11
Feb

Flor escarchada

free b2evolution skin
10
Feb

La sombra proyectada

Para Cefe con todo el cariño del mundo

Regresábamos exhaustos, la larga marcha tendría su merecida recompensa. Parecía como si los animales presintieran la inmediatez de nuestro destino. Ellos más que nosotros poseen aún los instintos que el tiempo nos ha robado. El sol desaparecía lentamente entre las dunas, a nuestras espaldas. El éste se revelaba esperanzador, y ya con el juego de las últimas luces pudimos ver el oasis.
Cefe, desde su atalaya, seguía en el transcurrir de las horas la ruta del oeste, nada escapaba a su atenta mirada. Se sentía orgulloso de poder servir al pueblo que le acogió. La música de las herramientas que sacaban provecho a la tierra fértil bajo sus pies, cesaba ya, y los cansados agricultores recogían los frutos del esfuerzo diario.
Descendió para dar cuenta de nuestro regreso. Mientras se arrimaba a la tienda del jefe, se perdía en el recuerdo de la vez primera que pisó aquella arena húmeda y hermosa. La paradoja del destino que le habían pronosticado, enlazaba con la mejor de las formas. Un oráculo cualquiera, dio con sus ilusiones perdidas al desvelarle que, su búsqueda de la felicidad, acabaría entre el calor y la fuerza de un sol implacable y cruel. Fue un duro golpe a sus ilusiones. Había nacido entre la arboleda, en las húmedas tierras del norte, un lugar amado del que jamás pensó salir y al que nunca regresó. Pero el destino le obsequió con los más dulces frutos, y fue recompensado con creces entre la comunidad que desde hacía años le cobijaba. No recordaba las tristes circunstancias que lo llevaron hasta allí, pues el placer había borrado toda huella de dolor. Cefe sabía mejor que nadie el valor de las cosas. Desde su privilegiado destino, desde la suerte que suponía poder mirar a todos desde lo alto en todos los sentidos, no tuvo nunca dudas de cuál era su lugar. En cierta forma recuperó parte de esos sentidos que el tiempo nos ha negado.
Vi ascender su sombra proyectada por la luna mientras mi camello se adentraba en el campamento. Canturreaba una canción de su antigua tierra, y yo no pude más que dejar escapar una lágrima deseando llegar a ser como él. Admiraba su determinación, su complacencia, la aceptación de la vida que el destino le había ofrecido. Pero por encima de todo, el amor que en su interior atesoraba. Ese sentimiento puro carente de prejuicios.

CRSignes 050705

free b2evolution skin
8
Feb

Flor de amendro 1

free b2evolution skin
7
Feb

Séptima, encantadora. De Marcel Schwob

Séptima fue esclava bajo el sol africano, en la ciudad de Hadrumeto. Y su madre Amoena fue esclava, y la madre de ésta fue esclava, y todas fueron bellas y obscuras, y los dioses infernales les revelaron filtros de amor y de muerte. La ciudad de Hadrumeto era blanca y las piedras de la casa donde vivía Séptima eran de un rosa trémulo. Y la arena de la playa estaba sembrada de conchitas que arrastra el mar tibio desde la tierra de Egipto, en el lugar donde las siete bocas del Nilo derraman siete limos de diversos colores. En la casa marítima donde vivía Séptima, se oía morir la franja de plata del Mediterráneo y, a sus pies, un abanico de líneas azules resplandecientes se desplegaba hasta al ras del cielo. Las palmas de las manos de Séptima estaban enrojecidas por el oro, y las puntas de sus dedos pintadas; sus labios olían a mirra y sus párpados ungidos se estremecían suavemente. Así iba por los caminos de las afueras, llevando a la casa de los sirvientes una cesta de panes tiernos.
Séptima se enamoró de un joven libre, Sextilio, hijo de Dionisia. Pero no les está permitido ser amadas a aquellas que conocen los misterios subterráneos, ya que están sometidas al adversario del amor, que se llama Anteros. Y así como Eros gobierna el centelleo de los ojos y aguza las puntas de las flechas, Anteros desvía las miradas y atenúa la acritud de los dardos. Es un dios bienhechor que mora en medio de los muertos. No es cruel, como el otro. Posee el nepentas que da el olvido. Y porque sabe que el amor es el peor de los dolores terrestres, odia y cura el amor. Sin embargo, no tiene el poder de echar a Eros de un corazón ocupado. Entonces toma el otro corazón. Así Anteros lucha contra Eros. Por esto fue que Sextilio no pudo amar a Séptima. Tan pronto como Eros hubo llevado su antorcha al seno de la iniciada, Anteros, irritado, se apoderó de aquel a quien ella quería amar.
Séptima supo del poder de Anteros en la mirada baja de Sextilio. Y cuando el temblor púrpura aferró al aire de la tarde, salió por el camino que va desde Hadrumeto hasta el mar. Es un camino apacible donde los enamorados beben vino de dátiles recostados en las murallas pulidas de las tumbas. La brisa oriental sopla su perfume sobre la necrópolis. La joven luna, todavía velada, va allí a vagabundear, incierta. Muchos muertos embalsamados alardean alrededor de Hadrumeto en sus sepulturas. Y allí dormía Foinisa, hermana de Séptima, esclava como ella, muerta a los dieciséis años, antes de que ningún hombre hubiese respirado su olor. La tumba de Foinisa era estrecha como su cuerpo. La piedra abrazaba sus senos oprimidos por vendas. Muy cerca de su frente baja una larga losa cortaba su mirada vacía. De sus labios ennegrecidos se elevaba todavía el vapor de los aromas en que la habían empapado. En su mano quieta brillaba un anillo de oro verde con dos rubíes pálidos y turbios incrustados. Soñaba eternamente en su sueño estéril con las cosas que no había conocido.
Bajo la blancura virgen de la luna nueva, Séptima se tendió junto a la tumba estrecha de su hermana, contra la buena tierra. Lloró y pegó su rostro a la guirnalda esculpida. Acercó su boca al conducto por donde se vierten las libaciones y su pasión brotó:

-Oh, hermana mía, apártate de tu sueño para escucharme. La pequeña lámpara que ilumina las primeras horas de los muertos se apagó. Has dejado deslizar de tus dedos la ampolla de vidrio coloreada que te habíamos dado. El hilo de tu collar se rompió y los granos de oro se derramaron alrededor de tu cuello. Ya nada de nosotros es tuyo y ahora aquel que tiene un halcón en la cabeza te posee. Escúchame, pues tú tienes el poder de llevar mis palabras. Ve a la celda que tú sabes y suplícale a Anteros. Suplícale a la diosa Hator. Suplícale a aquel cuyo cadáver despedazado fue llevado por el mar en un cofre hasta Biblos. Hermana mía, ten piedad de un dolor desconocido. Por las siete estrellas de los magos de Caldea, yo te conjuro. Por las potencias infernales que se invocan en Cartago, Jao, Abriao, Salbaal y Batbaal, recibe mi encantamiento. Haz que Sextilio, hijo de Dionisia, se consuma de amor por mí, Séptima, hija de nuestra madre Amoena. Que arda en la noche; que me busque junto a tu tumba. ¡Oh, Foinisa! O llévanos a los dos a la morada tenebrosa, poderosa. Ruega a Anteros que enfríe nuestros alientos si le niega a Eros que los encienda. Muerta perfumada, acoge la libación de mi voz. ¡Ashrammachalada!

Inmediatamente, la virgen vendada se levantó y penetró en la tierra mostrando los dientes.
Y Séptima, avergonzada, corrió por entre los sarcófagos. Hasta la segunda noche permaneció en compañía de los muertos. Espió a la luna fugitiva. Ofreció su garganta a la mordedura salada del viento marino. Fue acariciada por el primer oro del día. Después volvió a Hadrumeto y su larga camisa azul flotaba detrás de ella.
Mientras tanto, Foinisia, rígida, erraba por los circuitos infernales. Y aquel que tiene un halcón en la cabeza no escuchó su ruego. Y la diosa Hator permaneció tendida en su funda pintada. Y Foinisia no pudo encontrar a Anteros, pues ella no conocía el deseo. Pero en su corazón mustio sintió la piedad que los muertos tienen para con los vivos. Entonces, a la segunda noche, a la hora en que los cadáveres se liberan para consumar los encantamientos, hizo que sus pies atados se movieran por las calles de Hadrumeto.
Sextilio temblaba acompasadamente, agitado por los suspiros del sueño, con el rostro vuelto hacia el techo de su habitación surcado de rombos. Y Foinisia, muerta, envuelta en las vendas olorosas, se sentó a su lado.
Y ella no tenía ni cerebro ni vísceras; pero su corazón desecado había sido puesto de nuevo en su pecho.
Y en ese momento Eros luchó contra Anteros, y se apoderó del corazón embalsamado de Foinisia. En seguida deseó el cuerpo de Sextilio, para que estuviese acostado entre ella y su hermana Séptima en la casa de las tinieblas.
Foinisia posó sus labios tintados en la boca viva de Sextilio y la vida escapó de él como una burbuja. Después se encaminó a la celda de esclava de Séptima y la tomó de la mano. Y Séptima, dormida, se dejó llevar por la mano de la hermana. Y el beso de Foinisia y el abrazo de Foinisia hicieron morir, casi a la misma hora de la noche, a Séptima y a Sextilio. Tal fue el desenlace fúnebre de la lucha de Eros contra Anteros; y las potencias infernales recibieron una esclava y un hombre libre al mismo tiempo.
Sextilio está acostado en la necrópolis de Hadrumeto, entre Séptima, la encantadora, y su hermana virgen Foinisia. El texto del encantamiento está inscripto en la placa de plomo, enrollada y perforada por un clavo, que la encantadora deslizó por el conducto de las libaciones en la tumba de su hermana.

*Extraído del libro "Vidas imaginarias"(1896) de Marcel Schwob (Chaville, Hauts-de-Seine, 1867 – París, 1905)

free b2evolution skin
5
Feb

Camino hasta el pantano

Vivo en la masía Correntilla, una pedanía de San Juan de Moró, desde el año 1995, y aún me cuesta asumir que la industria tenga el poder para comerse parajes maravillosos, como la montaña que a punto está de desaparecer por culpa de la cantera; pero lo que si que me duele de veras es la desaparición del entorno más cercano a mi casa, aquel que día a día, y durante tantos años he recorrido día tras día.
Ayer, como todos los días salí, cámara en mano, a ver qué era lo que encontraba para fotografiar y con lo que me topé fue con una máquina que había arrancado los árboles de uno de los tramos que en más de una ocasión he fotografiado. Precisamente ahora que las almendros en flor dejan escapar su aroma meloso y dulce.
Desconozco qué es lo que harán en aquel espacio, pero ya os lo contaré.
Estas fotografías las tomé el mes pasado, una de esas mañanas, en las que la mágica luz del sol en su primer recorrido, que invita a soñar.
Lástima que ese fondo arbolado ya nunca volverá a ser el mismo.


CRSignes 050209

free b2evolution skin
4
Feb

Terapia de choque

—Busco mi identidad —afirmó mientras descendía.
Unos objetos se alejaban, otros cada vez estaban más próximos. Clin, clan, crac, plaf, chin, chan… Tarde descubrió que un espejo padece el síndrome de múltiple personalidad.

CRSignes 2004

free b2evolution skin
3
Feb

Tímidas y diminutas despiertan

El frío este año parece no querer abandonarnos, pero el ciclo continúa y a la menor oportunidad, cuando los rayos del sol que ya comienzan a calentar un poquito más, las primeras flores surgen de su coraza germinada.

Dibujan formas imposibles, pues el frío no les deja desarrollarse como deberían, pero son una alegría para los ojos entre tanta escarcha.

Despiertan como pequeñas pinceladas de vivos colores. Pronto inundarán el campo hasta convertirlo en la paleta de un pintor. Mientras tanto tenemos que buscarlas, fijarnos más para poder disfrutar de esta diminuta avanzadilla de lo que se nos avecina.

CRSignes 03/02/09

free b2evolution skin
1
Feb

CONTINUACIÓN DE UN JUEGO De R.Acevedo y CRSignes

DEL OTRO EXTREMO DE LA MESA DEL MUNDO... VIDA... CAMA... PÁGINA...

Estás tú

imperceptible en el tiempo

de risa y furia... fácil

rodeada de esa magia

que ya no se encuentra

ni entre los papiros u otrora poderosos talismanes

como principio y fin de todo.

En un diván (no trono)... estás tú

dispuesta siempre a la fantasía (sexual)

a cumplimentar mis palabras

a ser mi brazo derecho (cuando mi espada descansa)

a rescatar mis pergaminos del fuego

a ser yo... si fuera necesario.

Ricardo Acevedo La Habana 10/08/05

SOBRE ELEMENTOS Y MAGIA

Por que la fantasía contigo no es posible:

¡Eres real!

Me dejo arrastrar por esos sueños que nos unen.


Por que desde mi asiento:

trono, diván, tierra o nube

la tranquilidad desea ser rota por tu presencia.

Es algo que ya hiciste.

¡Repítelo pues una y otra vez!


Por que una vez despertaste la ira de mis sentimientos,

alimentaste mi alma, conseguiste abrir en mi el camino del amor,

atrapaste el deseo y dominaste mi entrega,

¡Te amo incondicionalmente!


Los gigantes que nos oprimen

no podrán separarnos, ni acallarnos, ni demolernos,

son insignificantes comparados con el tamaño de nuestra pasión.


Dices que soy el pergamino, el amuleto...

¡Tú el único que puedes hacerlo funcionar!

¡Eres el mago que mueve los hilos!

¿Seré como los elementos y tú tendrás la magia?

CRSignes San Juan de Moró 240805

CONTINUACIÓN DE UN JUEGO Por Ricardo Acevedo E. y Carmen Rosa Signes

free b2evolution skin
29
Ene

Paseando por La Habana 20

free b2evolution skin
28
Ene

Sentirse bien con uno mismo no elimina los males, pero ayuda

Consultó a todos sus conocidos. Se desplazó hasta encontrar un buen médico especialista, pero nada. Aquel rumor constante, aquella comidilla de voces estridentes y silbantes no cesaba.
Acudió entonces a un centro de belleza en donde, al menos, pudiera sentirse bien consigo misma. Se sentó en el asiento que le ofrecieron y se dejó hacer.
Todo hubiera ido mejor de no ser por el perseverante cuchicheo que llegaba a sus oídos. Creía que el revuelo y la algarabía despertada eran injustificados.
Cuando por fin salió de allí, tuvo que realizar muchos esfuerzos para calmar las protestas que había provocado aquella vanidosa acción.
Qué difícil es para una Medusa conseguir de las serpientes, que coronan su cabeza, un sentimiento de solidaridad ante la necesidad de sentirse más atractiva.

CRSignes 12/12/2003

free b2evolution skin
27
Ene

La naturaleza es sabia

La naturaleza es sabia. Estos últimos vientos que nos han azotado, al margen de las consecuencias negativas, como la terrible perdida de vidas humanas y daños de todo tipo que nos han tenido en vilo durante los últimos días, han servido para prepararle el camino a esos nuevos brotes que aguardan en las ramas y que, en algunos lugares, están a punto de salir. Aquellas hojas que hace unos días aún colgaban de sus ramas, han sido barridas. Las que podéis ver hoy aquí posiblemente ya no estarán dónde las encontré, y este es su recuerdo.

free b2evolution skin
26
Ene

Los Funerales de Xiang Ti De Ricardo Acevedo



(A CRSU)

Le llegó la muerte a Xiang Ti justo el mismo día que se terminara de construir su tumba.
Malos presagios vio el mago de la corte y así lo hizo saber el nuevo Monarca.
-"Veinte mil obreros trabajaron horadando las montañas gemelas, otros diez mil artesanos la enriquecieron con su arte y la transformaron en fortaleza inexpugnable... Pero conocen el secreto de sus trampas y tarde o temprano profanarán los venerables restos de vuestro ancestro."
Enfurecido ante tal hecho el Nuevo Emperador impartió precisas órdenes y al otro día la devastadora acción del veneno se podía ver en los treinta mil rostros.
Pero el Rey fue más precavido y pensó en los pueblos vecinos y en los embajadores de rostros inquisidores.
Para cumplir la orden un secreto ejército ejecutó la selecta matanza, degollándose entre ellos al final.
Ahora las calles están vacías de cantos y chismes. Nadie vigila las puertas del Castillo, en el Gran Salón (ahora transformado en patíbulo) danzan la sombra satisfecha del Nuevo Rey.

Ricardo Acevedo E.

free b2evolution skin
25
Ene

Meciendo el pasado

free b2evolution skin
23
Ene

Presencia y rumor

La finca se había quedado a oscuras. Acostumbrarse a la claridad proyectada desde el portalón de la entrada era lo que tocaba. El interruptor de la luz no funcionaba y el ascensor tampoco. Un estremecimiento en el estómago, el mismo que notamos cuando el peligro nos acecha, fue pasando de uno a otro, recorriendo la escalera de arriba abajo. Era ridícula aquella angustia; el temor a la oscuridad solemos abandonarlo en la infancia encerrado en algún armario. En el eco de la escalera el rumor de los vecinos enfrascados en discusiones, cháchara y cotilleos. Ninguna linterna para mitigar la oscuridad, ni un maldito fósforo en los bolsillos. Los rumores dan paso a la incertidumbre, dicen que una sombra recorre la escalera sin descanso. La penumbra acrecienta el miedo.
En el primero, Doña Luisa ni se digna a dirigirme la palabra, siempre se ha dejado influenciar por todos, con criterio confiaba en su encanto y amabilidad, pero me equivoqué. En el segundo apenas un fuerte portazo me provoca un respingo, me altera. Un balón se desliza rápido, lo esquivo; seguido a él los niños del sexto, suerte de mis buenos reflejos. Cuando llego al cuarto, el alcohólico de Rafael, individuo rijoso y pendenciero donde los haya, está montando otro de sus numeritos; con virulencia increpa a su esposa para levantarle la mano después. Algo sucede que le persuade de sus intenciones, me gustaría pensar que ha sido mi presencia, pero lo dudo, no se amedrenta con nada. Conforme avanzo y me acerco a casa, comprendo menos la incómoda oscuridad que tan sólo a mi parece afectarme. Un acontecimiento acrecienta mi incertidumbre: nadie se me acerca, intento hablar pero me ignoran; el fenómeno se vuelve incomprensible cuando sin saber el porqué retorno a la planta baja. La memoria me devuelve al lugar de partida.
¿Qué hago aquí? El interruptor de la luz no funciona y el ascensor tampoco. Los ruidosos coloquios de los vecinos viajan deprisa, como el agua en las acequias; parecen espantados; se oyen cada vez más cerca. Intento subir pero algo me lo impide. Pasando por doña Luisa, uno tras otro se apartan, intentan esquivarme, no me atienden, les ahuyento, les incomodo. Sigo sin comprender. Tal vez cuando emprenda nuevamente la senda hasta mi casa, tengan en cuenta mi presencia, mi necesidad, y pueda al fin llegar a la meta.

CRSignes 041007

free b2evolution skin
22
Ene

Más micro mundos

free b2evolution skin