Llanto de carbón. De Espantapájaros
Por monelle elEne 10, 2013 | EnEspantapájaros, CONTEMOS CUENTOS 31
No llores mi niño,
no llores por Dios
que pronto llegará tu padre,
él trabaja bajo un cielo negro,
bajo un cielo de carbón.
Te traerá de la mina
un lulito muy rico
ese que él guardó para ti.
Acurrúcate entre mis brazos
duerme mi niño que pronto tu padre va a venir.
−Oye lucho escuchaste esa canción?
−De qué canción me hablai gueón? ¡Yo no escucho na`!
−Pero ¡si te digo hombre que escuche una canción!
−Ya sigue trabajando Alejandro, que luego terminará el turno y aun no tenemos la carga.
Duérmete mi niño
que afuera llueve sin razón,
inundando las callejuelas de tu pueblo
y goteándose esta el techo de la rancha,
es un techo de cartón.
Duérmete mi niño que luego llegará tu padre de la mina
y tengo que prepararle la sopa,
pa` calentar el cuerpo de mi pobre viejo,
viejo errante de la vida…
un hombre del carbón.
−Lucho, sigo escuchando una canción, es como si el viento que se colara entre los oscuros túneles trayéndome la voz de mi viejita cuando le canta a mi hijito.
−Estai loco, como se te ocurre que vai a escuchar a tu señora aquí. Por estos inhóspitos y oscuros rincones de la tierra ni el diablo se aparece.
−Sabi Lucho que cada mañana cuando me despido de mi niño, le doy un tremendo beso y a mi mujer un abrazo fuerte fuerte; tu sabi po`, ¿quien sabe si los volveré a ver?
−¡Córtala de una vez gueón..! Te digo que es viento y la lluvia que se escucha.
−No te eh contao po` Luchito, cuando le hago cariño a mi hijo me da tanta penita, mira estas manos todas callosas si parece que hasta daño le hago.
−Son güevadas tuyas, que le va a doler, acuérdate que él es hombre… un hijo del carbón.
−…No será peligroso estar aquí abajo con tanto aguacero, se puede inundar la mina?
−¿Qué va ser peligroso? Ya apúrate que falta poco para salir de este pecaminoso infierno al que estamos condenao.
−Lucho… escuchai el agua, ¿parece que esta entrando a la mina? ¡Lucho esta custión se esta derrumbando…corre güeón!…¡por Dios amigo correeee!
Duérmete mi niño,
tu que eres un dulce angelito
sabor a campo y helechos
eres tu, la miel de mi amor.
Hijo mío, cariz de mis entrañas,
duérmete quedito
guardando tu mejor sonrisa
pa` cuando llegue tu papito…
Agosto del 2005
El joven pirquinero Alejandro Benítez Sepúlveda (26 años), falleció la noche del miércoles aplastado por un derrumbe producido por un golpe de agua cuando trabajaba en la mina “La Juanita” de Curanilahue. El yacimiento había sido clausurado en septiembre de 2004 por no cumplir con las condiciones de seguridad necesarias.
Espantapájaros 13/03/2007
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