El gran golpe. De Naza
Por monelle elMay 24, 2009 | EnNaza, CONTEMOS CUENTOS 8
—Los calamares son "preces". —El Bolo no daba más de sí. Entrecerró los ojos y entreabrió la boca, ese rictus lo tenía desde hacía quince años y así se quedó.
—No digas tonterías, los calamares son cetáceos que viven en el mar de Abisinia.
Le respondió el Lalo que sufría dislexia por culpa de aquella tontería suya de aprenderse el contenido de una enciclopedia Álvarez en una noche.
—Yo estoy convencido de que cuando demos el gran golpe, tú sabrás elegir la isla donde retirarnos a vivir como auténticos reyes. —Le decía el Bolo mientras apuraba la última calada de su porro.
—Ya te digo, le tengo echado el ojo a una isla en la que estaremos como en el paraíso.
El Lalo se sentía halagado por los piropos que su compañero le propinaba todos los días.
— ¿Y cuando daremos ese palo que nos haga millonarios? —El Bolo no cerraba la boca pero cuando formuló la pregunta su mirada era maléfica.
—Mañana, —dijo el Lalo mientras doblaba el periódico y lo ponía sobre la mesa — pero no se lo digas a nadie.
—No tronco, yo controlo. La primera vez que te vi me dije, “este tipo es legal”. Desde entonces no me separo de ti.
—Sí, soy un tipo endiabladamente listo. Mañana te lo demostraré. Será un golpe limpio, sólo al alcance de una mente privilegiada como la mía.
— ¿Y cómo lo haremos?
Preguntaba a ráfagas, parecía una metralleta. El tonto estaba entusiasmado.
—Mira el periódico. —El Lalo habló con la soberbia de un autentico malvado. Empleando una misma entonación el Bolo comenzó a decir.
—“Vendedor de la ONCE del barrio de Capuchinos da su tercer premio gordo en un año. Los afortunados recibirán seiscientos mil euros cada uno.”… ¿Y? —EL Bolo no entendía.
—Está clarísimo, lo secuestraremos y le forzaremos a que nos diga el número que va a salir. Si ha dado tres premios podrá dar un cuarto. —Dijo el jefe con autosuficiencia.
—Ya, —respondió el otro, no muy convencido. —Tengo una pregunta, Lalo. ¿Cómo se llama esa isla paradisíaca donde nos iremos con los millones?
—Isla Cristina. —Le susurró el capo.
— ¡Ah!
El Bolo por primera vez en mucho tiempo pudo cerrar la boca de la impresión.
Naza 04/06/06
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