Continuación de un juego
No me canso de comentaros que la separación, que ahora ya sentimos bien lejana e irreal -el tiempo cierto es que borra la angustia, reflotando las cosas buenas de los malos tiempos-, favoreció el intercambio creativo; era una forma de sustituir los roces físicos tan necesarios en la pareja. Cerrar los ojos y dejarse llevar por la imaginación, era como si, al hacerlo, la otra persona estuviera enfrente vaciando todo lo bueno que lleva dentro para compartirlo contigo. Quizás os suene extraño, tal vez haya que vivirlo para saber de lo que os estoy hablando, aunque haceros un favor, y si podéis evitar este mal trago, no os apartéis nunca del ser amado; y si no tenéis más remedio, que este tiempo sea lo más corto posible.
Cuando Ricardo y yo escribimos ésto (el enviaba su texto y yo contestaba enseguida intentando mantener el hilo de sus versos), aún estábamos a un año de nuestro reencuentro (realmente desconocíamos cuánto más se iba a prolongar esta tortura), encima acabábamos de separanos, después del viaje de una semana, única escapatoria que nos quedaba para estar juntos (los viajes a Cuba no son precisamente baratos), y la angustia de la cercanía rota de nuevo, hacía fluir estos versos.
DEL OTRO EXTREMO DE LA MESA DEL MUNDO, VIDA, CAMA, PÁGINA,…
Estás tú
imperceptible en el tiempo
de risa y furia... fácil
rodeada de esa magia
que ya no se encuentra
ni entre los papiros u otrora poderosos talismanes
como principio y fin de todo.
En un diván (no trono)... estás tú
dispuesta siempre a la fantasía (sexual)
a cumplimentar mis palabras
a ser mi brazo derecho (cuando mi espada descansa)
a rescatar mis pergaminos del fuego
a ser yo... si fuera necesario.
Ricardo Acevedo La Habana 10/08/05
Porque la fantasía contigo no es posible:
¡Eres real!
Me dejo arrastrar por esos sueños que nos unen.
Porque desde mi asiento:
trono, diván, tierra o nube
la tranquilidad desea ser rota por tu presencia.
Es algo que ya hiciste.
¡Repítelo pues, una y otra vez!
Porque una vez despertaste la ira de mis sentimientos,
alimentaste mi alma, conseguiste abrir en mi el camino del amor,
atrapaste el deseo y dominaste mi entrega,
¡Te amo incondicionalmente!
Los gigantes que nos oprimen
no podrán separarnos, ni acallarnos, ni demolernos,
son insignificantes comparados con el tamaño de nuestra pasión.
Dices que soy el pergamino, el amuleto...
¡Tú el único que puedes hacerlo funcionar!
¡Eres el mago que mueve los hilos!
¿Seré como los elementos y tú tendrás la magia?
CRSignes 240805
No hay opiniones, todavía
Feed de cometarios para esta publicación