El arcano número 19. El Sol.
Enredada con sus pensamientos, relaja los músculos. Se entrega por completo al astro rey que la contempla. En la placidez de aquel momento, libre de compromisos, se evade de la realidad. Ya no tiene que fingir.
Es tiempo para recapacitar, para hacer balance y contemplar los resultados, para valorar las cosas de forma positiva y digna. El por hacer no le preocupa: es feliz.
En el horizonte alejado, de dibujos nebulosos e imprecisos por la evaporación, ve desaparecer la luna medio envuelta por las nubes. Aquella luz tenue del comienzo del día que remarcaba las formas, agrandando sus sombras, deja paso a la claridad.
Junto a ella dos niños se disputan, entre bromas y risas, una pelota. En este enérgico y, a veces, violento juego, no hay maldad.
Los observa con mimo y atención sin perder detalle del juego que se llevan entre manos.
Comprueba que el compañerismo, entre ambos, no está reñido con la competencia y en ocasiones, cuando presiente que se alejan demasiado del alcance de sus brazos, los reclama, los lleva hasta almohada de sus senos y se regocija entre besos y abrazos.
Ellos representan el valor de las cosas bien hechas, de las cosas que han arraigado con fuerza en sus existencia. Todos los esfuerzos, toda la dedicación y el tiempo empleado en operaciones arriesgadas o no, son consecuencias de sus deseos, unos anhelos de los que no se arrepiente.
Examina su cuerpo y percibe la grandeza del paso del tiempo, la importancia de cada arruga o curva de más.
Retorna a la contemplación de los gemelos. Si fuera de otra manera, planificaría el futuro de sus hijos proyectando, en sus diminutos cuerpos, todas las inquietudes: estudios universitarios, trabajo, salud y amor... pero el presente es hoy, ahora... recuerda que mañana quizás haga frío, que no se puede prever nada más que lo que queremos para el "ya" y el "ahora" y que siempre hay tiempo para comenzar de nuevo.
El sol la baña con sus gotas cálidas traspasando sus sentidos, dejándole una sensación de bienestar y de renovado sentimiento. La sonrisa se pinta en su rostro complacido.
Carmen Rosa Signes 040506
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