Todo cambió. De Crayola
Por monelle elMar 8, 2012 | EnCrayola, CONTEMOS CUENTOS 27
Ayer paseaba por ahí y la luna lloraba desconsolada. Me dijo que ya no hay parejas de enamorados que la quieran contemplar. Ya nadie le cuenta secretos. Su blanca luz se opaca con el psicodélico esplendor de las nuevas y artificiales luces. Las bancas de los parques están solas, tristes. La hierba está seca, no hay jóvenes ansiosos de amarse en el mullido verde. Y los pájaros escondidos en sus nidos, sus mañanas son menos alegres. El amanecer es igualmente hermoso que antaño, pero con tantos edificios no se puede apreciar. Y las azules nubes se tornan grises, se contaminan. Y el viento ya no soporta la indiferencia ante su cantar; el ruido se apoderó de la ciudad y el campo. Y el mismo tiempo se va presuroso, no se detiene a mirar un beso, no se detiene para eternizar una caricia. Hasta el mismo diablo, en intermitentes sollozos, se quejaba de la total soledad que sentía. Nadie le teme más, nadie le aprecia más. No hay dioses ni demonios para estas generaciones de hombres-máquinas. El estigma del pasado se está borrando lentamente. Solo importa el futuro. La velocidad. Llegar primero. Ser el mejor. Ya el corazón es solo un músculo más del organismo y es sustituido sin pena alguna por un pequeño pero eficaz motor de circuitos y cables. Ya la sangre no se entibia con un fuerte abrazo, ahora son tan distantes. La gente no se toca. Las personas no se miran. La unidad se quebró. Todo es apresurado, nada tiene sentido. Ya no hay amantes en los balcones, ni celestinas sonriendo con sorna detrás de las paredes mientras escuchan las promesas de los enamorados. El amor parece haber migrado, o tal vez se durmió en un sueño profundo para no despertar jamás. Desde que todo cambió, las sonrisas se me escaparon por los bolsillos rotos, las monedas que me quedaban, y los anillos aquellos que llenaban de fantasía mis tardes. Todo cambió y me quede ahí parada viendo como se vaciaban mis manos hasta quedar en nada.
Crayola 21/02/2007
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