Ciego. De Crayola
Por monelle elAbr 25, 2012 | EnCrayola, CONTEMOS CUENTOS 28
Siento que sigo parado en medio del camino, esperando. No sé qué espero. Otear el horizonte no me sirvió de nada, nunca le vi pasar. Tal vez pasó a un lado mío y no me di cuenta. Tengo miedo al pensar que así fue, simplemente no lo vi. Es absurdo como se me fue la vida, como el tiempo se me escurrió como agua de mar dejando solo un rastro salado. ¿Tan ciego fui? O tal vez es que nunca le tuve cerca… Pero entonces, por qué me siento llorar por dentro, por qué lamento estar tan solo. Fue egoísmo tal vez, fue que quizás no nací para ello. De qué me sirvió aquella cama donde engañé a tantas, donde sacié mi carne caliente y apasionada. De qué me sirvieron tantos besos robados a aquellos labios que se me ofrecían con candor. Y aquella, la de piel más blanca, la de ojos color miel, aquella que se me clavó en el alma…le dije que se marchara. Y ahora, más solo que ese inmenso mar. Abandonado en esta vida que escogí. No supe cuando me casé con la soledad. Y tengo un bolsillo lleno de monedas y el otro, lleno de amargura. Y tengo todos los años encima que me roban la postura y estabilidad y me hacen caminar cabizbajo y de lado. Y tengo los puños cerrados, me angustia ver que si los abro en mi palma no tengo nada. Soy un pobre viejo dejado por el destino. ¿Cuándo me olvidé de mí? ¿Cuándo me quedé tan tristemente solo? Que desenlace más patético el mío. Ni siquiera el morir es un consuelo. Porque morir sabiendo que no fuiste capaz de amar, morir sabiendo que renegaste del amor…no es morir, es sólo continuar con la agonía después de la muerte. ¿Podría ser que encontraste algo mas allá? Podría ser. El amor pasó a mi lado y no lo reconocí.
Crayola 02/03/2007
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