Vuelo 103. De Mon
Por monelle elAbr 24, 2009 | EnMon, CONTEMOS CUENTOS 8
Vuelo 103 de la Pan American con destino a Nueva Cork.
Hoja de ruta: P103A con salida en el aeropuerto internacional de Frankfurt y escala en Heathrow, Londres.
Sobrevolaba Alemania con la sensación de haber pasado antes por allí, nunca antes había volado pero fui un gran escalador y conocía bien las cordilleras de mi país. Pronto adivinaría la gran isla, la Bretagne y podría aliviar mis temores sin necesidad de notificar mis preces al comandante.
Sofía parecía haberse dado cuenta de mi nerviosismo, yo mientras ojeaba el Daily News recorría con el rabillo del ojo su esbelta y coquetona figura que halagaba la condición femenina. Pronto requerí su presencia y aprovechando su acercamiento pude inhalar el suave, fresco y dulce aroma de almizcle juvenil que parecía esparcir como pétalos de rosas. Ella depositó minutos después un tranquilizante en el vasito de plástico dispuesto a tal efecto y volvió a la cabina de mantenimiento.
Los motores del Boeing 747 volvían a rugir por la pista inglesa empujando con ráfagas de viento endiablado aquella mole de aluminio que desafiaba todas las leyes físicas conocidas, ahora íbamos a cruzar el atlántico y eso era para mí toda una aventura.
Repasaba mentalmente la historia, las metas que nuestros antecesores se marcaron y los temores que les perseguían, victimas quizá de la ignorancia o el desconocimiento. Aquellos valientes que desaparecían mar adentro, más allá de Finisterrae intentando esquivar calamares gigantes que solo aparecían en sus sueños. Como hoy, como yo mismo, sin desdén.
¿Mi existencia dependería de las 16 personas que componían la tripulación o estaría en manos de alguno de los 242 pasajeros que me acompañaban?, o ¿tal vez todos seríamos presas de algún maleficio lanzado por cualquiera de los millones de habitantes que ahora estaban bajo nuestros pies?
El vuelo 103 nunca llegó a su destino, varias toneladas de materiales aleados se encontraron esparcidos sobre el campo de una granja en Tundergarth, Escocia en el mismo bosque de Robin Hood, Sherwood. El comandante solo pudo virar 140º en busca de tierra firme después de la explosión.
No hubo supervivientes.
Este cuento esta basado en un hecho real y pretende ser un homenaje a las victimas que nunca supieron que ocurrió en ese vuelo.
Mon 23/05/2006
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