El vendedor de mazorcas a perra la cuarta. De Mon
Por monelle elSep 13, 2009 | EnMon, CONTEMOS CUENTOS 11
Oigan, esta es la historia de Mariano Mazón, vendedor de mazorcas a cuarta, media y kilo. Mariano heredó el puesto que su madre a su vez dispuso cuando falleció su madre, abuela de nuestro personaje. “¡Bragas de encaje oigan! gritaba su madre, con doble de ruso y talco pa’l chirli, guarde bien su comisura, ricuraaaa, jajajaja!” Claro eran otras épocas, ahora ya no se llevan estas cosas y cual joven emprendedor Mariano decidió cerrar la parada de venta de paños menores.
“¡Matilde, es usted insaciable! exclamó el mazorquero, lleva usted unos días que ya quisieran algunos: paragüé pa la lluvia, mistos* pa la chimenea y maní pa’l cuerpo, luego no se queje si su marido la regaña, es usted insaciable… Son cuatro perras, pague, pague.... “
Mariano montaba siempre junto al mismo banco una pequeña caseta donde guardaba el carbón, era a este lugar donde acudía llave en mano para arrebatar del fondo los últimos tacos del día. Sabía que al repuntar la tarde comenzaba a bullir gente por todas partes y las brasas debían estar en su punto, era pleno invierno.
— Mira, Pedralbes (el vendedor de diarios) mira qué extraña pareja, menuda combinación, ella es organista en la parroquia y él es demonio de correfocs*, no se gastan ni un duro así los maten.
— ¿Sabes? —Pregunta el quiosquero— ¿Sabes que me piden los diarios atrasados de hace una semana para ponerse al día?
— No, no… A mi no me han comprado nunca una maldita mazorca.
— Se lo llevarán todo a la tumba, ¡vaya vida!
— Po zi. Dicen que pegaban los sellos con chicles del suelo para no gastar saliva, jajajajaja. Bien, Pedralbes, por hoy es suficiente ya va siendo hora de retirarse a freír espárragos que tengo mucho sueño y no me quedan mazorcas.
Oigan, mañana maaásssss
Mon 12/07/06
*Mistos: Cerillas
*Correfocs: Corre fuegos
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