Metamorfosis de una amiga. De Belfas
Por monelle elEne 8, 2009 | EnBelfas, CONTEMOS CUENTOS 4
Pasó la melancólica tarde otoñal, y dio paso a una noche estrella, donde cientos de estrellas y luceros competían por radiar su luz inagotable. Un viento frió del mar, intermitente y cortante como dagas afiladas, trazaba líneas invisibles sobre el rostro de la menuda y cándida Xaloc. Desde su mirador, de pie frente a la orilla del Mar, lo que consideraba su alcázar inexpugnable, impregnada con un olor a temor y ansiedad, contemplaba con entusiasmo, pequeños barcos de pescadores, buques de guerra provistos de pequeñas ballestas en busca de batallas inciertas, faroles intentando herir a la oscuridad de la noche, llenaban el insólito paisaje.
Pasaron horas y... de pronto se rompió el hechizo de la noche, el espíritu cambio de nombre y el alma de Xaloc pasó fugaz a transformarse en la sirena Crysstal hada del viento y sirena del mar, como si Cupido en un alarde de fantasía y destreza hubiese clavado en el corazón asexuado la flecha de la transformación.
El horizonte se tornó rojo, miles de rayos dorados hicieron su aparición, salidas del secreter del sol flechas doradas de fuego que venían a ganar la gran batalla al mundo, iluminándolo de colorido. Absorta Crysstal su frágil rostro iluminado, el mar agitaba sus alas blancas, levantó las manos para recibir al día, sus manos se tornaron blancas cuando un haz de esperanza se adueño de ellas, en ese momento se dio cuenta que su vida había cambiado. Amanecía...
Belfas 29/03/06
No hay opiniones, todavía
« Supervivencia. De Monelle | El tesoro de la ciudad prohibida. De Suprunaman » |