1
Jun
Promesa cumplida
Desde el otro lado de la línea telefónica, su voz sonaba lejana y débil.
— ¡Iremos al hogar de los gigantes!
— Anda ya abuelo, no me engañes.
Si su abuelo hubiera podido verle los ojos abiertos como platos, se habría reído mucho.
Esperaba no… Leer más... »