Los elementales. Capítulo cincuenta y ocho. ¿Dónde están? De Monelle
Por monelle elAbr 5, 2013 | EnMonelle, CONTEMOS CUENTOS 31
Estuve pensando qué le diría a Joan mientras aguardaba su llegada. Incluso hubo un momento en el que creí verlo, pero debieron de ser las ganas de que estuviera allí, lo que me provocó la confusión. Me pasé el día, móvil en mano, llamando a casa. Y a cada llamada, la misma respuesta, “tranquilo mi vida, el cariz de los acontecimientos sigue igual, no hay peligro. Todo está muy tranquilo.” Todo tranquilo menos yo, estaba ansioso por terminar, tanto, que incluso mi jefe se dio cuenta, y se acercó para increparme. “Por el amor de Dios, esté en lo que hace, que hemos perdido ya dos clientes” Era mentira, pero con ese errante juego pensaba que nos aplicábamos más.
A medio día, debía salir a comer como de costumbre con alguno de los compañeros, pero les dije que me quedaba en la oficina que tenía algún trabajo por terminar, y me dejaron solo.
Todo seguía bien en casa, eso decía Anna. No perdí ni un segundo y me aprendí de pe a pa el conjuro; esta vez esperaba ser yo el que viajara, me sentí mal quedándome en casa, siendo un mero intermediario entre los dos mundos para ni tan siquiera verlo; sí, hablé con el rey, pero no era eso lo que me hubiera gustado hacer.
No esperé a que fuera la hora de terminar, pecaminoso, fiché un par de minutos antes y salí disparado. Anna debía estar también recogiendo a los niños, si me daba prisa, llegaríamos a casa al mismo tiempo.
−¡Cariños! –grité.
−¡Papá! −Se lanzaron sobre mí, en raras ocasiones nos separábamos durante tanto tiempo −¿Queréis que juguemos a algo?
−Síiiii... −gritaron a coro −vamos al patio a jugar a la pelota.
Al entrar eché en falta la presencia de Julien, pues imaginé que con el cariño que le habían tomado a los niños saldría a recibirles.
−Papá ¿y Julien?
−Venid con mamá y os preparo algo para merendar, y un batido con miel sabor de fresa, mientras, papá va a buscarle. Debe estar durmiendo, ha estado un poco delicadillo pero tranquilos que ya está bien, pensad que es tan mayor como la bisabuela, ¿la recordáis? −los pequeños asintieron.
−Niños, salid al patio, que ahora voy yo. Anna...
−Dime.
−Algo inhóspito ha sucedido, Julien y Seren no están en casa, han desaparecido.
Monelle/CRSignes 22/04/2007
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