Infancia robada - Fraco

INFANCIA ROBADA

Te vi pasar en medio de la sombra
mientras miraba el brillo
de tus pasos al andar,
mojado por la espesa niebla
que bordeaba el callado río.

Todo pasaba ante mis ojos
encharcados de fuego y rabia,
al ver a esos muchachos
se me encogía el alma, me desgarraba.

Sufrían por desolación y anhelo,
por desear no estar allí envueltos
en un mar de metal, volaba
a razón ajena de aquellos revuelos

¡Marchad!, no busquéis la calma,
porque aquellos que os dicen ser profetas
os envuelven con sus rabias el alma
y os enloquecen con sus malditas armas.

Vuestro rostro acusa la vergüenza
por aquellos que os juran libertad
sin pensar más que en su riqueza,
os retuercen con mentiras y alejan la verdad.

Vidas que pasan entre piedras talladas
formando filas de dolor,
en las muertes predecidas
por raza, religión y color.

Muchachos de fatiga
entre piedras, muerte y sangre fría,
buscad en el bullicio una cara amiga
que os ayude a encontrar un mejor día.

Sin luchas encarnadas por colores,
sin armas enfurecidas por fuegos sin sentido,
sin excusarnos en la religión y sus valores
no busquéis entre tumbas al querido.

Malditos días, de odio, metralla y horas señaladas.
la avaricia no rompe el saco, siempre entero,
donde siguen en alza las espadas,
donde no existe el amor sincero.

Estoy agotado, no es mi culpa,
es mi paciencia que se impacienta
al ver que no alcanzáis nunca
el eterno sueño perseguido.

Se impacienta mi paciencia,
¡qué impaciente y que soberbia!
ante mi se alza y se rebela
al no detener tanta violencia.

Malditos días, malditas horas señaladas,
la avaricia no rompe el saco, sigue entero
y mantiene en alza las espadas
por no encontrar el honor del caballero.

¡Buscad muchachos!, no paréis hasta encontrar
el camino que os ayude, os lleve
a libraros del enemigo y buscar
un mundo transparente, más limpio… LA PAZ.