28
Jun

Doce horas

A esas horas, el metro había abandonado su acostumbrado bullicio para convertirse en un solitario laberinto de pasadizos. Yo tenía prisa. — ¿Puede decirme la hora? Con voz entrecortada, nerviosa, y sin dejar de mirar su reloj, un hermoso reloj dor… Leer más... »
free b2evolution skin