No fue bar de mujeres II. De Mon
Por monelle elFeb 15, 2013 | EnMon, CONTEMOS CUENTOS 31
Isabel miraba al mar con las últimas diapositivas que la vida proyectaba en sus apagadas pupilas. El taconear se cambió por un paso acelerado y pactado con el miedo, su asesino pensaba que había hecho justicia, su cariz era desolador, con la mirada perdida y el rostro desencajado, nunca podría olvidar el extinguir de un corazón encendido por la pasión.
Errante, pecaminoso, podrido por dentro quiso limpiar su espíritu con un par de tragos en la cantina, ese lugar donde el eco de la gramola se confunde con las risas y la mugre que el salitre y el humo del tabaco han dejando en las paredes con el paso del tiempo.
Entra despacio, vigilando cada gesto, en la mente del ladrón de vidas hay un pensamiento, una sensación de miedo, cree que todo el mundo lo sabe, que todos le reconocen, pero no es así. Los pescadores ahogados en su penúltima copa discuten sobre la autoría de una foto vieja que sin marco pende de un fino hilo ennegrecido. Nadie y todos parecen tener razón, es su historia, su bar y su ron y ellos creen estar solos, la vuelta a casa hará brillar la realidad de un hogar, una familia que siempre está esperando y sufriendo, el sabor de una vida quemada por la espera.
El asesino tantea la barra, todavía faltan unos minutos para cerrar y podrá tomar ese sorbo amargado por la hiel que le aprieta la garganta. Nada más despegar el vaso de la madera alguien toca su hombro,
−¡Eh, forastero! −balbucea un gordo barbudo. −¿Conoces a la chica de la foto? ¿Es hermosa, eh?
El destino le ha jugado una mala pasada, es Isabel quien posa con alguien que seguramente fue cliente suyo.
−No −contesta con voz temblorosa −no se quien es.
Los pescadores advierten un comportamiento extraño, pero sus mentes inhóspitas son incapaces de ir más allá, sus neuronas saborean la miel del licor y no están dispuestos a abrir su círculo a ese desconocido. Al asesino.
Suena a lo lejos la sirena de algún buque mercante, se apagan las luces de la taberna, la noche parece apoderarse de todas sus almas.
Mon 16/04/2007
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