gesto al tocar tus manos heladas cuando unas máquinas te obligaban a permanecer. Me dejaste la peor parte del último aliento inconsciente, lo hiciste así porque sabías que la Pilichi aguantaría, siempre lo hace… pero que sepas, que me has destrozado el corazón, que me has roto en trocitos que iré recogiendo como siempre, sin que nadie se dé cuenta, porque a pesar de mi dolor, ya nos hemos dicho, muchas veces –sin decir- lo mucho que nos queremos.

No se te olvide en mis sueños, enviarme dibujitos y versos.

Carmen Expósito 11 de agosto de 2010

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El Despellejador de naranjas. De Mon

  15.08.10 15:01, por , Categorías: Mon, CONTEMOS CUENTOS 23
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Los lejanos ululares de las fábricas anunciaban la retirada de decenas de trabajadores a sus casas, ellas, adornadas con sus delantales de encaje preparaban la cena a golpe de boniato y chirimoya. La vida era muy dura, el barrio era oscuro, siniestro, con un negro adoquinado que hacía temblar las sombras de la noche. La esperanza de sus gentes quedaba en sueños de futuro, el trajín del día a día solo permitía añadir agua al puchero.
Alguien gritaba…, el eco, al doblar las esquinas, arrastraba los ladridos de un perro hambriento, ambos se mezclaban en comunión, pidiendo quien coño sabe qué.
Al trasluz de una ventana, dominando los claros y tenues amarillos se podían perfilar las siluetas de las abuelas, meciendo los ovillos de lana, con la ilusión de una maternidad lejana en el tiempo.
No podía permanecer más tiempo parado, se acabó respaldar a las gatas en celo, ellos con los pelos erizados y el maullar caliente de su fuego interior, permanecían al acecho, esperando que yo marchase para saltar sobre sus lomos e hincar sus dientes en el pescuezo.
Bajé de la acera, tremendo salto en el tiempo, en caída libre desde el bordillo que acariciaba a voces mis talones inquietos, un solo paso me separaba del puesto de venta ambulante de palomitas de maíz azucaradas, un solo paso me separaba del despellejador de naranjas. Solo me dejó un papel manuscrito por ambas caras, en el la receta mágica que daba la felicidad a quien lo leyese. Una fría ráfaga se llevó el papel multiplicándolo por mil y pegándolo como un post it en cada ventana del barrio.
El despellejador me cogió de la mano y salimos volando, para ver desde lo alto como se iluminaba el barrio, desaparecían las sombras y callaban las sirenas…
…Es mi cuento de Navidad.

Mon 28/12/2006

Fotógrafos en las Islas Columbretes 10

  15.08.10 11:29, por , Categorías: Mis imágenes
Fotógrafos en las Islas Columbretes 10 ©CRSignes2008

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