Un encargo desde la tumba. De Mon
Por monelle elMar 11, 2010 | EnMon, CONTEMOS CUENTOS 17
— ¿Qué nueva, cruel y ruin me traéis indigno caballero? ¿Cuál es el alma malvada que os obliga a cometer semejantes atropellos? Sed portentoso y valiente, habladme, no permanezcáis en la penumbra, se quien os envía y debéis responder por él.
— Desolado me hallo espada que me hablas, si por inspiración divina he de confesar, séllense mis labios para siempre que a mi señor no voy a traicionar.
Sois malvado y rufián, ¿quien se atreve a levantar la voz ante mí? Responded a mi pregunta o vuestro logro habrá quedado en quimera.
— Soy un pariente de vuestro señor, por quien estáis dispuestos a batiros.
— No se os ocurra hablar de mi noble señor o válgame Dios que no pronunciaréis otra palabra en vuestra vida, ¿Quién sois, bellaco? —Grita acaloradamente
— Soy el Capitán de la Guardia Real, Román de Gandía, dadme vuestro plácet y me mostraré ante vos.
— Agarraos subid aquí. ¡Capitán, pensaba que habíais muerto!
— Es lo que todo el mundo debió creer por el bien de la seguridad de nuestro señor. Dadme la mano y escalo el muro para veros más de cerca.
— Ahora no me cabe ninguna duda, quien hasta mi viene ha de ser por una causa más que justa, pensé que nadie conocía esta entrada, pero claro…vos habéis servido en palacio muchos años. Decidme, ¿de qué se trata mi capitán?
— Se trata de vuestra muerte, todo el mundo sabe lo vuestro con Lady Amparo, tengo ordenes precisas sobre vuestro porvenir y creedme que es bien efímero.
— ¡Venís a darme muerte?
— Así ha de ser, la muerte por un muerto es agravio sutil e inexistente, nadie me buscará…pero vos…
¡Guardias! Vocea el capitán Roman, venid, aquí hay un hombre muerto. Al terminar su dolorido encargo se marcha, enfundando su sanguinolento metal, con la sombra que le acompañó, para descansar en paz en el lugar desde donde nadie regresa.
Mon 27/09/2006
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