Ubicua involuntaria. De Edurne
Por monelle elAbr 20, 2010 | EnEdurne, CONTEMOS CUENTOS 18
Situaciones en las que nos vemos envueltos sin quererlo, y en las que debemos introducir una buena dosis de humor para salir airosos de ellas.
Como la realidad con la que me encuentro yo cada año en mi bar.
Regento un garete de noche, un club musical muy ameno situado en un recóndito y estratégico lugar de la ciudad, al que acuden cada verano gentes de todos los rincones del mundo. Tengo mis clientes habituales, como cabe suponer, pero a altas horas de la madrugada también reciben mi cobijo aquellos que con su enturbiada mirada ebria, después de retozarse por el barro de la noche, necesitan una última copa y concluyen su deambular en mi local.
Cada año desde hace cinco, en mayo, me visita a diario una pareja con asiduidad. Los dos, Bruno y Georg, son más felices que unas pascuas, radiantes de alegría porque saben que en mi casa no hay miradas suspicaces hacia los que se atreven a salir del armario. Pasan las noches, una detrás de otra, bebiendo, riendo y disfrutando como locos … se aman con la libertad que les ofrece mi guarida y vuelven a su país con el recuerdo de unas vacaciones geniales.
Pero… En septiembre vuelve Bruno, con su mujer y su hija. La primera noche que llega me abraza y en mi mirada confirma que no existe la posibilidad de un desliz, me conoce y sabe que jamás voy a lacerar la integridad de su familia. Saludo a Jenny y a su hija, orgullosas de tener un marido y un padre tan genial, felices de ver que tienen buenos amigos en España. Sí, somos buenos amigos, los amigos están para eso, allá cada uno con su conciencia. Se siente a gusto y a salvo con mi complicidad, aunque jamás hemos hablado de ello.
Observo a Bruno, su actitud tan distinta en mayo y en septiembre. Con Georg se le ve a sus anchas, risueño y enamorado, compartiendo caricias y carcajadas. En sus gestos se advierte con claridad que no finge, está enamorado.
Con Jenny es la educación y la seriedad personificadas, controlando a cada momento sus reacciones y procurando no apartarse de los cánones preestablecidos.
Nos vemos en mayo, Bruno, ¿hasta cuándo durará esto? ¿Podrás controlar la situación? Te deseo lo mejor.
Edurne 22/10/06
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