La historia de Andrés, el ciempiés. De Hechizada
Por monelle elNov 26, 2009 | EnCONTEMOS CUENTOS 13, Hechizada
Andrés, un ciempiés, vivía en un bosque. Solía vestir un chaleco gris, pantalón a juego con tirantes a modo de cargador para evitar que se le bajaran cada vez que moviera sus cien patitas, y un sombrero negro. Vivía en un hueco profundo con varias celdas que lo separaban en diferentes ambientes, quedaba al lado de un fuerte abeto que le protegía del viento y la lluvia.
Al salir los primeros rayos del sol ensayaba con su flauta. Todas las mañanas, entonaba su canción. Él quería mucho a su flauta plateada, se la regaló un viejo topo que vivió en el bosque. Llevaba años practicando, iterando la misma melodía, pues realmente le era muy difícil lograr armonizar todos sus pies, y a veces le fallaba la memoria. Al principio, sus amigos soportaban estoicamente sus ensayos con paciencia. Le animaban a perseverar cada vez que lo veían frustrado, desesperado; le decían que necesitaba un buen descanso porque era agotador lo que hacía, pero que algún día vería los frutos de la constancia. Cabizbajo se retiraba a su casa pensando que lo intentaría de nuevo al día siguiente.
Un día se reunieron sus amigos: el gran búho Hugo, la gallina Tina, el saltamontes Cifontes, la coqueta mariposa Rosa, la ardilla Lidia, la liebre Nieves, el colibrí José Luís, la rana Ana y la culebra Petra. Estaban preocupados por Andrés, le veían deprimido y temían que dejara su flauta. Decidieron que cada uno le animaría a ensayar porque le veían talento. Había que hacerlo con celeridad porque pronto habría un concurso de animales de bosques músicos, y sería una gran oportunidad para Andrés. Hugo le regaló un nuevo sombrero. Petra le hizo un nuevo pantalón cuando cambió su piel. Lidia le preparaba su postre favorito: Minué de Nuez. Le aplaudían, le aupaban, le mimaban.
Andrés lo hacía cada vez mejor, sus notas parecían estar vivas. Llegó el día del concurso, sus amigos se pusieron sus mejores ropas. Otros animales eran un poco envidiosos y desconfiados, no creían que fuera tan buen músico. Pero cambiaron de opinión al oírle tocar. Su melodía era tan hermosa que todo el mundo escuchaba con atención. Ganó el concurso y todos le aplaudían entusiasmados. Andrés hizo una gran fiesta en el bosque con todos sus amigos porque sin ellos no lo hubiese logrado. Se hizo famoso pero siguió ensayando nuevas melodías y enseñando a tocar la flauta.
Hechizada 11/08/06
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