Imagino. De Espantapájaros
Por monelle elFeb 5, 2013 | EnEspantapájaros, CONTEMOS CUENTOS 31
Imagino una habitación no muy grande, pero confortable. De sus coloridas paredes cuelgan algunas fotografías de familiares, especialmente lejanos, otras de paisajes con verdes montañas y mar…mucho mar. En otra pared hay réplicas de algunos oleos pintados por diferentes artistas como Picasso y Van gogh. También veo una pequeña biblioteca atiborrada de libros; literatura pos moderna y contemporánea, novelas y poemas de infinidades de autores junto a cientos de revistas.
Un gran ventanal mira hacia una calle adoquinada. Afuera hace frío, el cielo esta gris y bajo este cielo gris y por ambos lados de la calzada se elevan frondosos árboles que adornan el entorno de altos y vetustos edificios que le dan un aire de épocas pasadas. Errantes transeúntes la circulan sin destino fijo para quien los observa al pasar. Pero dentro de la habitación, se respira un tibio y suave aroma a incienso, a hierbas secas y miel. Un cariz a melancolía y serenidad invade el entorno, elementos propicios que podrían llevar a cualquiera a cerrar los ojos y por un instante divagar por recónditos parajes; desde castillos encantados de magia y luz hasta los mas inhóspitos y a veces pecaminosos lugares, pero sin perder el rumbo, sabiendo que siempre y al más simple parpadeo se volverá a la calidez de esta habitación.
A un costado del ventanal veo un escritorio, sobre su cubierta algunas figuras de artesanía caribeña que se pierden entre papeles y bocetos, una cámara digital de 6 mega píxeles junto a imágenes de abejas, flores y bichos raros. Pero lo que ocupa gran parte de ese espacio es un ordenador, que más que un computador es una ventana de frío cristal que se abre cálida a nuevos horizontes, a distantes lugares de diferentes culturas y personas.
Imagino, que en la tibieza de esta habitación y sentada frente a esa ventana electrónica, está ella, creando en su mente, sintiendo el sabor de nuevos viajes y nuevas aventuras para sus elementales. Allí la veo, ahí esta Monelle, absorta en sus pensamientos; dibujando en el teclado fascinantes historias y sentada junto a ella esta Crayola, atenta y sin dejar de preguntar a cada momento: -¿que más sigue, y que pasará ahora con los elementales?
Eso imagino.
Espantapájaros 16/04/2007
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