Tormenta de verano. De Edurne
Por monelle elDic 6, 2009 | EnCONTEMOS CUENTOS 14, Edurne
Ayer por la noche empezó. Después de un día claro y soleado, dejando atrás meses de tardes caldeadas y madrugadas frescas. El cielo se ennegreció de golpe, sin aviso incipiente, y las nubes desorientadas y negruzcas atravesaban el cielo dominadas por un viento malandrín que las arrastraba a su merced.
En el zaguán de la oscuridad un rayo zigzagueante resquebrajó el cielo y lo partió en dos por unos segundos. Jirones de nubes chocando unas contra otras y al otro lado de la estrecha rendija de luz, el colectivo de gotas de agua se apretaba temeroso de caer, se asían unas a otras intentando defenderse del infame viento frío que las balanceaba. Empezaron a caer unos gruesos goterones y me obligaron a resguardarme en silencio. Las palabras no acudían a mi boca porque la garganta se había quedado petrificada, intenté reaccionar, pero mi mirada no se apartaba de aquel cielo y me sentí tan menuda, tan insignificante como un grano de arena en una playa vacía.
Sabía que llegaría, la estaba esperando, la tormenta descargaría su ira y yo estaría preparada para hacerle frente. Pero no fue así... se puso tan negro el cielo, sopló tan fuerte la ira del viento, deslumbraron tanto los rayos a mis ojos incrédulos, sonaron los truenos con tanta contundencia, que... tuve que claudicar.
Ayer noche me dejé llevar por la tormenta, me abandoné en sus brazos y volcó en mi corazón tanto temor que las lágrimas asomaron a mis ojos. El terror se apoderó de mi cuerpo y pensé, durante largo tiempo, que aquello no acabaría, que era sólo el principio del fin. Todo estaba en mi contra y yo, nada más que hacer que quedarme impasible y expectante esperando los nuevos acontecimientos.
Como epitafio he confirmado que no es verdad que las tormentas de verano sean pasajeras, ésta dejó en mí una huella que jamás podré borrar.
Edurne 16/08/06
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