Con esta tercera parte de Besos a la Carta, termino la primera fase, si es que se puede llamar así, de nuestra relación. Unos besos que concluyen en la última carta antes de mí partida al primero de mis viajes a Cuba, el principio de todo. Pues lo real no tiene nada que ver con la ficción escrita, es siempre mejor. Antes de comenzar a contaros cómo fue aquel viaje, que ha quedado fijo en mi memoria, haré mención a algún que otro de esosjuegos, a los poemas, los sueños y las ilusiones seguían creciendo, espero poder poneros también esas partes que configuraron nuestro conocimiento y nuestro amor: el juego de Scully y Skinner siempre referenciado en nuestra correspondencia; un cuaderno de poemas que le escribí, del cuál algún que otro ya he publicado; y estos siempre recurrentes y apasionados besos que podéis seguir conociendo.

19/11/02

Intenta disfrutar de alguno de mis poemas y perdona la brevedad de esta carta que debió ser infinita.... ESTOY NADANDO EN TOTAL Y COMPLETA FELICIDAD ¡Y NI SIQUIERA ME DA MIEDO DECIRLO! BESO: EL UNICO EL VERDADERO, EL ENAMORADO, EL QUE NO NECESITA DE NINGUNA JUSTIFICACIÓN... EL QUE SOLO ES FELIZ PORQUE SABE QUE LLEGARA A POSARSE EN UN LUGAR BIEN RECIBIDO.... OSTIAS, YA ME ENROLLÉ. MUA, MUA.
Ricardo
++++++

20/11/02
Me has dejado tan bien con tu beso, que no voy a ser capaz de recuperar el habla.
¡Eso si que es un beso!
Creo que es el primero que me dan de esa maravillosa forma, y lo guardaré siempre a mi lado, para poderlo seguir notando constantemente.
Te envío los míos. Multitud de besos surgidos como respuesta al tuyo. Ese encantador y apasionado beso que no quiero apartar de mis pensamientos, por miedo a que se desvanezca.
Carmen.
++++++

20/11/02
Es una tontería lo que acabo de decir, pues no puedo engañarte, sería muy tonto el hacerlo, te necesito amigo mío, es una necesidad creciente y anhelante de un contacto más seguido y directo.
Creo Ricardo haber encontrado en ti, un alma gemela, un espíritu afín, alguien muy especial que comparte conmigo, inquietudes, sueños y esperanzas, una persona dispuesta a apoyarme, a comprenderme la mayoría de la veces, a regañarme cuando lo crea oportuno sin ofenderme, a abrirme los ojos cuando necesite hacerlo, por que me encuentre cegada por impulsos irrefrenables y carentes de sentido.
Me parece ver en ti, a ese alguien que todos necesitamos, para equilibrar (el tiempo que compartamos), una vida, mi vida, privada, hasta este momento, de sentido, de sentimientos, de expectativas.
Eres pues, estoy convencida, parte ya imprescindible de mi existencia, sea cual sea la realidad de nuestra relación. Para mí, entre tu y yo, no importa el cómo, únicamente el por qué, el cuándo, el dónde.
Te tengo tan en estima, que no me escondería para ocultarte nada. Claro está, éstos son mis sentimientos, siempre bañados por la incertidumbre que me crean la brevedad de tus palabras.
Deseo ver aparecer de nuevo, en tus cartas, a ese sensible y emotivo ser que por fin pude leer el sábado por la noche. Aunque al final de todo sepa, que te quiero igualmente. Creo que estoy de nuevo padeciendo uno de mis males mensuales. Aunque con la diferencia real de saberte a mi lado, en cada palabra que releo, de los mensajes que me has enviado.
Seguro que no será el último que recibas, esta semana, hasta que me contestes.
Beso con humildad la calva de Skinner, y con pasión los labios de Ricardo. Tus labios.
Carmen
++++++

20/11/02
Muchos besos. Pegajosos besos como los que nos dan nuestras tías cuando somos pequeños, con carmín incluido. ¡Aaahhg! Que asqueroso. Perdona, esos no valen.
Besos dulces, tiernos e inocentes, besos como los que nacen espontáneamente del sentimiento puro de un niño pequeño. Como los que seguramente te dará tu sobrino para demostrarte lo que te quiere.
Carmen
PD: Es maravilloso que me hayas contestado antes de lo que esperaba. Ahora te escribiré, y escribiré, y escribiré .... Es la excusa perfecta para besarte. Tiernamente besarte, tenerte cerca de mi, y volverte a besar. Te quiero.
++++++

21/11/02
Besos abrumadores y retoricos, besos para desnudarte (¡alfin he echo
sonrojar a Skinner!), besos para comerte mejor.
Ricardo
++++++

21/11/02
Gracias Ricardo por suerte los hados me permitieron aunque fuera por un
segundo ponerme en contacto contigo.
Te quiero.
Bésame, sí, dónde quieras y cuanto quieras. Te prometo no quedarme atrás.
Carmen
++++++

21/11/02
Hasta cuando quieras.
Besos repletos de mensajes.
Carmen Rosa
++++++

21/11/02
Tanto Skully como yo nos encontramos como en una nube, flotando. Un estado
de felicidad tal, que nos provoca que cualquier cosa que nos suceda, por
mala que sea, no lo resulte tanto.
Ya he reservado los billetes, me hubiera resultado terrible, dejarlo para
más tarde y descubrir que no puedo marcharme cuando te dije.
El sábado 11 de enero saldré de Madrid hacia Cuba, ya te diré la hora
aproximada de llegada pues en esto por lo visto nunca se ponen de acuerdo.
Y regresaré a España el domingo 2 de febrero, me han dicho que sobre las
doce de la noche de ese día saldré de La Habana, pero ya te he dicho que
hasta el final los horarios no me los confirman.
¡Tres semanas juntos!
No puedo aún hacerme una idea de cómo puede ser eso, a parte de maravilloso…
…¡Nada puedo ocultarte ya! Pues desnuda me han dejado tus besos. (Tranquilo
a Skinner, Skully le está tapando los ojos, se los ha vendado, quizás
quieran comenzar otro juego...)
No puedo más que llevarte al mismo estado primigenio, en el que me ahora me
encuentro. Para que los dos compartamos la sensación más sincera del
conocimiento mutuo. Aquel estado perfecto que compartimos los hombres y las
mujeres desde el comienzo mismo del mundo. Sin prisas, saboreando cada
centímetro de nuestro cuerpo, dispuestos los dos a sufrir las excitantes
sensaciones de nuestros besos. Besos como los que espero que te lleguen
enseguida, con la misma celeridad que mis pensamientos, constantemente
pendientes de ti.
Besos con minúsculas. BESOS CON MAYÚSCULAS. Besos. BESOS. BESOS. Besos
Hasta cuando puedas adorado y estimado Ricardo.
Carmen Rosa
PD: Creo que Skinner y Skully, desean algo más que aquel beso que se dieron
en ese capítulo que ahora no recuerdo.
++++++

22/11/02
Los besos con los que me despido ahora, son sobre todo sencillos y sinceros,
no necesitan ni florituras ni preparaciones, van directos y sin tropiezos a
donde se depositan pues no esconden intenciones raras de ningún tipo. Por
eso mismo se pongan en dónde se pongan, no despertarán ni suspicacias ni
recelos. Solo deseo que por unos momentos te dejes dominar por ellos, pues
contienen realmente la esencia de todos mis deseos, sin maldades, sin
malicia. Para intentar de esta forma despertar en ti, la alegria; para
alejar de ti los problemas con los que te encuentres; para tenerte por unos
momentos rendido ante ellos.
Después no dudes tomarlos y transformarlos como desees, enséñales cosas
nuevas, que están faltos de experiencia y de conocimiento.
Carmen
++++++

22/11/02
Te quiero, te quiero, te quiero,....
Besos todos los que quieras....., dónde te plazcan...., lentos......,
rápidos......, pídemelos en grupos o por solitario, te los daré gustosamente
y repetiré la operación las veces que creas necesario.
Te quiero..... Demasiado.
Carmen
++++++

23/11/02
Estimado Ricardo, demasiados besos a la vez se agolpan en la salida
dispuestos para llegar hasta ti cuanto antes, compitiendo para ver cuál será
el primero, sin comprender que no hay uno más importante que otro, si como
en mi caso van todos con el dorsal marcado por mi deseo, ordenado como mis
ansias, patrocinado por mi corazón.
El record y la marca, ya las pones tu.
Hasta mañana, y sino hasta el lunes.
Carmen

Otro beso más, no cierres aún la inscripción de llegada a meta, pues éste
aunque lento, a pesar de ser el último y que llegará más rezagado, eso no
le impide cruzar la meta con el mismo sentimiento y deseo que el resto.
PD:Cada día que pasa me siento más unida a ti. Si recibiera más cartas
tuyas no sé que me pasaría.
El otro día repasé todos nuestros correos, y fue interesante y emocionante.
¿Cuándo comenzó esto?
¿Es posible que empezara el día que Skinner y Skully dieran paso, y dejaran
expresarse a Ricardo y Carmen Rosa?
++++++

25/12/02
Déjame, o más bien permíteme besarte una mano. Empezaré por la palma y
ascenderé por los dedos, lentamente....... hasta darle la vuelta. Espero
conseguir con ello que los besos que le dé los recuerde de tal forma que te
ayude a intensificar la pasión de los tuyos (los necesito), para compensar
el silencio que sufro por la ausencia de tus cartas. Pero si con una mano
no es suficiente, para lograrlo, prometo repetir la operación con la otra.
Realmente me estoy asustando mucho, pues cada día te necesito más. El otro
día me preguntaste si sería capaz de aguantar sin besarte en nuestro
encuentro, y conforme pasan los días lo dudo más, y más, y más,... por que
mi amor por ti va aumentando progresivamente.
Ayúdame un poco, creo que me estoy pasando (de un extremo al otro, ¿es malo
todo esto? ¿qué pensarás de mi? dudas, dudas, dudas, dudas,...., ves ¿dónde
está Skully cuando la necesito?), yo no he sido nunca así, y desconozco lo
que me está pasando. Me desconozco.
Te quiero....... besar y no virtualmente.
Carmen
++++++

24/11/02
Ahora me despido ya de ti. Y mis besos aún pendientes de tu respuesta, te
llegarán, con las mismas ganas que todos los días.
Sabes pensando en como mandarte los besos el día de hoy, ha venido a mi
memoria mi primer beso de amor, no ese que todos solemos dar en el tonto
juego de la botella o similar, sino aquel que acompaña, a una tarde
maravillosa con alguien que nos gusta. Lo he recordado, por que tengo
cautela para que no se enteren en mi casa de lo nuestro (no sabes cómo es mi
madre, y desconozco la reacción de mi hermano). Aquel día acabó de la forma
más frustrante del mundo, cuando comenzaba a besarme, en el portal de casa,
apareció mi madre con la basura en la mano, no veas que bronca me pego. Aún
así, y aunque nunca más volví a ver a ese chico, debió asustarse mucho, y no
llego a realizarse, me gustó mucho. Es por eso, que ahora, al recordarlo
creo que de pillarme mi madre contigo en tan anhelada acción, no me
asustaría, sino todo lo contrario, lo acabaría sin prisas y lo acompañaría
de muchos más.
Hasta pronto.
Carmen
++++++

25/11/02
Bajo del apartamento hay una gata, a la que le doy de comer, que cuando está
contenta lo demuestra con unos pequeños mordiscos, cariñosos y suaves, y
agradables arañazos, en los que apenas si saca las uñas, que me encantan.
Quiero hoy ser como esa gata y demostrarte mi cariño de ese modo. Que mis
"mordiscos de amor" (así los llamo), despierten tus más salvajes instintos.
Rooooooorrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrroorrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrroor
rrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr.
Hasta la próxima nota.
Skully y tu felina Carmen Rosa
++++++

26/11/02
¡Te quiero! Sabes que no me canso de decirlo. El miedo que tengo es que si
todo esto es fruto de un hechizo, surgido de algún ignoto sitio, pueda
desaparecer de golpe, inesperadamente, dejándome con la miel en los labios.
La miel de esos besos que aún no he catado, y que con impaciencia ansío.
Hasta pronto Ricardo.
Besos, bañados por la afrodisíaca fórmula heredada de antiguas memorias
perdidas en las inmensidades ancestrales del tiempo, encerradas en mi mente
y en mi cuerpo.
Carmen
++++++

27/11/02
PD: El tiempo pasa deprisa, pero con demasiada lentitud. Algunos momentos
se hacen terriblemente eternos, y no son precisamente aquellos más
agradables, sino los que desearíamos que fueran de otro modo.
Te quiero Ricardo. Hasta el lunes.
Carmen
++++++

27/11/02
Besos, los que desearía que consolidaran todo esto; los que te aportaran la confianza que de ti espero; los que te demostraran que, por encima de todas las cosas que sucedan, entre tu y yo, en estos primeros pasos de la extraña relación que aún parece que no comprendemos... te demostraran que te quiero.
Hasta pronto.
Carmen
++++++

29/11/02
Besos, muchos, para que no se vayan acumulando. Te envío este montón ahora.
De lo contrario, si no lo hiciera así, podrían resultar muy pesados para la
carta y entorpecer su envío.
Carmen
++++++

30/11/02
A esto si que le llamo yo una comunicación congelada, que espero derretir
con mis besos.
Unos besos que he guardado muchos días, retenido durante horas.
Besos que me han acompañado noche y día, consiguiendo así que absorbieran de
mi toda el cariño que he sido capaz de generar pensando en ti.
Besos cansados de esperar respuesta, que surgen desesperados, anhelantes de
tu contacto.
Besos ardientes como neumáticos acelerados obligados por los frenos a no
avanzar.
Besos con forma de salvavidas pues mi corazón te cree perdido y desea por
encima de todo rescatarte, recuperarte.
Te necesito Ricardo.
Hasta cuando puedas. De nuevo es sábado, ya faltan menos días. Te amo.
Carmen
++++++

01/12/02
Me hubiese gustado llenar todo este mensaje de besos, pero hubiera sido
difícil escribir en él, pues no hubiera dejado ni un espacio libre.
Prefiero llenarte a ti con ellos, aunque sea aún del todo imposible
físicamente.
Desconozco si a ti te sucede lo mismo, pero en mi caso, cada vez que recibo
los tuyos, te puedo asegurar que realmente los siento.
¡Por eso los necesito tanto! ¡Por eso añoro tanto tus escritos! Es algo
difícil de explicar pero gratamente dulce, y ciertamente placentero.
Hasta pronto.
Skully y Carmen
++++++

04/12/02
Besos todos los que tu quieras y más.
ACBDo Te extraño mucho.... más de lo que imaginas.
++++++

4/12/02
Te quiero, te añoro, te amo, te deseo... , te beso.......
Hasta pronto.
Carmen
++++++

04/12/02
Besos todos los que aparezcan desde el más profundo de mis anhelos, que no
es otro que tenerte cerca, para mi, aunque fuera tan solo por unos segundos
en exclusiva, solos tu y yo, y lo que en la intimidad de nuestro
conocimiento de nuestro encuentro, sin presiones ni prisas de ningún tipo,
aparezca.
Ahora sí, hasta la próxima. Termina de leer mis cartas, si puedes ¿vale?
Carmen
++++++

05/12/02
Creíste que olvidaba tus besos, eso nunca. Besos para toda ocasión, besos para
mantener junto al alcance de los niños, besos atrevidos y que se
manifiesten en los lugares más insospechados (cuando te bañas por
ejemplo), besos emergentes y políticamente correctos, antirreligiosos y
dignos de ser censurados en una peli p... besos.
Ricardo
++++++

05/12/02
Adorado Ricardo BESOS GRANDES y espero que sabrosos, con sabores cada día
que pasa más tropicales.
Carmen
++++++

05/12/02
Mis besos como corresponde a este momento, deben, creo yo, hacer réplica a
los tuyos, sensualmente recibidos, mentalmente percibidos, físicamente
alcanzados.
La presencia de los niños no me incomoda, pues el amor, sin ningún tipo de
mala intención ni recelo que aún en sus puras mentes impera, nunca puede ver
en una demostración de cariño, por fuerte que esta sea, nada malo ni
perverso, simplemente se quedan con la esencia del amor que sus ojos
contemplan.
De tus labios, de tus intenciones no deseo nada convencional (como no espero
que lo hagas tu de las mías). Así que sorpréndeme, cuando y cuanto quieras
( te mentiría si te digo que en la ducha me parece insospechado, en lugar de
deseado...)
Los elevados lugares a donde nos puede transportar todo esto, sea o no,
social, política o moralmente aceptado, no me preocupan en absoluto. Deseo
tanto ser tuya que dejaré que me lleves hasta dónde tus ansias y el poder
que para ello te conceda, desee. Después deja que te corresponda, yo
también creo poder enrojecer, con mis besos, la cara de aquellos seres,
faltos de moral, que pudieran estar presentes.
Carmen
++++++

07/12/02
Besos acatarrados... estoy enfermito
Ricardo.
++++++

07/12/02
Posiblemente me puedo despedir deseando, como se suele decir en estos
momentos, en los que la falta de tiempo hacen que cualquier contratiempo, se
conviertan en el mayor de los obstáculos, "vísteme despacio que tengo
prisa", a la que le cambiaré el verbo, para decirte bien alto:
¡Bésame despacio que tengo prisa!
Saboreemos lentamente estos breves instantes, hasta que de nuevo estemos
juntos, con las palabras, de aquí a un rato.
Carmen
++++++

08/12/02
Buenas noches Ricardo.
TE QUIERO....... tener junto a mi, YA.
Los días siguen avanzando. Ya queda menos.
Besos cálidos con los que aliviarte el constipado.
Hasta mañana.
Carmen
++++++

08/12/02
Busca bien en esta carta, detrás de cada una de las palabras, se oculta un
beso. Te quiero.
Carmen
++++++

10/12/02
Besos desinfectados pues además de tu resfriado no te faltaría más que coger
un virus de esos.
Carmen
++++++

11/12/02
Esperando tus besos, y tu compañía, me despido ya.
Besos que se alargan para intentar alcanzar cuanto antes el día lejano,
faltan demasiados días, para que escribas de nuevo.
Besos afilados como de gata en celo.
TE QUIERO
Carmen
++++++

12/12/02
Deseo que llegue pronto el lunes, para poder sentir de nuevo tus besos.
Los míos continúan viajando sin descanso, al lugar en el que te hayas. Sólo
espero no distraerte en tus quehaceres, para que no pienses que es eso lo
que busco, pues lo único que deseo es amarte amigo mío.
Carmen
++++++

13/12/02
Besos sosegados y entusiasmados (¡odio las rima!), besos para mi gatica
encantadora.... sabes que me gustaría verte disfrazada de gatica, una
linda gatita pelirroja.
Ricardo
++++++

13/12/02
Besos enfermitos (me recupere del catarro, pero ahora tengo otro
achaquito y necesito cariñito)
Ricardo
++++++

14/12/02
Besos pegados al correo ajeno.
Carmen
++++++

14/12/02
Sabes que mi cariño lo tienes, estés o no malito.
Siempre que lo quieras, y lo necesites.
¡Ven, déjame arrullarte!
¡Acércate a mi pecho!
Que con mis caricias, haré que lo olvides por un momento.
Y deseo que, éste calmante natural del dolor, se prolongue durante todo el
tiempo que te moleste, que lo necesites. Pero si te regresa, vuelve
corriendo a buscar mi calor, me tienes siempre dispuesta, con los brazos
abiertos.
Besos suaves, para no dañarte.
Carmen
++++++

15/12/02
Mi felina despedida:
Me encantaría arañarte suavemente, mientras me arrunso al tuyo.
(¿Qué es arrunsar? Así llamo yo al movimiento que hacen los gatos cuando
acarician con todo su cuerpo, para demandar tu atención)
Acabas de introducir otro juego para nuestro encuentro.
¿Podremos satisfacer todos nuestros deseos?
¿Podrás por fin satisfacer el mío, ese que guardo tan oculto, que no pienso
confesarte hasta estar contigo?
TE QUIERO.
Estaré esperando respuesta tuya, todos lo días, hasta recibirla. No la
demores, amigo mío.
Rrrooooooorooooooorrrrrrrrrrrooooooooorrrrroooooooooo
Carmen
++++++

16/12/02
Te quiero, y te besaré constantemente hasta que de nuevo dispongas de
tiempo suficiente para estar a mi lado.
Carmen
++++++

17/12/02
Besos en celo de este osito juguetón.
Ricardo
++++++

17/12/02
Besos que te transporten en el tiempo, y en el espacio, para que no te
pierdas nada de lo que te interese, y así poder estar todos los días aunque
sea un instante conmigo.
Te quiero.
Carmen
++++++

19/12/02
Un beso terrorista es el bese desesperado, el ultimo antes de dormir, el
del rehén acorralado... y no tengo tiempo.
Beso justo en la frente (para variar)
Ricardo
++++++

19/12/02
¿Te gusta Hitchcock? Una de sus películas (que por cierto no es de las más emocionantes, pero si de las que más me
gustan, siempre después de Rebeca), contiene un beso (creo haber leído, que
de los de mayor duración jamás rodados y aún no superado). Pues así deseo
yo besarte hoy amor mío.
Un beso lleno de ganas de vivir. Para continuar con vida. Vida que tan
solo puede verse mejorada en tu compañía.
Hasta cuando puedas.
Carmen Rosa
PD: Te quiero aún más.
++++++

19/12/02
Besos sin prisas mientras te acaricio el cuello. ¿Sigo?...
Hasta pronto.
Carmen
++++++

20/12/02
Te quiero.
Besos de Navidad. ¿Cómo serán? No lo sé, pero seguro que son dulces y llenos de buenos sentimientos y amor, con una fuerza tan grande que pueden ser capaces de hacer volver a la gente al hogar, y de unir a las personas que se encuentran lejos. Deseemos que así sea. Hasta pronto.
Carmen Rosa
++++++

22/12/02
Hasta mañana Ricardo, no dejes nunca de besarme, o de desearlo, aunque no te vea. Me duele saber que tu amor por un día se ha perdido. Besos para recuperar el tiempo perdido, las horas, los minutos, los segundos, que pudiendo estar ayer juntos no estuvimos. Recibe, pero multiplicados por el número de veces que quieras, tantos besos de pasión incontrolados, como tiempo estuviste sin mi. Busca el fragmento más pequeño de tiempo, para que la cantidad sea más grande, deseo disfrutar de este castigo apasionado, que me impongo, que me impones. Te quiero tanto, que todas las noches sueño contigo. Pero no malpienses, son sueños de lo más cotidiano, y como te digo no te veo pero estás conmigo. Aún no he identificado la forma que te representa. De nuevo un beso pero en el cuello, pues quiero pincharte, deseo continuar jugando duro como dijiste, para ver que pasa.
Carmen
++++++

24/12/02
De momento tan solo puedo escribirte, y besarte como ahora.
Que mis besos te lleguen un poco frescos por la temperatura que me envuelve,
pero no helados. Tampoco hace tanto frío. Será como si los hubieses
recientemente apresado.
Mis mejores deseos para ti y los tuyos.
Amor mio, TE AMO.
Carmen
++++++

25/12/02
Recibe hoy unos cuantos besos fuertes en los labios, en la cara, en tus
manos, en toda tu persona.
Hasta pronto.
Seguro que no tardo en volver a escribirte.
Carmen
++++++

27/12/02
Besos esperanzados por la posibilidad de estar hoy contigo aunque sea
cruzándonos como ayer por unos segundos.
Carmen
++++++

29/12/02
Besos apasionados impregnados de presencia, la única que quiero, la más
importante, la tuya.
Carmen
++++++

06/01/03
El beso de hoy será rendido a ti, a tu voluntad, como quieras, lo grande, largo, voluminoso, intenso, pasional, riguroso, estridente, suave, ruidoso, ....ardoroso y duradero que desees.
Carmen.
++++++

07/01/03
Besos de buenas noches, me voy a acostar, falta muy poco para la hora en que
me levanto.
Hasta el jueves de nuevo.
Carmen
+++++++++++++++++++

CRSignes 101208

“Regresaron a la inseguridad de sus ciudades. Pese a todo, sabían cómo se llamaba el monstruo que acechaba en ellas. Cuál era su rostro.”
Parroquia del Sagrado Corazón, Año de Nuestro Señor 1550.

Lo encontraron agazapado al abrigo de unas rocas, en el fondo de la nava.
Recogieron su cuerpo con extremo cuidado. Precaución necesaria, pues en la primera inspección, cuando se disponían a palparle el pulso, el lóbulo de la oreja se fragmentó.
El médico certificó su muerte sin poder dictaminar las causas de su aparente acristalamiento. De esa imposible congelación a mediados del mes de julio.
El velatorio se hizo más emotivo ante las incógnitas que hacían referencia al misterio que acechaba a la población desde hacía centenares de años.

Corría el año 1863, España combatía con el cólera por tercera vez en cincuenta años y los muertos se amontonaban por doquier.
Por extraño que parezca, en aquella comarca, nadie contrajo la temible enfermedad, es por ello que ante la diatriba de permanecer junto al foco de infección o resguardarse del mismo, muchos fueron los que huyendo de la epidemia se acercaron hasta allí.
Con tanta animación, pronto olvidaron aquél extraño suceso.

—A más gente mayor progreso.- Musitaba el alcalde que ya presentía un sobrio aumento en las arcas municipales.
—Podré remozar la iglesia. —Comentaba el párroco mientras colocaba más bancos ante el altar.

Pero no tardó mucho en volver a suceder. Durante dos días, las batidas se alargaron hasta altas horas de la madrugada. Cansados de no obtener resultados, resignados ante lo que ya sabían, decidieron abandonar la búsqueda.
Dos días más tarde se volvió a repetir el suceso, y así una y otra vez.
Los familiares de los fallecidos desesperados pedían explicaciones. Les hablaron de extrañas luces nocturnas; bolas de fuego; duendecillos; e incluso espectros. Argumentos injustificables. Ni tan siquiera la certeza de que los cuerpos serían encontrados, de que podían ser enterrados, les consolaba.

— ¿Qué podemos hacer?

Aquellos sueños de progreso se desvanecían con cada familia que abandonaba el pueblo.

— ¿Qué hicieron nuestros predecesores? —Se preguntaban.
—Nada, como nosotros. No hicieron nada.

En ese momento, un grupo de vecinos portaban en una carreta repleta de heno, los cuerpos cristalizados de los últimos desaparecidos. Cuerpos que nadie reclamó y que, como sucedía desde hacía cuatrocientos años, fueron a enriquecer, con su presencia, la “Sala de Juntas” del Ayuntamiento de aquel misterioso pueblo de Castilla que espero nunca encontrar.

CRSignes 290606

Tía Engracia se había empeñado en querer que la acompañara a un largo viaje, algo que no me hacía ni pizca de gracia. Su casa estaba repleta de santos y reliquias; era un lugar de devoto recogimiento; intuía que la vida, junto a ella, podía llegar a ser una pesada carga.

— ¡Ave Maria Purísima!
—Adelante hijo.

A Soledad, mi tía, la había intentado ingresar en un convento antes de que se enamorada de Justo, el lacayo de mi abuelo, y se casara con él.

—Pasa Rafael. Tu tía, está en la capilla... rezando.

Se acercó con mimo para darme un beso. Por suerte, tía Engracia, estaba levantándose ya.

— ¿No piensas besar a tu tía? ¿A qué se debe tanto honor?
—Anoche me pasó algo extraño.
—Ofrécele el brazo a esta anciana y sigue contando —me dijo.
—Tía, ¿usted cree en el Príncipe de las Tinieblas?
— ¡Ave María Purísima! ¿A qué viene ese interés? —dijo santiguándose.
—Serían las tres de la madrugada y me despertó un fuerte hedor. Al abrir los ojos me encontré, cara a cara, con un extraño individuo.
—Y ¿cómo dedujiste que ese elemento era el Maligno?
—Después de presentarse comenzó a hablar; me dijo que debía pagar los pecados de su pasado, tía.

Tía Engracia palideció. Si no llega a estar asida a mi brazo, cae en redondo.

—Pero ¡no tuvo tiempo de más!
—Y ¿cómo es eso?
—Porque antes de que pudiera continuar, metí mano bajo la cama, saqué mi trabuco, aquél cuyo estruendo parece el de un mortero, y disparé.
— ¿Escapó? —dijo mi tía muy asustada.
—Que ¿si escapó? Fue tal el susto, que en su estampida, se lo llevó todo por delante.
—Gracias hijo mío. No sé cómo te lo voy a pagar.
— ¿Pagarme? Tía, lo que debe hacer es estar atenta, no sea que ahora vaya directamente a por usted.

Por Soledad supe que mi tía, cayó enferma. Por lo visto, no abandonó el orinal en toda la noche, tal fue la descomposición que por el miedo se le formó en el cuerpo. Aunque lo mejor de todo vino al día siguiente, cuando me anunciaron que había suspendido su viaje.

CRSignes 170406

Los sarmientos ardían bajo la atenta mirada de Josep.
Sabía que en pocas semanas, si el tiempo no se endurecía, vería surgir los brotes de nuevas hojas de sus cepas dormidas.
La jornada terminaba ya. Aguardaría lo justo para ver extinguirse la última de las brasas y, regresaría a su casa al lado de su esposa.
Algunas gotas caídas durante la mañana y el color cada vez más profundo de un cielo a intervalos encapotado, le hacían temer una nueva nevada.
No sería el primer año que los almendros perdían hasta su última flor por el frío.
Caminaba despacio alrededor de la humeante hoguera, cabizbajo y pensativo, mil y una preguntas acudían a su mente. Todas las posibilidades fueron fraguándose para caer juntas en el crisol de su realidad. El año no había sido malo. El calor y una lluvia en su justa medida, favoreció la formación de un fruto grande, jugoso y dulce, extremadamente dulce. El vino joven se había valorado, en una primera cata, como excelente. Sin embargo las ventas habían descendido y las bodegas estaban por encima de las expectativas para aquella fecha del año.
Mientras el fuego se debilitaba, llegó a la conclusión de que el negocio no estaba del todo perdido, pues su preciado jugo, envejecido en las barricas de roble americano, se convertiría en delicioso caldo. Lo pronosticaba como el mejor de los últimos 10 años.
Rebuscó los aperos para no olvidar ninguno. Cargó la mula y antes de apagar el transistor, con el que acompañaba las laboriosas jornadas, dejó que concluyese un viejo tango.
Quiso cerciorarse del fin de la hoguera y la pateó con gusto, el humeante rescoldo se terminó de consumir.
Antes de virar por la agreste cuesta que le llevaría directo hacia su casa, se giró para comprobar que todo quedaba bien. Una bandada de descarados gorriones picoteaba sus pasos.
Por el camino decidió hacer un alto en las cuevas que, desde que aquellas tierras fueran ocupadas por los romanos, habían hecho de bodega. Tenía la suerte de ser propietario de un par de ellas y gracias a ese privilegiado emplazamiento podía sentirse orgullo de producir unos vinos codiciados tanto como admirados.

Descendió por las escalinatas de piedra y, a la luz de un farol, se dejó seducir por la limpidez y el brillo cristalino de la última cosecha.

CRSignes 080206

Sabía perfectamente cuales iban a ser las palabras de Alberto si se lo contaba: “Intenta no obsesionarte. Recuerda que las pesadillas te invaden cuando te pones nerviosa.” Maribel había visto aquella noche, justo delante del tocador, a una mujer. En su rostro era evidente la tristeza.
Llevaban años intentando tener un hijo, es por ello que cansados de esa panacea para ingenuos a modo de remedios caseros y populares, atravesaron el país para ponerse en manos de los médicos en la mejor clínica de infertilidad. Después de una semana de esperanzadoras pruebas, les dieron fecha para el primer intento de inseminación.
La noche antes Maribel estaba inquieta, y un ataque de insomnio la mantuvo despierta toda la noche. No hacía más que mirar aquel viejo reloj despertador, y éste parecía empeñado en no moverse a pesar del escandaloso retín de su maquinaria. Sobre las cuatro de la madrugada consiguió relajarse y cerrar los ojos. Entonces fue cuando un resplandor seco, como el producido por un flash, le hizo salir de su trance y la vio frente a ella; le estaba mirando. Lo primero que se le ocurrió fue que, tal aberración, sólo podía ser fruto de su imaginación, llegando al convencimiento de que estaba dormida, aún sabiendo que no era así. Lo que más le aterró, fueron sus ojos inyectados de odio, que se mantuvieron fijos en ella durante un minuto.
El tiempo pasó rápido y llegó el día de las pruebas que indicarían, después de una primera falta en la menstruación, si se trataba de un embarazo. Con gran alborozo, recibieron el resultado positivo. Podían regresar a casa.
Mientras aguardaban el taxi que les llevaría a la estación, Maribel, creyó que era un buen momento para contarle a Alberto su experiencia.

—…Es por ello que llegué a pensar que se trataba de un mal augurio. —Concluyó.

Pero Alberto no era el único que atendía la narración. Un empleado del hotel no había perdido detalle.

—Discúlpeme señora, si nos lo hubiera contado le habríamos dicho lo afortunada que era. Fue cierta su visión. Parece ser el alma atormentada de una mujer que se suicidó al enterarse de que nunca podría concebir un hijo. Es por ello que se aparece tan sólo a las parejas que pronto serán padres.

CRSignes 301205

Aquel sábado, en la playa, terminó pacíficamente su jornada. La temperatura comenzó a bajar, su tez palideció por el frío. Jugueteando con la arena fue a cortarse con un objeto de cantos vivos, enterrado. La sangre brotó escandalosa. A punto de levantarse, lo vio brillar. Nunca antes había visto un artilugio tan sorprendente. Aquel aparato, en apariencia mecánico, simulaba una caja vítrea. En casa curó su herida y se dispuso a observarlo mejor. Tenía la forma y el tamaño de un corazón humano; de un tono oscuro, se aclaraba al compás de su bien sincronizada luz, que emitía rítmicos destellos y acompasados silbidos. Imperceptibles cuando se hallaba apagado, unos símbolos, como letras, lo bordeaban por toda su superficie. Las manchas de su sangre impedían por espacios su lectura, así que las eliminó. En ese mismo instante se apagó al completo.
Recordó, que de niño algo extraño relacionado con las palabras le sucedió. Jugaba a fútbol frente al cementerio, el trato, que él hacía de portero. Sus amigos estaban tan entretenidos regateándose los unos a los otros, que se aburría. Fijó su vista en una inscripción grabada en la pared, y la leyó. Fruto de la casualidad o de la lectura, al tiempo que terminaba de interpretarla, desde el interior del cementerio cerrado a esas horas, pudo oír un gemido lastimero que le obligó a poner una excusa y regresar a casa atemorizado.

Había transcurrido cerca de veinte años, pero sus pasos le guiaron firmes hasta allí. Efectivamente, la semejanza no era casual. ¿Qué podía significar?
Apartando sus miedos leyó ambas inscripciones, pero nada sucedió. De regresó a casa decepcionado y sintiéndose ridículo, casi en la puerta del camposanto, vino a caer sobre sus manos un ave que rezumaba sangre. Teñido en rojo, el extraño corazón comenzó de nuevo con su palpitante luz. Una voz interior le conminaba para que se deshiciera de él, pero no lo hizo. Se colocó frente al muro inscrito, y leyó en voz alta. De repente, aquel texto desveló su truco, ordenó sus caracteres, y su cadenciosa letanía tomó forma de invocación que terminaba así:

“… HOC EGO CREO ET CONSECRO TE.
IN NOMINE DEI NOSTRI
SATANAS LUCIFERI EXCELSI.”.

Una fuerza descomunal lanzó su cuerpo al suelo, y el pecho se le abrió dejando escapar su corazón, mientras consumía los últimos latidos.

CRSignes 060408

Las sirenas suenan… Comienza.

Después de varios días así, parecen no querer darnos tregua. Lo peor, los bombardeos.
Sirenas... A mi se me revuelven las tripas tan sólo con escucharlas. Pertinaz y estridente sonido que me taladra hasta la mente. Sentir la orfandad por nuestra condición es lo peor. La jefa nos conmina para que aguantemos hasta el final. ¿Pero quién puede retener el temor?

— ¡Quita de encima puta!

De un empujón se deshacen de ti recogiendo como pueden la ropa, para salir espantados del cuarto sin importarles una mierda.

Por una galería subterránea llegábamos al refugio colectivo. Ni una ayuda, ni una palabra de consuelo. Las mujeres, mirándonos con recelo, apretujan hacia sí a sus hijos, y murmuran palabras desagradables mientras sus rostros niegan nuestra mirada.

—Volver al lupanar de dónde habéis salido. Padre ¿por qué tenemos que aguantar la compañía de estas put... meretrices?

Y el muy ladino del párroco, se nos acerca e intenta convencernos para ocupar algún rincón, mientras no pudiendo retener su lascivia, nos mete mano aprovechando la escasa luz del recinto.
Por la entrada principal, llegan los clientes ya recompuestos, esquivando el encuentro.
Una explosión, la primera. Lloros, gritos, más llantos, rezos. La sangre entra a borbotones regando el suelo del refugio, oscureciendo el color de la huella que dejan las lágrimas. Y otro estruendo... Y otro. Esto parece que no acaba nunca. Más rezos; el rugir de los motores; el siseo de los proyectiles; y el estruendo final que parece acercarse más, hace temblar el suelo, y que los cimientos se resientan... y los lloros que no cesan... y el miedo que nos alcanza.
Invictas en pasiones, nos derrota un desprecio que golpea con más fuerza que el ataque enemigo.

Suenan las sirenas... y todo termina de momento.

CRSignes 060905

Cuando me retuvieron en la frontera de Orión pensé que sería el fin. ¿Cómo iba a justificar mi mercancía?
Hacía años que teníamos prohibido adentrarnos en los “satélite basura”. Era peligroso. La acumulación de desperdicios propició la aparición de epidemias mortales para las que no había cura; pero con las debidas precauciones no lo era. Y yo sabía dónde poner los pies.
Al principio las autoridades se molestaron en separar cada sustancia con el propósito de reciclar si era preciso, dogma que caracterizó la común filosofía en todas las colonias. La controversia a favor o en contra surgió desde el primer momento. Encarnizada oposición que duró casi 100 años, tiempo suficiente para que se percataran del perjuicio que esta actividad provocaba en los encargados del tratamiento de los residuos. Estos trabajadores pagaron la dureza de su oficio, aunque no en sus propias carnes. Fueron sus hijos los perjudicados. Lo llamaron “Síndrome del duende”: alargamiento del miembro auditivo, reducción de la estatura media, raquitismo.
Desde aquel día se limitaron a enviar naves obsoletas no tripuladas cargadas hasta su máxima capacidad para abandonarlas allí de paso.

En mis bodegas miles de muestras del pasado. Había conseguido desde mobiliario sintético del siglo XXII, hasta los más delicados elementos de la decoración de hacía apenas dos lustros. Ya nunca más tendría que arriesgar mi vida de esta forma. ¡Sería rico! Pero me habían pillado. Todo el esfuerzo podía escaparse de mis manos si aquellos oficiales descubrían el origen de mi carga. La revisión fue rápida.

—Haga el favor de entregarme el disco de memoria de la bitácora de la nave.

El disco no reveló nada sospechoso.

—Veo que ha ocultado muy bien sus paradas.
— ¡No comprendo! ¿A qué se refiere agente?
— ¡Pues está claro! Según los archivos consta usted como anticuario y no me negará que aquí cerca se encuentra el primero de los “satélite basura”.

Un nudo en mi garganta estuvo a punto de delatarme.

—Pero no se preocupe, haré la vista gorda. Tiene algo que me interesa y lo quiero para mí. Quizás por la misma razón es usted un privilegiado no lo dude.

Cuando ya casi había perdido de vista la constelación de Orión, tuve claro que por esta vez me había librado. Es curioso, ¿quién me iba a decir a mi que esos viejos restos de papel llenos de viñetas ilustradas llamadas Batman, iban a salvarme la vida?

CRSignes 100605